Revisión teatral a otras formas de amar

La compañía Verdeveras Expresións Artísticas lleva este viernes al teatro Rosalía, en colaboración con el Centro Dramático Galego, la obra ‘As formas do amor’, escrita por María Ángeles Iglesias y que interpreta, junto a Sergio Zearreta, a una pareja que explora otra forma de relacionarse tras su ruptura

Un momento de la acción de ‘As formas do amor’. |  LOC

Un momento de la acción de ‘As formas do amor’. | LOC

Cuando se piensa en grandes ficciones teatrales, es normal que a uno le vengan a la cabeza grandes obras de la historia de la dramaturgia universal, relatos atravesados por una intensa carga dramática, pero que poco tienen que ver con la dinámica de las relaciones de hoy en día. «Necesitamos otras historias», resuelve María Ángeles Iglesias. Es autora y actriz de la obra As formas do amor, una coproducción de Verdeveras Expresións Artísticas con el Centro Dramático Galego y que llega este viernes al Teatro Rosalía de Castro (20.30 horas). Una pieza en la que María Ángeles Iglesias se sube al escenario junto al actor Sergio Zearreta para recrear una relación más horizontal y simétrica que las que normalmente referencian los grandes clásicos del teatro.

«La intención es mostrar otro tipo de relaciones, en la que la pareja se relaciona desde la igualdad y el respeto. Es interesante aportar nuevas posibilidades para estas historias de amor, parece que está todo dicho sobre la forma en la que nos relacionamos como pareja», reflexiona Iglesias, que interpreta, junto a Zearreta, el reencuentro de una pareja separada cuyos caminos vuelven a cruzarse, aunque no desvela si este nuevo vínculo termina como unión. El dolor de una ruptura, la comprensión de los motivos del otro y el amor que queda cuando el amor se acaba son otros temas que aborda As formas do amor, que está dirigida por Gena Baamonde. «Queríamos mostrar que podemos seguir queriéndonos después de estar separados, y aprovechamos para revisar su relación e ir descubriendo, entre todos, qué fue lo que hizo que quisieran separarse; rompiendo con ese discurso hollywoodiense de que cuando una pareja se separa tiene que desearse la muerte», relata María Ángeles Iglesias.

La pieza retrata a un hombre sensible, con una concepción de la masculinidad diferente a los arquetipos de varones en la ficción, y a una mujer con fuertes principios e ideas claras. Ambos hablan de lo que les une y también de lo que les separa, intentando imprimir en el público la idea de que es posible reencontrarse también en el desencuentro, «desde el respeto y no desde la competencia», matiza la autora del texto.

La recepción del público en las doce funciones que ya deja tras de sí la obra les da motivos para pensar que la pieza funciona en su objetivo de generar esta reflexión o esa identificación con los espectadores, que, quien más y quien menos, habrá pasado por situaciones parecidas. «La obra no se completa hasta que está en escena. El público la recibe muy bien, porque es capaz de comprender profundamente el motivo que les lleva a separarse, o a pensar qué harían ellos en esa situación», propone la actriz, que guarda palabras para el Centro Dramático Galego por apostar por la pieza. «Estoy profundamente agradecida. Sin su apoyo no habría sido posible llevar esto adelante, y también supone un sello de calidad del proyecto que la hayan elegido», asegura.

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