Entrevista |
«Las entidades más opacas son las vinculadas a lo inmobiliario»
El arquitecto y miembro de Ergosfera Iago Carro desgrana las claves del proyecto A Coruña Pública, una primera aproximación a qué es y de quién cada parcela de la ciudad con la intención de que la ciudadanía disponga de la información para participar en debates públicos sobre el futuro del suelo

Iago Carro. | Cedida
El arquitecto y miembro de Ergosfera Iago Carro participa en el estudio A Coruña Pública, junto a Ramón Fernández (Ergosfera / Hábitat Social), Cristina Botana y Brais Estévez Vilariño (Departamento de Xeografía, USC), una primera inmersión en la cartografía que cuenta qué es y de quién cada parcela de suelo de la ciudad.
¿Cómo se gestó este proyecto?
En principio, habíamos presentado una propuesta más pequeña, solo para saber el patrimonio público que estaba en desuso en A Coruña, a una convocatoria del Programa de Impulso a la Investigación Universitaria en Tecnologías para el Bien Común. Cuando nos pusimos a investigar, vimos que, para saber qué era lo que estaba en desuso era, o bien a través del trabajo de campo, o de las hemerotecas digitales... Dimos un cambio radical al proyecto, en términos de escala y de complejidad, porque intentamos averiguar qué es lo público en A Coruña.
¿Y cómo lo buscaron?
Primero, consultamos todos los inventarios de todas las administraciones y sacamos una primera lista que tenía muchos problemas, porque solo aparecen edificios y bienes inmuebles que estén en uso. Después fuimos a las hemerotecas digitales, preguntamos a 52 administraciones en sus portales de transparencia, pero la mayoría o no nos contestaban o lo hacían con una lista que ya era de acceso público. Después consultamos el catastro e hicimos trabajo de campo. Somos conscientes de que quedan muchos suelos públicos de los que no hemos podido tener una documentación oficial para asegurar su titularidad.
¿Alguna sorpresa? ¿Algo es público y pensaban que era privado o viceversa?
Nos llevamos sorpresa con la opacidad de las administraciones. El depósito de coches de O Martinete, por ejemplo, no hay manera de saber si es público o privado. Al igual que ese, hay un montón de suelos. Entre otros objetivos más teóricos, la cartografía tiene objetivos prácticos, como poder participar en debates de actualidad, como el tema de la crisis de la vivienda. Queríamos saber cuántos suelos tiene el Concello en los que puede edificar. Llevamos décadas que parece que no hay suelo y claro que hay suelo. Hay un solar grande en Os Rosales, otro en la plaza Porticada... Solares edificables que no necesitarían ni de plan parcial ni de nada, que ya son urbanos y que no se han edificado porque no se ha puesto esa voluntad política. Queríamos una cartografía que nos fuera diciendo todas estas cosas. Si conseguimos continuar este proyecto, nuestra idea es seguir con este tipo de peticiones e ir más allá, pero necesitamos financiación para ir al registro de la propiedad, por ejemplo.
¿Hay algún momento en la historia de la ciudad en la que más suelo pase de público a privado?
Lo hemos visto en las últimas décadas en la ciudad, ha habido muchos intentos de vender patrimonio público, tanto por parte de ministerios como del Ayuntamiento y del Puerto, que intentó vender el Finisterre y se paró a tiempo. Las administraciones públicas utilizan la misma lógica de funcionamiento que las entidades privadas a la hora de gestionar el suelo, lo que nos parece una locura, que lleva a disparates como lo que está pasando con la cárcel. Estamos en una disputa entre dos administraciones públicas que han dejado que un bien con valores patrimoniales, se vaya a la ruina, simplemente porque en un momento dado el Estado consideró que tenía que tratar esa propiedad como un activo inmobiliario y no reconocer que se lo había cedido hace un siglo el Concello.
Ahora que hay debate con la vivienda pública, ¿hay terrenos para hacerla sin acudir, por ejemplo, a expropiar el Monte Mero?
La Sareb no nos ha dado información, pero tenemos situadas parcelas que les pertenecen, como los edificios grandes de la avenida de Fisterra. Se puede construir también en el suelo de la cantera de Mesejo, que es urbanizable. Las administraciones que más opacas han sido, han sido, precisamente, las vinculadas a lo inmobiliario, com la Sareb, Xestur o el Instituto Galego de Vivenda e Solo, pero también el ADIF.
¿Quiénes son los grandes tenedores de la ciudad?
En superficie, es el Puerto, pero también Defensa, que tiene la fábrica de armas, la Hípica, el Cuartel de Atocha... Si conseguimos continuar el proyecto podremos completar la información. Con esto queríamos averiguar con qué suelos cuenta lo público que no estén siendo utilizados y dónde se podría promover vivienda pública ya. Hay muchos debates contemporáneos en torno a la producción agraria, o a la expansión del eucalipto, o a la instalación de parques eólico, y queríamos pensar también qué es lo que está pasando con los suelos públicos que están en las periferias del municipio y que a lo mejor no tienen usos y en los que se podrían plantear este tipo de nuevos usos. Hay debates ya más teóricos sobre el tema de los comunes urbanos o el derecho a la ciudad y empezar a plantearlo desde lo público, sobre todo en un contexto global de esta ola reaccionaria que sabemos que va a ir contra lo público y hay que inventar mecanismos para volver a encantar a lo público.
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