Las campanas que se hacen oír

El investigador y divulgador de historia y del patrimonio gallego Xosé Troiano Carril cuenta las particularidades y curiosidades de las campanas que se hacen oír alrededor de A Coruña: "Eran lo que hoy es el Whatsapp"

Xosé Troiano Carril, con las campañas de la Colegiata de Santa María del Campo, de fondo.

Xosé Troiano Carril, con las campañas de la Colegiata de Santa María del Campo, de fondo. / Iago López

"Las campanas eran en su momento, lo que es el WhatsApp hoy en día", comenta el investigador y divulgador de historia y del patrimonio gallego Xosé Troiano Carril. El especialista en campanas de la ciudad de A Coruña, sobre cuya historia disertó ayer en la sede de Amigos dos Museos de Galicia, comenta la importancia cultural y la finalidad que tenía este instrumento en la antigüedad. "La campana era la llamada a misa. También informaba si fallecía algún vecino y hasta los días que había fiesta", comenta Troiano.

El historiador comenta que A Coruña tiene varias campanas "icónicas". La más antigua de la ciudad data del 1714, pero se encuentra en una iglesia de 1966. En la de Santo Tomás Apóstol, en la calle de la Torre. "Se cree que pertenecía a la capilla de San Roque o a la que se encontraba detrás del colegio de As Atochas. Cuando estas capillas desaparecieron, movieron la campana a donde está actualmente", señala Troiano.

Campanas de la Colegiata de Santa María del Campo.

Campanas de la Colegiata de Santa María del Campo. / Iago López

Otro caso particular es la campana principal de la Colegiata de Santa María del Campo. Es la más pesada de toda la ciudad, con 1.700 kilos. Pero esa no es su única característica sobresaliente. "La campana data del 1973, es bastante reciente. Tiene una cruz bastante particular porque está coronada por distintas iniciales. Esas letras recitan un Salmo, que se usaba en la antigüedad, para exorcizar a las personas que se creía que tenían el Diablo dentro", comenta.

El investigador explica que todas las campanas deben ser de bronce, con una aleación de 80% de cobre y 20% de estaño. "La modificación del porcentaje de estos metales puede provocar grandes cambios estructurales. Por ejemplo, si el cobre aumenta, la campana se hace más dura, pero su sonido se vuelve más grave, y feo. Si se le pone más estaño, la campana suena más aguda, pero se vuelve más débil y se puede romper como el cristal", explica.

"La campana más antigua de la ciudad data del 1714 y está en Santo Tomás Apóstol"

Xosé Troiano comenta que fundó, con otros especialistas y aficionados de las campanas, la Asociación Cultural de Campaneiros de Galicia. "Solemos tocar en la Catedral de Santiago, sobre todo para las fiestas", indica. Además, gracias a la asociación, se está recobrando el toque manual de las campanas y el oficio de campanero. "Estamos atrayendo gente nueva a un oficio que se está extinguiendo. Hoy ser campanero puede significar dos cosas. Por un lado, el oficio de crear campanas. Por el otro, la persona que las toca", señala el especialista.

En la actualidad, la ciudad de A Coruña tiene la totalidad de las campanas automatizadas. Según explica Troiano, esto llevó a la pérdida del oficio del campanero y a la forma en la que escuchamos este objeto. "Cuando se automatizan las campanas, su sonido cambia radicalmente", comenta.

Como dato curioso, el investigador explica que Galicia aún tiene un obrador de campanas. "Es una familia de Caldas de Reis , que se dedican a la creación de este objeto desde 1600", apostilla el investigador.

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