Consenso entre Estado, Xunta, Concello y Puerto en las líneas de futuro de los muelles de A Coruña, con las actuaciones concretas por definir
Junto con Adif y Puertos del Estado, acuerdan financiar a partes iguales los 3,3 millones que costará redactar un plan para reformar el litoral entre los Jardines y la playa de Oza, tras dos intentos de acuerdos que quedaron atascados

Comisión de Coruña Marítima celebrada este viernes. / Carlos Pardellas
Estado, Xunta, Concello y Puerto consensuaron este viernes las nuevas líneas estratégicas para transformar urbanísticamente el litoral en la segunda reunión de la comisión Coruña Marítima. Hubo votos favorables de las cuatro administraciones, así como de Adif y Puertos del Estado, también presentes en la reunión, para sacar un concurso internacional para redactar un plan para el espacio que se extiende entre Batería, a la altura de Méndez Núñez, y la playa de Oza. También están presentes los partidos con representación municipal, y el BNG se abstuvo. Los gastos asociados al plan, unos 3,3 millones de euros, se pagarán a partes iguales entre las seis administraciones y entidades, si bien este viernes se firmó un borrador de convenio para financiarlos y no el acuerdo final.
Aún queda mucho por hacer antes de tener proyectos definitivos: no están redactadas las bases del concurso y el documento final no se finalizará, al menos, hasta 2027. Pero las administraciones pactaron y dieron el visto bueno este viernes a puntos clave. La idea es desarrollar equipamientos en Batería, Calvo Sotelo y Linares Rivas, los muelles más pequeños y septentrionales, mientras que para el muelle de San Diego, ante el parque del mismo nombre, se plantea un multiusos cubierto de gran tamaño, viviendas y hoteles, así como la desembocadura del río Monelos, que actualmente está soterrado. No se sabe cuánta vivienda habrá, y tampoco qué porcentaje será pública o privada.
Las administraciones están de acuerdo en mantener tráficos portuarios y pesqueros en los muelles. La idea es conservar las descargas que no supongan molestias a los vecinos en los muelles del Centenario, y concentrar la pesca y sus actividades relacionadas, incluida la lonja, en las instalaciones que ahora ocupa Repsol en el muelle Petrolero y a la vecina dársena de Oza, donde ya atraca la flota pesquera. Se reformulará el viario y las líneas de bus, con posibles soterramientos de tráfico en las vías que separan los muelles de la ciudad, desde la avenida del Puerto y la del Ejército. Para la zona de la plaza de Ourense se plantea un intercambiador para que los viajeros de fuera de la ciudad desembarquen, y se estudia que lleguen a esta zona un cercanías de Betanzos y un tranvía que circule por vías de tren.
Xunta, Concello y Autoridad Portuaria destacaron tras la reunión de este viernes que se trata de un proyecto que se prolongará décadas y que sufrirá transformaciones, pero también la buena sintonía entre las administraciones tras años de desencuentros por el futuro de los muelles e intentos abortados de construir una alternativa al convenio de 2004. El presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, agradeció el trabajo de los grupos técnicos de los últimos meses, con un «nivel muy alto», así como de las entidades que aportaron ideas en la comisión municipal, y celebró la unión entre administraciones.
Lo mismo indicó el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, que destacó que se ha trabajado con «lealtad y transparencia». La alcaldesa, Inés Rey, señaló que «estamos viviendo un momento especial de consenso, acuerdo y alta política», y prometió que esta es la base para la «mayor transformación de este siglo» en la ciudad, que se hará pensando en A Coruña y será emblemática, sostenible e innovadora. En los muelles, prometió, habrá espacio para todo, desde crear vivienda o espacios verdes a mantener el tráfico de cruceros o la pesca.
Años de desacuerdos
La regidora afirmó que «llevamos 20 años sin sentarnos todos a la misma mesa», en referencia a la falta de acuerdos para el futuro de los muelles. En 2004 el Estado, la Xunta y los Ayuntamientos de A Coruña y Arteixo firmaron un pacto para construir miles de pisos, así como hoteles y espacios comerciales, en los muelles. El beneficio se dedicaría a abonar la construcción del puerto exterior, que generó a la Autoridad Portuaria una deuda millonaria que todavía arrastra, que en 2024 estaba en 267 millones.
Esto tuvo una amplia oposición vecinal, pero, durante años, el Estado, acreedor de la Autoridad Portuaria, se empeñó en que se debía hacer caja. En 2017 el entonces alcalde, Xulio Ferreiro, propuso a la Xunta participar en un consorcio para mantener la titularidad pública de los muelles interiores que nunca se concretó. En abril de 2018 el Gobierno central y la Xunta, ambos gobernados por el PP, firmaron un protocolo sin tener en cuenta al Ayuntamiento, en el que blindaban como públicos unos 90.000 metros cuadrados de muelles, pero mantenían la construcción de vivienda.
El protocolo nunca se convirtió en un convenio en firme, y cuando la socialista Inés Rey llegó la Alcaldía en 2019 se comprometió a una nueva negociación con el Ejecutivo central, también con el PSOE al frente. Pidió una condonación de la deuda del Puerto «total o parcial», pero el Estado se enrocó en cobrar, y puso como condición para flexibilizar los pagos que otras administraciones pagasen por adquirir los muelles y que no hubiese cesión gratuita de estos.
En 2021, la Xunta propuso invertir 20 millones en los muelles interiores y adquirir el 51% de Batería y Calvo Sotelo; en julio, el Gobierno local hizo una contraoferta, y tras varias reuniones se llegó a una propuesta para repartirse la propiedad. El 75% sería para el Concello, el 20% para la Xunta y el 5% para el Puerto.
Pero el Gobierno local no quiso firmar por discrepancias con la Xunta sobre cómo se tendrían que repartir los gastos de urbanización. En el nuevo protocolo firmado en mayo del año pasado por las administraciones, base del trabajo que se está realizando en la comisión Coruña Marítima, el Estado renunció al fin a ingresar por la privatización de suelo en Batería y Calvo Sotelo, pero no a obtener fondos por San Diego.
El PP duda de la «credibilidad» de Rey para cumplir los pactos
El portavoz municipal del PP, Miguel Lorenzo, afirmó tras la reunión del viernes que ve como un «hándicap» para el desarrollo de los muelles que la alcaldesa, Inés Rey, presida la comisión entre administraciones que debe definirlo. «Para mí no tiene mucha credibilidad», criticó y la acusó de «desdecirse» hace años y no firmar un acuerdo para reurbanizar Batería y Calvo Sotelo.
El político reclamó que «todas las administraciones» respalden el proyecto, que será «largo» e implicará trabajo durante décadas. Considera que hay que «darle participación a la ciudadanía» y valoró las aportaciones de las entidades que acudieron durante los meses pasados a una comisión municipal para dar sus opiniones sobre el futuro de los muelles. También afirmó que «hay que solventar» la deuda millonaria de la Autoridad Portuaria asumida para construir el puerto exterior, y redefinir los convenios de 2004, que preveían cubrir el coste construyendo vivienda en los muelles interiores.
El BNG se abstiene por su oposición a vender terrenos
El BNG se abstuvo en la votación del viernes sobre el esquema de contratación y las bases para elaborar los pliegos del concurso internacional para elaborar un plan sobre el futuro de los muelles. El portavoz municipal, Francisco Jorquera, explicó que ven «luces y sombras» en las líneas estratégicas pactadas. Entre las segundas, critica que siga abierta la puerta a vender «activos portuarios» para pagar la deuda por la construcción del puerto exterior.
Los nacionalistas creen que la deuda debe ser condonada por el Estado y que los muelles interiores tienen que seguir siendo públicos. Critican que el concurso internacional sobre el futuro de los muelles sea «restringido», pues se elegirá a cinco postulantes que optarán a elaborar el documento final y esto «dificulta la participación de personas expertas de nuestra ciudad». Jorquera puntualiza que «estamos en el inicio de un proceso que será largo» y señala que el proyecto recoge «propuestas históricas» del BNG, como el tren de cercanías.
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