El Rosalía de Castro celebra la diferencia

Los alumnos del centro conmemoran el Día de la Discapacidad con actividades como ‘goalball’ o fútbol para invidentes con pelotas sonoras, una canción en lengua de signos, su propia Carrera Enki para la inclusión y un ‘Paseo de la Fama’ de personas con discapacidad, que incluye desde famosos hasta escolares del colegio

El Rosalía de Castro celebra la diferencia

Iago López

En el centro Rosalía de Castro llevan varias semanas celebrando una realidad que a veces pasa desapercibida: que las diferencias no tienen que suponer necesariamente barreras que nos separen unos de otros. En total, más de un mes de actividades en torno a la discapacidad que culminaron ayer con una jornada que mezcló fútbol con los ojos tapados, carreras de obstáculos inclusivos y hasta una canción en lengua de signos que despertó la emoción de más de uno en el patio del Rosalía.

«La idea partió del equipo de biblioteca del centro. Nunca se había hecho algo así, queríamos celebrar el día de la discapacidad y se nos empezaron a ocurrir muchas cosas», relata Laura Andrade, maestra de una de las clases de primaria implicadas en la celebración. O, en realidad, en las celebraciones, porque la iniciativa invita a hablar en plural.

Los actos comenzaron el 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, con un Paseo de la Fama diseñado por la profesional de Pedagogía Terapéutica del colegio, Ana Novo, que mezclaba los rostros de personas famosas y no famosas con algún tipo de diversidad funcional: desde el Langui, rapero aquejado de un trastorno motor, Carme Chaparro, que padece sordera de un oído, o Winnie Harlow, popular modelo con vitiligo. «También incluimos a alumnos del centro en el Paseo de la Fama, pero no se especificaba su discapacidad, solo sus nombres, como en Hollywood», cuenta Andrade.

Tras un mes trabajando sobre el tema en las aulas, este viernes llegó el gran día. Escolares de infantil y de primaria se dieron cita en el patio para emular la que ya es una de las iniciativas imprescindibles en materia de inclusión en la ciudad: la Carrera Enki, también en este caso, con distintas postas y obstáculos. Los alumnos pudieron elaborar un mural en el que pintaron, con la boca y sin ayuda de las manos, la palabra «Humanidad», o probar el goalball, o fútbol adaptado a personas invidentes. «Consiste en llevar los ojos tapados y guiarse con pelotas sonoras que nos prestó la ONCE», señala la profesora.

Escolares juegan al ‘goalball’, fútbol para personas invidentes.  | | IAGO LÓPEZ

Escolares juegan al ‘goalball’, fútbol para personas invidentes. / IAGO LÓPEZ

La nota más emocionante de la jornada, sin duda, la puso su colofón, cuando alumnos de Primaria unieron sus manos para interpretar, en lengua de signos, la canción Diferentes diferenzas, de Silvia Penide, demostrando que no hay barrera que no se pueda tumbar si hay voluntad. «Creo que salieron mucho más concienciados, con más empatía y sabiendo ponerse en la piel del otro», resume Andrade.

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