«Desde el momento en que leí ‘Burro’, me enamoró»

El actor Carlos Hipólito protagoniza ‘Burro’, la exitosa obra del Álvaro Tato, en el teatro Rosalía . Un monólogo con música en directo basado en textos clásicos sobre asnos, que llevará al público a reflexionar

Carlos Hipólito, en el teatro, interpretando a ‘Burro’. | Cedida

Carlos Hipólito, en el teatro, interpretando a ‘Burro’. | Cedida

El reconocido actor y locutor Carlos Hipólito se pondrá en la piel de un burro, hoy y mañana, en el teatro Rosalía de Castro (Riego de Agua, 37), donde demostrará que este animal tiene más sentimientos y poesía dentro que lo que piensa el ser humano.

Un espectáculo sobre un burro, un poco particular para un actor que ha hecho personajes tan importantes como Macbeth, Felipe II y Julio César. ¿Se imaginaba convirtiéndose en este animal encima del escenario?

La verdad es que no. Ha sido una gran oportunidad pasarlo bien y de divertirme arriba del escenario. Porque el personaje es hermoso, lleno de matices, emociones y que me permite, como intérprete, pasar por muchos lugares. Es estupendo. Tiene la dificultad añadida de que no es un ser humano, pero no es la primera vez que me toca hacer de un animal en el escenario.

El personaje principal de la obra es un asno, sin nombre, que tiene seis mil años de edad, que está atado a una estaca y le cuenta su vida a su sombra, que al final resultan ser los espectadores…

El arranque de la función es ese burro atado a una estaca, en una finca abandonada, que de repente ve que un incendio forestal se acerca, y asustado empieza a hablar de su sombra. Descubrimos que tiene seis mil años y que, lleva toda la vida al lado de los seres humanos. Con lo cual, inevitablemente, su historia, es la historia de la humanidad, vista a través de los ojos de este animal.

La obra de teatro es un monologo, pero no está solo en el escenario. Lo acompañan Manuel Lavandera, guitarrista; Fran García, en teclados y percusión, e Iballa Rodríguez, en la flauta traversa. ¿Qué importancia tiene la música en la obra?

El espectáculo tiene formato de monólogo, pero no es un monólogo. Sí es verdad que el hilo narrativo lo lleva este asno. Pero en la historia van apareciendo muchos personajes, que también voy incorporando, por lo que llego a hacer 14 diferentes. Esto es muy grato, muy divertido. Además, la música tiene un poder evocador enorme, porque a todos los seres humanos nos lleva siempre a algún lugar. En este caso, la partitura de Yayo Cáceres es realmente bonita. Hay una música permanentemente presente en la obra, que es muy ilustrativa de lo que vamos viendo.

Álvaro Tato, que es el autor del texto de la obra, le ha dado un carácter muy poético a una obra que tiene una temática particular, ¿Cómo es trabajar con él?

Burro es uno de los textos más hermosos que he tenido entre manos porque es una gran apuesta dramática. Dramatúrgicamente hablando, es muy original y está lleno de poesía. A mí, desde el primer momento que lo leí, el texto me enamoró. Este burro que nos cuenta su historia es muy divertido, tierno y culto. Álvaro Tato se ha servido de la literatura universal que han tenido al asno como protagonista. En cualquier caso, es un texto lleno de poesía, ironía y mensajes, porque es muy animalista. En ese sentido, le está dando boca a una especie que es un animal que fue maltratado por la raza humana, durante años.

¿Qué cree que es lo que llama la atención de los asnos, para que haya tanta literatura al respecto?

Creo que es curioso, porque pese a ser un animal que nos acompaña a los seres humanos desde siempre, no es considerado un animal de compañía. El burro ha sido una herramienta, la clase obrera de los animales. Cuando dejaron de sernos útiles, porque el mundo se mecanizó, los olvidamos y los dejamos abandonados en parcelas, o fueron carne de matadero. Además, tampoco entiendo por qué alguien, hace siglos, decidió que el burro era sinónimo de tonto, cosa que a mi parecer es incomprensible, porque los burros son muy inteligentes y muy cariñosos. Todo eso hace que se haya utilizado al burro como símbolo de la torpeza, y eso hace juego en la literatura.

¿Cree que la obra deja una «huella» en el público?

Sí. De hecho, la gente nos lo dice, comentan que la obra emociona.

Está realizando una gira por toda España con Burro, ¿cómo es vivir lejos de casa, con los que uno quiere?

Llevó más de 40 años haciendo giras de teatro y siempre me ha gustado hacerlas. Con los años, a veces da pereza salir de casa, pero lo bonito es el reencuentro con el público.

¿Le queda algún personaje por representar que diga, «es mi sueño interpretar este papel»?

Me han tocado personajes tan bonitos, con los cuales fui creciendo encima del escenario, que realmente me siento bien pagado por este oficio. Por eso, no tengo ningún deseo especial de hacer nada. Quiero hacer lo que venga, porque, seguramente, sea bueno. Me siento demasiado caprichoso si digo «quiero hacer esto».

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