Entrevista | Álvaro Michelena Investigador de la Universidade da Coruña

«Con IA y un collar sabemos cuándo la vaca entra en celo»

El investigador Álvaro Michelena.

El investigador Álvaro Michelena. / La Opinión

Álvaro Michelena estudió Ingeniería Electrónica en la Universidade da Coruña y, tras participar en proyectos de investigación de inteligencia artificial para fines militares y empresariales, acaba de presentar una tesis sobre aplicarla en el sector ganadero.

Su investigación sale de una colaboración de la Universidade con la empresa gallega Innogando, que desarrolla collares con sensores para vacas para controlarlas.

Es una startup de gente joven. Los dispositivos se ponen en el cuello del animal, en el lado izquierdo, y registran principalmente sus movimientos. Estos luego se traducen en distintos comportamientos: pastar, rumiar, descansar... Y a partir de eso, nosotros generamos perfiles de comportamiento normal. La vaca suele tener un comportamiento relativamente estándar, salvo que le pase algo. Cuando detectamos desviaciones, las correlacionamos con eventos como el celo, el parto, o determinadas enfermedades.

¿Por qué usan inteligencia artificial (IA) para esto?

Le dimos al sistema la característica de ser más inteligente: que no sea capaz solo de monitorizar al animal sino también de detectar los cambios en los patrones de comportamiento y relacionarlos con diferentes eventos.

¿Cómo fue el trabajo?

Al principio, partimos de dato que nos aparecen, con una frecuencia horaria. Es decir, de esta hora a esta hora la vaca hizo tantos minutos de esta actividad. A partir de ahí vamos generando un modelo del comportamiento. En un primer paso, el programa tiene una fase de entrenamiento: le damos datos y le decimos si el comportamiento es normal, o en celo, pues ahí está algo más activa, deja de rumiar... Y el programa, a partir de esto, va aprendiendo. En una segunda fase, hacemos la validación, y probamos si el programa aprendió realmente.

¿Qué es lo que ya pueden hacer?

Lo que más trabajamos es el celo, somos capaces de detectar casi en tiempo real cuando entra. Estamos intentando predecirlo, aunque es más complicado hacerlo solo con el comportamiento, para aumentar la tasa de éxito de los tratamientos de reproducción. Si somos capaces de saber cuando la vaca entra en celo, eso se lo indicamos al ganadero por una aplicación de móvil y podemos mejorar mucho la tasa de éxito de la inseminación artificial. Y aumentamos mucho el bienestar del animal. El collar para la vaca no es un impedimento de movimiento, ni es una incomodidad. Y si somos capaces de detectar enfermedades desde el principio, aumentamos la tasa de éxito de los tratamientos.

¿Esto está pensado para ganado suelto o estabulado?

Lo que está en la tesis está validado y entrenado con animales de diferentes explotaciones de leche en intensivo, aunque valdría también para carne. Estamos trabajando con explotaciones en extensivo. Ahí hay una mayor variabilidad de los datos, pero la línea de investigación es poder aplicarlo a este otro sector.

¿Trataron la parte comercial?

Eso lo podría comentar mejor Innogando: nosotros generamos el conocimiento y se lo damos a la empresa, que toma las decisiones de aplicarlo o no. Ellos tienen bastante éxito a la hora de análisis de comportamiento: el ganadero puede ver desde una aplicación móvil cómo se están comportando las vacas, y tienen un sistema de generación de alertas que funciona bastante bien.

¿Lo aplicarán a otras especies?

Vamos a continuar la línea de investigación, comprobando las propuestas con un mayor volumen de datos, animales de distintas regiones, distintas razas... Y mejorar para detectar cuándo la vaca va a entrar en parto, así como detectar diferentes enfermedades, algo que es complejo de determinar solo con un análisis del comportamiento.

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