El auge del empleo de A Coruña deja atrás a mujeres y mayores: estas son las causas

Los sindicatos reclaman políticas públicas de reciclaje laboral, y ayudas a la conciliación para blindar las trayectorias profesionales femeninas

Feria de empleo para mayores de 45 años que organizó la Cámara de Comercio en mayo.  | |  CARLOS PARDELLAS

Feria de empleo para mayores de 45 años que organizó la Cámara de Comercio en mayo. | | CARLOS PARDELLAS

Si solo se miran las cifras globales, el mercado laboral coruñés está en auge y batiendo marcas. En el último trimestre del año pasado el numero de vecinos trabajando rozó los 100.000, de acuerdo con el Instituto Galego de Estatística (IGE): un 8% más que hace cinco años, y un 15,5% por encima de los datos de 2015. Pero pese a la pujanza económica, y a que los empresarios protestan por la falta de personal cualificado, miles de vecinos no tienen trabajo. El Servicio Público de Empleo (SEPE) contabilizó más de 12.300 demandantes de empleo en diciembre. Casi 6.900, un 56%, fueron mujeres, y el 61% de los parados tenían 45 años o más. El presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC), Antonio Fontenla, afirmó a este diario que aprovechar el talento de mayores es un «reto» para las empresas de la comarca, pero los sindicatos coinciden en reclamar políticas públicas para dar empleo a los más vulnerables.

Desde Comisiones Obreras, explica su secretario comarcal, José Cristóbal González, ven los datos «con preocupación: estamos en una especie de nueva revolución industrial, y la gente sin formación queda lamentablemente fuera» de los nuevos empleos que se crean. «El mercado laboral los excluye», resume el líder sindical, que reclama que las empresas «no opten por la vía más rápida, el despido» sino que busquen formas de reciclar a los trabajadores; pero ve necesario un «acompañamiento» con ayudas públicas que hagan ver a los patronos que esto «no son un gasto, sino una inversión». Muchos mayores parados quedan cobrando la paga de 400 euros, lo que es «un drama tremendo: te sientes fuera de la sociedad, inútil, frustrado», y «tampoco es razonable económicamente».

Esta situación se ceba en las mujeres, con más dificultades de acceso al empleo y probabilidad de tener que dejarlo para cuidar a un dependiente. Muchas, indica González, dejan el trabajo para atender a otras personas y tienen dificultades para volver, y entre las más cercanas en la jubilación hay una alta cantidad de empleados en puestos «muy feminizados» de bajos salarios y para los que hay poca demanda. González pide más derechos sociales y ayudas a la dependencia, así como mejorar las condiciones de los que trabajan en este sector.

«El gran problema estructural del mercado de trabajo en España es el empleo femenino», señala Ángel Iglesias, secretario general de UGT en A Coruña. Las mujeres cobran menos, tienen más jornadas parciales no deseadas, y siguen asumiendo los cuidados de niños y dependientes. Si bien el sindicalista señala que el número de contratos de mujeres está subiendo más que los de hombres en términos relativos, «se siguen dando esas dificultades».

Y las empresas también están prescindiendo de los trabajadores mayores, y contratándolos menos. El elevado número de desempleados de 45 años o más, afirma, «es un claro indicar de la dificultad de recualificación profesional» a esas edades: gente que no tiene formación para los puestos que se ofrecen, sin que haya «planes para recualificarlos y volver a integrarlos en el mercado laboral». Aquí, considera, «las Administraciones están fallando», falta un «plan de formación» que permita a los trabajadores adaptarse para otros sectores y las empresas optan por «reducir plantilla y mandan gente al paro» cuando consideran que ya no necesitan a los empleados. Y, así, se forma una «bolsa de paro» con gente que tarda mucho en encontrar un empleo.

O que ni lo busca. Entre los demandantes de trabajo coruñeses en el pasado diciembre, cerca de 2.200 tenían 60 años o más. Superan ampliamente a los desempleados de entre 16 y 29 años, que suman algo más de 1.300. Aquí hay «mucha gente que probablemente no vuelva a trabajar», algunos expulsados de sectores que «han perdido mucha mano de obra» como el financiero, y que cobran el subsidio de desempleo en espera de poder jubilarse.

El sector servicios, «precario»

Xavier Filgueira, secretario de la CIG en la comarca de A Coruña, señala que los datos muestran un «mercado laboral envejecido» en el que «no hay renovación con mano de obra nueva». Galicia, argumenta, sufre un descenso de la población activa (la que tiene trabajo o lo busca), y la última Encuesta de Población Activa (EPA) refleja que el porcentaje de esta sobre el total de gallegos es «uno de los más bajos de la UE».

Además, considera Filgueira, la ocupación en A Coruña es fundamentalmente en los servicios, y el empleo que se crea en el tercer sector «fundamentalmente es inestable y precario», con contratos a tiempo parcial y fijos discontinuos. «Se necesitan políticas encaminadas a consolidar el empleo estable y de calidad, y también políticas activas de formación dirigidas a aquellos colectivos con mayor dificultad de inserción laboral», insiste el líder sindical.

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