Centenares de sanitarios y personal de vigilancia reclaman más seguridad en el CHUAC tras la agresión de un paciente a un enfermero y un vigilante
Los vigilantes solicitan que se les dote de espray de defensa para evitar agresiones | Los manifestantes piden la dimisión de la gerencia, que promete que revisará los protocolos de actuación

Gemma Malvido
Centenares de sanitarios y personal de vigilancia del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac) se concentraron este martes en la puerta de Urgencias para demandar mejoras en la seguridad del centro y evitar, de este modo, agresiones como la cometida por un paciente este lunes, que acabó con un enfermero, Ismael, ingresado, por una herida con arma blanca, y un vigilante, Marcos, que asistió a la concentración, pero con lesiones en la cara.

Protesta en el Chuac tras agredir un paciente con arma blanca a un enfermero y un vigilante / Iago López
Los trabajadores pidieron la dimisión de la gerencia, al entender que no está garantizando la seguridad ni del personal sanitario ni de los trabajadores de vigilancia que prestan servicio en el hospital ni de los propios pacientes. Corearon consignas como: «Coa nosa vida non se xoga»; «Mala xestión, xerencia dimisión»; «Non queremos fotos, queremos solucións»; «Dignidade para os doentes» y «Stop agresións». Tanto el enfermero agredido como el vigilante de seguridad evolucionan favorablemente. El sanitario fue operado y trasladado a planta, y el vigilante se recupera de los cortes sufridos.
Preguntado por este extremo, el gerente del área sanitaria de A Coruña, Luis Verde, explicó ayer que se revisarán los protocolos para determinar cómo sucedió el ataque. «Lo que toca ahora es trabajar todos juntos, tenemos convocado ahora un comité de seguridad y salud para poder analizar los pormenores de lo sucedido y para revisar nuestros protocolos y formas de actuación para evitar situaciones como estas», comentó Verde entre gritos de «fuera, fuera».
La comisión de centro denuncia que los actos violentos no son hechos aislados
El secretario de Organización de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada del sindicato USO, Iván Blanco, incidió en que los protocolos de actuación habían fallado, ya que el paciente accedió a las dependencias sanitarias con un arma blanca. «El paciente venía con la Guardia Civil y no fue cacheado, quedó en la sala de espera y cuando el enfermero va a darle el tratamiento, llevaba un cuchillo», comentó.
La Guardia Civil, sin embargo, hace otro relato de los hechos. Fuentes del instituto armado explicaron ayer a este diario que recibieron una llamada del 061 para un servicio en Culleredo y que fueron movilizados tanto sus agentes como los de la Policía Local. Los funcionarios subieron a la vivienda y encontraron al hombre con una actitud «colaborativa en todo momento», tanto a la hora de abandonar el edificio, como a la de subirse a la ambulancia, algo que hizo voluntariamente, por lo que, según explicaron fuentes de la Guardia Civil, dieron por finalizado el servicio, al dejar al hombre en manos de los sanitarios.
El Gobierno prevé que los sanitarios sean autoridad pública y la Xunta analizará lo sucedido
La ministra de Sanidad, Mónica García, escribió un mensaje en la red social X —antes Twitter— sobre la agresión registrada el lunes en el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña: «La violencia contra los profesionales sanitarios es inaceptable. Por eso vamos a reconocerles como autoridad pública, reforzando la seguridad de quienes nos cuidan».
El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, avanzó que se realizará «un análisis estricto de lo que pasó». Desveló también que había hablado con el enfermero agredido, que está ingresado tras recibir tres cuchilladas en el abdomen y un corte en la cara, y avanzó que recibiría el alta en las próximas horas. Sobre si hará falta reforzar la seguridad o alguna otra medida, como separar a pacientes psiquiátricos del resto en urgencias, el conselleiro ha insistido en que se hará «un análisis causa-raíz», desde que el propio paciente «salió de su casa» y fue trasladado al hospital por el 061, para «ver si los protocolos se cumplieron y si en algún momento ha habido algún error». «En función de eso, se verá si hay algo que modificar o no» y añadió que «no es lógico que un paciente entre en un hospital con un arma blanca».
También se hicieron eco de estos hechos el sindicato UGT, que no descarta el inicio de movilizaciones para lograr que se dote de mejoras al personal de vigilancia que presta servicio en los centros sanitarios, y Comisiones Obreras. «UGT solicita que se implante un plus que compense la peligrosidad», así como que se dote a la plantilla de equipos de protección adecuados, tales como chalecos, guantes anticorte y espray de gel.
También el Colegio de Enfermería solicitó más medios para los profesionales que, a diario, prestan servicio en los centros sanitarios.
Blanco se quejó también de que no les permitan llevar un espray de defensa para «garantizar la protección de los usuarios y de los trabajadores» y de la falta de medios, a pesar de que se los han pedido a la gerencia en repetidas ocasiones. Aseguró, como también los hicieron sanitarios, que es «frecuente» que se produzcan agresiones en los centros hospitalarios.
La presidenta de la comisión de centro, María Formoso, solicitó más medios para poder atender a los pacientes y para realizar la labor sanitaria en condiciones de seguridad. «No tenemos los espacios adecuados para hacer frente a los pacientes de salud mental y el personal de urgencias no es especialista en este tipo de patologías. La unidad de agudos de Oza, que es la que está dotada para estas patologías, está constantemente colapsada. Llevamos mucho tiempo solicitando el incremento de personal y habitaciones en esas unidades pero nunca llega», denunció Formoso.
«Ahora mismo tenemos profesionales del ámbito sanitario, como son los técnicos de cuidados que son las que se encargan de hacer la vigilancia de los pacientes, antes contábamos con los profesionales de seguridad, ahora no y eso reduce los profesionales que pueden echar una mano, pero agresiones se sufren habitualmente, no es un hecho aislado», evidenció Formoso, que quiso aclarar que, aunque en este caso la agresión la propició un paciente de salud mental, también se producen ataques en otras áreas sanitarias.
El personal que trabaja en el hospital mostraba ayer su indignación por el ataque que recibieron sus compañeros Ismael y Marcos porque las víctimas podrían haber sido cualquiera de ellos y porque el resultado de la agresión podría haber sido incluso mucho peor, por los medios con los que cuentan.
El enfermero agredido este lunes con un arma blanca por un paciente en el servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) permanece estable e ingresado en planta. También resultó herido con un corte en la cara un vigilante de seguridad del centro hospitalario coruñés.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha mostrado su solidaridad con el enfermero agredido por un paciente en el servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). "La violencia contra los profesionales sanitarios es inaceptable. Por eso vamos a reconocerles como "autoridad pública", reforzando la seguridad de quienes nos cuidan", ha señalado la ministra en un mensaje en la red social X.
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