La Domus, una puerta abierta a la ciencia

Escolares de toda Galicia visitan el laboratorio para participar en sus talleres de desarrollo de medicinas

Estudiantes del instituto de Quiroga, ayer, en la Domus. |  Iago López

Estudiantes del instituto de Quiroga, ayer, en la Domus. | Iago López

Bata, gafas, guantes, precaución y muchas ganas de aprender, así se enfrentaron ayer los alumnos y alumnas de primero de Bachillerato del instituto de Quiroga (Lugo) al taller ¿Cómo se desarrollan los medicamentos? que se imparte en la Domus para estudiantes de toda Galicia. Carlota Seoane es la monitora encargada de abrirles a estos jóvenes las puertas del laboratorio y, quién sabe si también de la ciencia. «Lo que queremos es que vean cómo se trabaja en un laboratorio, que vean las técnicas, que las entiendan y los fármacos son casi una excusa para poder entrar en el laboratorio a trabajar y que les pique un poco la curiosidad de la ciencia», comenta Seoane, que, en esta ocasión, propuso a los estudiantes realizar una reacción química, aislar un producto por filtración y, después, utilizar la luz ultravioleta para ver el resultado de sus experimentos. A Alejandro le gusta la química, aunque, como el resto de sus compañeros, es la primera vez que se viste de investigador y que se enfrenta al uso de instrumentos como el balón de reacción o las probetas. Si ayer no visitasen la Domus, cuentan que tendrían clase de Lengua y de Historia, así que, el cambio les pareció «interesante» y «divertido», sobre todo, por hacer algo diferente e introducirse en lo que podría ser su profesión en el futuro.

Seoane fue una de esas niñas a las que siempre le gustaron más las ciencias que las letras, así que, cuando le tocó elegir carrera, se decantó por Biología. Cuando estaba estudiando nunca se imaginó que su vida se dedicaría a la divulgación. «Cuando estudias Biología siempre te imaginas que vas a estar en un laboratorio y yo, al fin y al cabo, estoy en uno», relata Seoane. Sentados en las mesas —cada una de ellas dotada con un grifo y con material de laboratorio— están jóvenes como Nadia o Araceli que muy pronto tendrán que decidir su futuro. Algunos lo tienen claro, quieren aprender más de Química y la Física, otras saben que se decantarán por la Filosofía y algunos, como Mateo, se dieron cuenta de que el experimento que les proponía la Domus parecía más fácil de lo que realmente es.

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