La ‘magia’ musical que hizo volver a brillar la calle San Juan

Músicos y hosteleros recuerdan las primeros sesiones vermú que revitalizaron la zona | Los conciertos siguen, pero con nuevo horario

Músicos y hosteleros de la calle San Juan, en uno de los locales. |  Carlos Pardellas

Músicos y hosteleros de la calle San Juan, en uno de los locales. | Carlos Pardellas

A Coruña

«Aquello fue magia», recuerda Amador Iravedra, antiguo responsable del Ama de la calle San Juan. Este hostelero fue uno de los responsables a la hora de impulsar la música en directo en este templo de la diversión coruñesa. «En el año 2013 venían muchas personas que recordaban la buena época de la calle San Juan. Gente de unos 40 años, de toda clase social, que aprovechan para disfrutar». El éxito de la propuesta llevaba a la calle a gente de toda la ciudad, pero también a otros «que venían de Carballo o Betanzos», recuerda Amador.

En aquella época, la sesión vermú era el horario clave. «Yo creo que se forjaron muchos matrimonios y que algunos niños nacieron de aquellos días», comenta entre risas. La unión de los hosteleros de la zona hizo posible esta iniciativa: «Nosotros y el Ama fuimos los primeros. La idea era dar impulso a la calle aprovechando la sesión vermú», cuenta por otro lado Iván Guitín, responsable de Echoqueai, otro de los establecimientos pioneros en impulsar la música en directo en la calle San Juan.

Al lugar acudían músicos que son un emblema de la ciudad, como Miguel Ladrón de Guevara, conocido como Miguelón: «Recuerdo cuando me invitó Amador a cantar a su bar. Cuando empecé era un rollo de tardeo, la gente estaba tomando algo y comiendo unos callos», explica el músico. Miguel se define como un «rumbero» y cuenta que la gente disfrutaba mucho de este género musical, además de tocar «esas canciones que todo el mundo conoce y son un éxito». Para el artista coruñés, la clave era que «todo el mundo cantara».

Otro de los músicos pioneros fue Pablo Balseiro: «Yo empecé con Miguelón. Antes era un público más familiar. Lo recuerdo como una gran época». El músico, al que sus compañeros definen como «el rey del popurri», también destacaba por tocar temas «de rumba y tipo guateque».

José Brea, conocido como Pájaro, señala que echa de menos aquella época: «Ojalá volviera la sesión vermú». El músico destaca «el ambiente familiar» de aquella época en la que se reunían «personas de todos los barrios de la ciudad». Aunque en su repertorio había canciones animadas, en aquella época también se animaban con grupos como The Beatles, aunque el tirón siempre lo han tenido Estopa o El Canto del Loco.

En su mejor época, la música en la calle San Juan llegó a estar presente durante todo el día. «Se hacían conciertos desde las doce de la mañana hasta la tarde-noche», comentan los músicos. Uno de los conflictos que afrontó la calle, recuerdan, fueron los problemas de ambiente que provocó un after situado en la zona y que hacía que algunas personas acudieran a las sesiones vermú después de una larga noche de fiesta, lo que generó quejas de los vecinos de la calle San Juan y las adyacentes.

La música sigue sonando

Este fue uno de los motivos que provocó que la sesión vermú fuera retrasando su horario, y que ahora los conciertos se hagan más por la tarde-noche. Echeoquehai continúa siendo uno de los locales de referencia: «Sigue habiendo gente y está más controlado, porque tampoco queremos saturar a los vecinos. La calle es muy ecléctica y cada local tiene su estilo de música y su franja de edad», señala su propietario.

Otro local pionero como el Ama continúa también en boga, ahora bajo el mando de Javier García: «Nosotros hacemos un bolo a las 18.00 y otro a las 20.00 horas. No hay un domingo que no se llene. También es importante conciliar con los vecinos y procuramos cerrar antes de medianoche, ya que al día siguiente es lunes y hay que trabajar», comenta.

Uno de los proyectos de Javier fue recuperar aquellas emblemáticas sesiones vermú, pero aunque probó esta idea, no consiguió asentarla: «Lo ideal sería volver a hacerlas y que se animaran más locales, como O Furancho [que volverá tras un cierre temporal]». Amador Iravedra señala que «en la época era algo único, pero ahora se hacen iniciativas a esa hora en muchos puntos de la ciudad».

En esta nueva etapa sigue habiendo música, con artistas que vivieron ambas etapas como Pocho Taxes: «Yo sigo yendo, la gente es exigente, pero va a pasarlo bien y se motiva». El músico ha notado que en este tiempo ha habido un cambio entre el público: «Estuve un tiempo de baja y cuando volví noté que había gente más joven». Este público pide temas de Vetusta o Izal, pero también conoces los clásicos, «seguramente por sus padres», apunta.

Entre los nuevos artistas está El Corta, un músico que destaca por hacer rumba: «Es un género que tiene mucho tirón entre el público y cualquier canción se puede llevar a este ritmo». El artista volvió a la ciudad tras vivir en Estados Unidos, y la calle San Juan le brindó una oportunidad: «Estuve en la construcción, pero gracias a esto pude volver a la música». Otro caso similar es el de Ángel Montoya, que destaca por su flamenco fusión: «Estoy agradecido por poder trabajar y vivir de la música».

El artista explica que actúa también los viernes y sábados en el Compiche: «Lo cogí hace menos de un año, vi que funcionaba la música y hacemos conciertos todo el fin de semana porque a la gente le gusta», cuenta su dueño, Isa Kaya.

Aquella idea que nació hace más de diez años sigue más viva que nunca. Los locales ya se preparan para el Carnaval, una fecha clave para el lugar, donde la música volverá a hacer brillar, una vez más, a la calle San Juan.

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