Los taxistas instalan cámaras para prevenir robos y agresiones: "la monté después de que me apuñalaron"

El sector las utiliza de manera «preventiva»

Taxista con la cámara en su vehículo, junto al espejo retrovisor.

Taxista con la cámara en su vehículo, junto al espejo retrovisor. / Iago López

A Coruña

Los taxistas son unos de los grandes testigos de los hechos que suceden en la ciudad. Preparados para llevar clientes desde todos los puntos de A Coruña, cada vez son más los profesionales de este sector que deciden prevenir antes de que ocurran situaciones inesperadas o violentas dentro de sus herramientas de trabajo. Es por ello que algunos han comenzando a instalar cámaras de vídeovigilancia en el interior de sus vehículos.

Detalle de la cámara. | Iago López

Detalle de la cámara. | Iago López

Los presidentes de las patronales del sector en la ciudad, Antonio Vázquez, de Radio Taxi, y Ricardo Villamisar, de Tele Taxi, comentan que no tienen estimaciones de cuantos coches circulan por la ciudad con este tipo de cámaras de seguridad, ya que no es una obligación por parte de los conductores dar el aviso a las patronales, pero sí confirman la instalación de estos dispositivos en varios vehículos.

Los taxistas pueden instalar dos tipos de cámaras. El primer caso son dispositivos que graban tanto en el interior como en el exterior de los vehículos. El segundo, son cámaras que graban exclusivamente el exterior, instaladas para registrar posibles accidentes de circulación.

En el caso de que las cámaras que filman el interior del vehículo, los taxistas deben seguir la normativa de protección de datos, pidiendo una autorización, para su uso. Además, es necesario que el taxi tenga una pegatina en su exterior para avisar al pasajero que dentro del vehículo será grabado por una cámara. Si graban hacia el interior, no podrán obtener sonidos, ya que esta prohibido; y solamente registrarán imágenes, que podrán ser aportadas en caso de algún accidente vial o si la policía las solicita.

Mari Carmen Valiño Balado es una de las primeras taxistas de A Coruña que instaló una de éstas cámara. «La monté porque hace cinco años fui atracada y me apuñalaron. Me sentía tan indefensa en el taxi que antes de volver a trabajar decidí pedir la autorización en el Ayuntamiento para poder utilizarla», explica Valiño. La taxista se siente más segura con este dispositivo porque «los clientes, al ver que hay una cámara, suelen ser más prudentes».

Julio Berlinas también tiene instalada una cámara que graba en el interior de su coche. Al trabajar en el turno de noche, ésta herramienta le da la posibilidad de «intimidar a los clientes». Berlinas explica que al trabajar por la noche necesitan «tener protección dentro del coche» porque se encuentran «indefensos».

En el caso de las cámaras que exclusivamente graban hacía el exterior, los taxistas no deben pedir ninguna autorización ni señalar en el exterior del vehículo que las tienen instaladas. Jesús Fernández decidió instalar una cámara de este tipo porque si algún día tiene un accidente en la vía pública, tendrá «fotos que respalden el suceso».

Según señalan los conductores, los precios de estas cámaras de vídeovigilancia rondan entre los 300 y los 450 euros, contando la instalación y los trámites que deben realizar para colocarlas.

Como señala Mari Carmen Valiño «sería mucho más fácil si alguna empresa de seguridad ofreciera un servicio completo de instalación, nos facilitaría el trabajo, además de que muchos taxistas optarían por utilizarlas en sus vehículos».

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