Entrevista | Cristina Tejera Médico especialista en Endicronología y Nutrición

«Hay perfiles que te prometen que te curan la diabetes tomándote un té»

‘Afrontar la diabetes. Dieta, insulina y los tratamientos exitosos’ es el libro con el que la facultativa del Hospital de Ferrol Cristina Tejera explica de forma didáctica los tratamientos y la importancia de la alimentación y el ejercicio para la autogestión de esta enfermedad, considerada la gran pandemia de nuestro siglo

La doctora del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol Cristina Tejera.

La doctora del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol Cristina Tejera.

M. González

A Coruña

La especialista en Endocrinología y Nutrición del CHUF Cristina Tejera (Cáceres, 1985), publica Afrontar la diabetes (La Esfera de los Libros), una guía práctica llena de herramientas para los diferentes tipos de diabetes. Además de estrategias basadas en la evidencia científica para manejar los desafíos diarios de la enfermedad, también se incluyen pautas y consejos para cuidar el bienestar físico y emocional de estos pacientes.

¿Qué información aporta en este libro a los pacientes?

Es un libro muy enfocado a las personas con diabetes y sus familias. Hay capítulos que explican los diferentes tipos de diabetes, cómo se regula la glucosa, los tratamientos, la tecnología... Pero hay otros capítulos que se pueden aplicar a las personas sin diabetes, porque son las mismas pautas necesarias para llevar una vida saludable, como el capítulo dedicado a la alimentación, al ejercicio o a la salud mental.

Circulan muchos mitos en torno a esta enfermedad.

Tenemos mucho que pelear. Hay mucha desinformación, por ejemplo, respecto a algunos fármacos, como los agonistas del GLP-1; que, bien empleados, son fármacos muy buenos tanto para la diabetes tipo 2 como para la obesidad. También hay páginas que promueven suspender el tratamiento con insulina para las personas con diabetes tipo 1. Yo he visto casos en la consulta de personas que abandonan el tratamiento con insulina, que para ellos es vital, porque habían leído en algún sitio que podían hacerlo. Hay también perfiles que te prometen que te van a curar la diabetes tomándote un té o algún producto. Hay mucho bulo.

De ahí la importancia de la educación diabetológica.

Es fundamental. El paciente tiene que saber lo que tiene, cómo lo puede tratar y qué hacer en su vida diaria: qué elecciones saludables tiene de comida, qué ejercicio hacer... El 99% del tiempo el paciente tiene que hacer frente a la autogestión de su enfermedad y esto es muy relevante. No se entiende la labor del endocrino sin el papel de la enfermera o enfermero educador en diabetes, y también nos encantaría tener nutricionistas y profesionales de la actividad física, que a día de hoy no están integrados, en los equipos de diabetes, al igual que los psicólogos clínicos.

El abordaje difiere si hablamos de la diabetes tipo 1 o tipo 2.

Es muy diferente. El paciente con diabetes tipo 1 es un experto en su patología. Desde que se levanta hasta que se acuesta, incluso mientras está durmiendo, tiene que hacer cálculos matemáticos para poder administrar la insulina. La tecnología, y que sea accesible, ha supuesto un salto de calidad brutal en los últimos años, pero si no tiene esa base de educación diabetológica no sabe cómo sacarle partido y no va a conseguir que su glucosa esté bien controlada.

¿Qué es lo más complicado tras el diagnóstico?

El que quizá puede impactar más es el de tipo 1. Lo más habitual es que debuten niños y personas por debajo de 30 años y altera toda la dinámica familiar. Además, es un diagnóstico de una patología que, hoy en día, es crónica. Hay veces que me preguntan: «¿Mi diabetes es de la buena o de la mala?». Pero no hay diabetes buenas ni malas, solo mejor o peor controladas o gestionadas.

Hace hincapié en la salud mental de estos pacientes.

El distrés por la diabetes, o burnout diabético, impacta mucho en el paciente y también en su entorno. Puede estar detrás incluso de esos malos números que vemos, de ese desapego que podamos ver en la consulta. Esa exigencia 24/7 puede desencadenar esos trastornos y es importante explorarlo en la consulta y, si alguien se siente que está desbordado, debe consultarlo porque podemos ayudarle o remitirle a profesionales de la salud mental.

¿Existe una tendencia preocupante por el aumento de casos de diabetes en población joven, incluso en niños?

Antes era una rareza, pero en los últimos 15 años hemos notado un incremento. Las personas más jóvenes tienen la resistencia a la insulina más marcada de lo que pueda tener una persona mayor. Todos esos sistemas van a estar en auge, porque las hormonas sexuales juegan un papel importante. También vemos muchas chicas con ovario poliquístico, que es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2, o personas con hígado graso; pero, sobre todo, lo fundamental que vemos son personas con obesidad, sobre todo con obesidad abdominal, y también a personas con mucho sedentarismo. Todo eso, sumado al consumo de tabaco y de alcohol, es el caldo de cultivo perfecto para que haya aumentado la incidencia de diabetes tipo 2 en jóvenes. Y no es baladí, porque una diabetes en edades precoces tiene más tiempo para hacer complicaciones. Es un problema complejo y parece que, como sociedad, no nos lo estamos tomando en serio.

¿Cómo se presenta el futuro?

Se ha publicado recientemente el caso del trasplante de células madre en el que habían revertido en una paciente el tiempo de evolución de la diabetes tipo 1. También a costa de llevar un tratamiento inmunosupresor para que el sistema inmune no reaccione contra esas células implantadas. Por ahí se está investigando. Tenemos otra línea que va por demorar el inicio de la enfermedad. No cura, demora. Lo que viene es muy impresionante, pero es verdad que en diabetes tipo 1 se tiene que seguir investigando más para que veamos la cura de la enfermedad y que incluso gente predispuesta no la llegue a desarrollar.

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