La urbanización fallida del entorno de la Torre, camino de un nuevo pleito judicial

Promotores que tenían derechos de construcción en el Agra de San Amaro, bloqueados gracias al blindaje de la Unesco, preparan nuevos recursos para cuando se apruebe el plan especial de la zona, en trámite y pendiente desde 2010

Primeros sondeos arqueológicos en O Castrillón. | Carlos Pardellas

Primeros sondeos arqueológicos en O Castrillón. | Carlos Pardellas

A. Rodríguez / M. Otero

A Coruña

No ha salido de uno y pone rumbo hacia otro. Los embrollos judiciales por la urbanización fallida del Agra de San Amaro, en el entorno de la Torre de Hércules, van camino de los quince años. Y serán más. La próxima aprobación del plan especial de la zona, actualmente en tramitación, apunta a abrir otro frente en los tribunales contenciosos entre el Concello y propietarios, que se hicieron con ese suelo edificable gracias a un acuerdo con el Ejecutivo de Francisco Vázquez para la construcción del paseo marítimo a inicios de los años noventa. Lo confirman fuentes próximas a los afectados, que tienen aún otro asunto anterior en liza, pendiente ahora de que el Tribunal Supremo les permita seguir con un recurso.

En el Agra de San Amaro no se puede construir. Así lo han refrendado los jueces desde que la Torre fue declarada Patrimonio de la Humanidad y quedó blindado el entorno del faro frente a la presión urbanística. A partir de ahí, aquellos propietarios que habían cambiado sus tierras en el paseo con el Concello por suelo y derechos para construir pisos —entre la ciudad deportiva, Adormideras y la avenida de Navarra— iniciaron reclamaciones para que se les compensase de alguna manera por no haberse cumplido lo acordado, recogido en un convenio de 2006.

Tras la rúbrica de ese pacto, los propietarios avanzaron en la reparcelación, sin aprobarse un plan especial. Pero todo se frenó en 2009 con la decisión de la Unesco. Según fuentes jurídicas consultadas, la situación se fue prolongando sine die sin solución, porque dichos acuerdos no fijaban un tiempo específico de cumplimiento.

El Concello tampoco ha cerrado el plan especial de la Torre para poner orden en el ámbito. Está actualmente en trámite. Pasó la evaluación ambiental la primavera de 2024, pero tiene que modificarse para cumplir con los requerimientos de la Xunta para que pueda ir a junta de Gobierno para su aprobación inicial y, después de exponerse al público, al Pleno para aprobación definitiva. La idea del Gobierno local es trasladar parte de esos derechos de construcción a la cantera de Adormideras y a As Lagoas, además de mover el parking de la Torre y también el frontón.

La edificabilidad baja de los 37.000 a los 8.700 metros. «Es el primer paso para recuperar el paisaje que rodea la Torre», señaló la alcaldesa, Inés Rey, en la presentación del plan hace un año. A preguntas sobre qué pasaría con los promotores que tienen derechos de edificabilidad, la regidora respondió que, tras la evaluación ambiental, se dispondría de un «plazo de exposición pública, de alegaciones y de dictamen y en todo eso se tratarán esas cuestiones y otras».

Para algunos de los propietarios, la propuesta está lejos de ser satisfactoria. No presentaron alegaciones en el trámite ambiental al considerar que no era el momento adecuado, pero todo apunta a que recurrirán una vez aprobado el plan especial. El retraso en la elaboración del documento, pendiente desde 2010, ha costado dinero a las arcas municipales: hizo que los dueños de los terrenos reclamasen en los tribunales y que algunos de ellos obtuvieran sentencias parcialmente favorables que obligaron al Concello a compensarles mientras no se aprobase el plan. Hace un año, según un documento municipal, ya se habían pagado dos millones de euros, entre indemnizaciones e intereses, que han ido aumentando en el último año.

De confirmarse, el nuevo contencioso se sumaría a los pleitos que quedan activos en este momento. Uno de ellos es el de Sobresga, uno de los propietarios mayoritarios del ámbito. La promotora defiende que, desde una nueva ley de 2015, hay un plazo para cumplir los convenios con la administración. Estiman que, teniendo en cuenta la suspensión del COVID, este periodo habría expirado en diciembre de 2020, y que se debería dar por resuelto y proceder a indemnizar a los propietarios por el incumplimiento. La reclamación administrativa se presentó en marzo de 2022 y el Concello la rechazó en mayo de ese año, al replicar que el acuerdo con Sobresga no tiene naturaleza de convenio y que, además, su cumplimiento aún sigue siendo posible. En este momento está en un impás en el Supremo que, según un auto de este 15 de enero, tendrá que decidir en casación si se puede proseguir con el procedimiento o si, como concluyó el Tribunal Superior, se presentó la demanda del recurso fuera de plazo.

Comienzan los trabajos arqueológicos en la zona de la futura urbanización de pisos del Parque de Oza

Los trabajos de prospección arqueológica para comprobar la existencia de restos patrimoniales en el denominado yacimiento Castrillón arrancaron ayer por la mañana en la zona donde los promotores del desarrollo urbanístico parque de Oza prevén construir mil viviendas en seis parcelas. Parte del terreno, entre Antonio Ríos y la avenida de la Concordia, quedará libre de edificaciones para respetar los restos hallados, —que se encontraron en 2014—, que consisten en trazas de una vivienda y cerámica sin datar. La década pasada, el Concello propuso los hallazgos para su catalogación, aunque esta no se llegó a efectuar. El operativo que arrancó este lunes, autorizado por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta y contratado por la Junta de Compensación Parque de Oza —a la que pertenecen los propietarios de la parcela (entre ellos, la Fundación Juana de Vega y Sareb)— está dirigido por el arqueólogo Emilio Ramil González quien, junto a su equipo, determinarán la extensión del mismo o el interés de los restos, «en aras a su protección e integración en el futuro desarrollo urbanístico de la zona», detalla la junta en un comunicado.

Estas labores se extenderán a lo largo de diez días y abrirán siete unidades de sondeo arqueológico. Desde la Junta de Compensación señalan que los arqueólogos trabajan en una zona reducida, ya que en el lugar hay fincas cultivadas, y se espera a que se desaloje la zona para continuar con las actuaciones. Los vecinos de O Castrillón añaden que se les ha comunicado que, en función del carácter de los hallazgos, se necesitará aumentar o no la prospección. Las personas que cultivan las tierras en la zona detrás del Gadis y del pabellón del barrio, que no son propietarias de las mismas, ya han sido avisadas del carácter de los trabajos, y desde la Junta de Compensación les urgen a retirar cierres, plásticos y materiales para culminar el estudio.

Los impulsores del proyecto avanzan que el futuro desarrollo urbanístico incluye un reservado como zona verde una amplia área alrededor del yacimiento. Los propietarios del suelo se mantienen «a la espera» de que el Ayuntamiento apruebe el convenio para desarrollar el plan especial del proyecto. Fuentes municipales adelantan que el Concello trabaja para incorporar al proyecto las alegaciones presentadas durante la fase previa de tramitación.

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