El alza de viajes por las rebajas convierte la subvención al bonobús en la mayor inversión del Concello de A Coruña
La mayor parte del billete está subvencionado, con ayudas del Estado y del Ayuntamiento, y las transferencias municipales a Tranvías se duplicaron desde 2019 | Para este año se presupuestan 18,6 millones de euros

Dos autobuses urbanos de la Compañía de Tranvías circulan por la Marina. | Carlos Pardellas
El precio de un viaje en bus en A Coruña es de 1,30 euros, pero la gran mayoría de los pasajeros viajan con tarifas rebajadas: los usuarios de la tarjeta Millenium, los más comunes, abonan apenas 38 céntimos. La diferencia se le compensa a la Compañía de Tranvías, la concesionaria municipal, con dinero público, parte del Estado pero en su mayoría del Ayuntamiento, y las subvenciones al bonobús se han convertido este año por primera vez en la mayor partida de gasto, descontando la suma de los salarios, en el presupuesto municipal. El proyecto de cuentas del Gobierno local reserva 18,6 millones de euros, cuando antes del COVID se pagaban unos ocho millones. El alza se debe a que el porcentaje del billete que recibe subvención ha aumentado, pero también al crecimiento de los viajes debido a las propias ayudas. Cuantos más desplazamientos bonificados realizan los ciudadanos, más crece el coste para las arcas municipales.
La escalada se ha producido en los últimos años. Entre 2016 y 2018, según las liquidaciones de los presupuestos municipales, el Concello transfirió a la Compañía de Tranvías entre 8 y 8,3 millones de euros anuales. En 2019 el Gobierno local de Marea Atlántica rebajó el billete de 1,30 a 1,20 euros, una decisión que los tribunales tumbaron en 2022. Pero compensaciones a la concesionaria durante ese año quedaron en el mismo nivel, unos 7,98 millones de euros. Y bajaron durante el coronavirus (con 6,8 millones de euros en 2020 y unos 6,62 en 2021) por la reducción de la movilidad.
Pero en 2022 la inversión saltó a los cerca de 12,95 millones, y hubo que modificar el presupuesto para asignar casi 5,5 millones por encima de lo presupuestado, pues no se habían reservado fondos suficientes. En 2023 los pagos se acercaron a los 10,6 millones, y una vez más hubo que modificar el presupuesto de ese año para asignar cerca de 3,1 millones; el interventor ha expresado reiteradamente quejas porque las cuentas incluyen previsiones demasiado bajas para el bonobús.
Y aún así, quedaron deudas pendientes con la Compañía de Tranvías, y fuentes sindicales señalaron que la empresa les transmitió a los trabajadores que habían tenido que pedir créditos para pagar las nóminas. En 2024 hubo que modificar el presupuesto para liberar otros 3,7 millones y usarlos para abonar pagos pendientes de 2023, con lo que la cantidad combinada llegaría a los 14,3 millones.
Y en 2024 los presupuestos reservaron 7,95 millones, pero la cifra se quedó muy corta. Otras dos modificaciones de crédito subieron los fondos reservados a pagar las transferencias a Tranvías por abonos de este ejercicio hasta más de 17,5 millones de euros; cuando se publique la declaración se verá cuánto se ha pagado. Las cuentas de este año suben la suma hasta los 18,6 millones.
Aunque sea más del doble de lo que se presupuestó inicialmente al año pasado, la cantidad es similar a la que finalmente se acabó consignando, por lo que posiblemente libre al Concello de tener que realizar nuevos modificativos de crédito o arrastrar deudas con la concesionaria de buses. El presupuesto ha recibido el rechazo del PP y del BNG, pero la alcaldesa lo ha sometido a una cuestión de confianza y, dado que el Bloque no respaldará una moción de censura con el PP contra ella, el Concello cuenta conque entre en vigor en la primera semana de abril.
Tras la salida de la pandemia, las subvenciones al billete se han ido incrementado. En 2022, los usuarios de bonobús pagaban 75 céntimos por viaje; el resto estaba bonificado por el Concello. En septiembre de ese año el Estado empezó a aplicar un descuento del 30% sobre estos 75 céntimos, y, tras pedir a la Xunta, sin éxito, que pagase otro 20%, el Concello aportó la suma desde enero de 2023. Cuando los tribunales anularon la reducción de diez céntimos de Marea Atlántica, el Ayuntamiento también asumió esta rebaja para los usuarios del bonobús. A esto se suma que hay otras tarifas con descuento, y los niños viajan gratis.
Mientras, los viajeros aumentan año tras año. En 2018, los buses urbanos tuvieron cerca de 21,9 millones de usuarios, y al año siguiente se sobrepasaron los 23 millones, el récord hasta entonces. Las cifras se desplomaron con la pandemia, y todavía en 2022 la cifra estuvo en unos 20 millones. Pero al año siguiente, ya con el COVID en el pasado y con el billete a 38 céntimos gracias a las rebajas, el bus volvió a batir marcas, subiendo de los 24,84 millones de viajeros. En 2024, de acuerdo con los datos de la Compañía de Tranvías, la cifra roza los 27,55 millones, casi una quinta parte más que en 2019. Según la propia concesionaria, que recibe más fondos de las transferencias de las administraciones que del cobro directo a los usuarios, en el conjunto del país el incremento de uso ha sido del 11%.
Una empresa en prórroga
Los 18,6 millones previstos para este año son algo menos del 5% del presupuesto, y son una suma casi idéntica al conjunto de las previsiones de ingresos por todos los impuestos indirectos; la parte que le corresponde al Concello del IVA, por ejemplo, son unos seis millones. El bonobús ha desbancado tanto al contrato de limpieza viaria, que se lleva algo más de 16,5 millones, como al de recogida de basuras, otros 14,1 millones. Los pagos a la concesionaria de Nostián, uno de los mayores costes del Concello, no llegan a los 10 millones, y las amortizaciones de préstamos quedan en cerca de 10,6. La contratación de prestación sociales no alcanza los 15 millones, y el conjunto de inversiones para obras de urbanización está por debajo de los 13,74 millones.
Y la empresa que más cobra del Ayuntamiento está en prórroga. La concesión de la Compañía de Tranvías caducó el año pasado, pero el Concello no sacó un nuevo concurso en plazo, por lo que ha tenido que prorrogar a la empresa actual. La alcaldesa, Inés Rey, ha prometido que las bases para un nuevo concurso estarán este año.
La concesionaria ha pedido subir la tarifa básica de 1,30 a 1,60 euros en 2025, pero el Concello lo ha rechazado. De hecho, el Gobierno local argumenta que durante muchos años se estuvo aplicando mal la fórmula de actualización de la tarifa, con lo que los usuarios estaban pagando de más por el billete de bus (y el Concello abonando una subvención superior a la que correspondería). De acuerdo con un estudio de técnicos de la Universidade da Coruña (UDC) encargado por el Concello, en 2014 el precio tendría que haber sido de 78 u 86 céntimos, pero el viaje ya estaba en 1,30 euros. Tranvías ya pidió subidas en 2019 y 2022, y actualmente reclama compensación en los tribunales.
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