El grelo escasea en el arranque de las laconadas

Este icono de la gastronomía gallega se ha visto afectado en los últimos años por el cambio climático. Hosteleros, productores y distribuidores destacan el aumento de los precios provocado por la alta demanda y la falta de oferta

Responsables de los restaurantes La.Con.Fusión y A Taberna de Cunqueiro con un manojo de grelos.

Responsables de los restaurantes La.Con.Fusión y A Taberna de Cunqueiro con un manojo de grelos. / Iago López

A Coruña

Las Jornadas Lacónicas han arrancado en A Coruña y lo hacen con un problema de existencias de grelos. Este producto escasea a causa del cambio climático: «El problemas es el tiempo. Hay heladas o días en los que no llueve, que afectan a su cultivo», explica José Pedrouzo, propietario de Frutería Pedrouzo. Este productor cultiva casi en exclusiva para La.Con.Fusión, un establecimiento que participa en las Lacónicas, pero que ofrece este plato todo el año: «Podemos consumir unos 14.000 kilos de grelos al año», cuenta su propietario, Manuel Souto.

El distribuidor Pablo Torres y Rubén Rey de A Taberna de Cunqueiro

El distribuidor Pablo Torres y Rubén Rey de A Taberna de Cunqueiro / Iago López

Esta es una problemática reciente: «Llevamos unos tres años luchando. Hace diez años teníamos un desperdicio del 10%, ahora estamos cerca del 40 o el 50%», dice el productor. Esto provoca que los precios se estén incrementando: «Yo antes pagaba un euro por un kilo de grelos, y ahora estoy pagando dos o tres», señala David Mariño, propietario de El Rincón del Reino, otro de los establecimientos que participa en esta iniciativa. Su distribuidor, Javier Pintor de La Despensa, en Cecebre, expone que «puede haber cierta especulación», pero destaca la importancia de pagar un precio adecuado «porque es un trabajo muy duro para los productores».

Este año, la producción ha mejorado, pero en otros momentos se tuvo que sustituir por otro producto: «En algún momento hemos tenido que poner repollo», recuerda Manuel Souto. «Hay algunas personas que prefieren el repollo, ya que a veces los grelos resultan muy fuertes», explica Rubén Rey, propietario de A Taberna de Cunqueiro, un conocido local de la calle Estrella que participa en las Lacónicas.

Este establecimiento trabaja con el distribuidor Pablo Torres, propietario de Frutas Pablo Torres: «Hay dos tipos de grelos, los de Santiago, que tienen la hoja más ancha y más acidez, y los de Lugo, que la hoja es más fina y con menor amargor». Pablo Torres cuenta que los grelos «proceden de Asia», pero destaca entre risas «la capacidad de Galicia para hacer brillar cualquier producto». Aunque los grelos que se sirven en los restaurantes se cultivan en Galicia en lugares como Ordes, Arzúa, Monfero o Vilalba, el distribuidor expone que «también se cultivan en el norte de Portugal».

Manuel Souto de La.Con.Fusión y su productor, José Pedrouzo. |  Iago López | |  IAGO LÓPEZ

Manuel Souto de La.Con.Fusión y su productor, José Pedrouzo. / Iago López

Durante las Jornadas Lacónicas, restaurantes como A Taberna de Cunqueiro necesitan «unos 50 kilos de grelos a la semana», según cuenta Rubén. El problema es que este producto se reduce al cocinarlo: «A lo mejor gastas un kilo de grelos por persona, pero merma ala mitad», explica David Mariño.

El grelo puede generar rechazo por su amargor, pero la clave está en su cocinado: «·Lo más importante es lavarlo bien. Luego lo escaldamos y lo metemos en una olla con el resto de ingredientes para que coja sabor”, cuenta David Yebra, de Yebra Gastrobar, otro restaurante que participa en la iniciativa. El chef es del Bierzo, pero señala que «es un producto que destaca por su tradición y antigüedad».

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