Un chef de vocación tardía por el que suspiran los amantes del buen comer

Quique Vázquez comanda los fogones de Terreo, un restaurante con lista de espera en fin de semana hasta el mes de junio. El cocinero impulsó este proyecto junto a su pareja, la jefa de sala Ana Siñeriz, y en seis años han conseguido hacerse con un Sol de Repsol y un Bib Gourmand de Michelin

El chef Quique Vázquez en la cocina de Terreo Cocina Casual. |  Carlos Pardellas

El chef Quique Vázquez en la cocina de Terreo Cocina Casual. | Carlos Pardellas

A Coruña

El cocinero Quique Vázquez es la mejor demostración de que nunca es tarde para encontrar tu verdadera vocación. «Empecé trabajando en sala en el restaurante de mi hermana y mi cuñado. Un día me puse a ayudar en cocina y descubrí que me interesaba». Otro referente de los fogones acabó por despertar del todo su curiosidad: «Recuerdo ver un reportaje en el que salía Pablo Gallego con la chupa de cuero y la moto, y pensé que aquello de la cocina molaba».

A los 20 años entró en el Centro Superior de Hostelería para formarse. «Yo no era buen estudiante y no tenía vocación de nada. Cuando hice cocina mi madre me decía que no me dedicara a ello porque era muy duro», recuerda.

Por suerte para los amantes de la gastronomía, Quique desoyó aquel consejo y empezó a formarse en distintos establecimientos como Casa Ojeda en Burgos, o la cadena de hoteles Barceló que le permitió viajar por el mundo. En Galicia también se formó en el restaurante de Toñi Vicente, que llegó a ostentar una estrella Michelin.

Ahora bien, como referente señala a su cuñado en el restaurante familiar. «Aprendí mucha gestión y la importancia del aprovechamiento de los productos, lo que ahora se conoce como sostenibilidad», recuerda.

De vuelta en A Coruña, Quique empezó a trabajar en O Lagar da Estrella, uno de los restaurantes más reconocidos de la ciudad. Una lesión lo mantuvo apartado de los fogones, pero acabó siendo un punto de inflexión para emprender su proyecto: «Tenía 40 años y sabía que era ese momento o no lo iba a hacer nunca».

El cocinero, junto a su pareja, la jefa de sala Ana Siñeriz, abrió en 2018 Terreo Cocina Casual. El lugar escogido apuntaba a una cocina brillante: «Aquí estaba antes Árbore da Veira [único Estrella Michelin de la ciudad]. Era un local con buena calidad-precio que estaba bastante bien».

Los comienzos no fueron fáciles, pero poco a poco se fueron haciendo un nombre: «Al principio no venía mucha gente, pero todos los que venían salían encantados y con otra reserva. En Google teníamos muy buena nota, y en Tripadvisor fuimos número 1, que de aquella tenía mucho peso, y la prensa empezó a hacerse eco». La fama fue creciendo y ahora son una referencia con un Bib Gourmand, un Sol de Repsol, y una lista de meses. «En fin de semana no hay mesa hasta casi junio», comenta. Los amantes de la gastronomía quieren disfrutar de una cocina que Quique define como «mediterránea, con gran presencia de arroces, y toques internacionales».

Quique define la cocina como «mi vida» y señala a los futuros chefs que tengan claro que es una profesión «bonita y sacrificada».

Oído Cocina

¿Qué plato le evoca a su infancia?

El caldo gallego.

¿Cuál de sus platos le representa más?

Los crudos.

¿Cuál es su restaurante favorito de la ciudad?

Tengo muchos como Pracer, Miga, Millo o Árbore da Veira, pero diría O Lagar da Estrella, porque además trabajé allí.

¿Cuál es el plato que más disfruta?

Cualquiera que venga del mar.

Un placer culpable.

El chocolate.

Un plato que no le guste comer.

Los sesos.

Un libro, película o programa sobre cocina.

La película El chef.

Un lugar al que merece la pena viajar para comer.

El norte de España, Madrid o Cádiz.

Tracking Pixel Contents