Cuatro detenidos, un identificado y cuatro policías con heridas leves tras un altercado en un pub de Matogrande

Cuatro personas fueron detenidas ayer en un pub de Matogrande tras un altercado con agentes de la Policía Local de A Coruña en el que resultaron heridos leves cuatro de ellos. Fuentes policiales explican que los efectivos se desplazaron hasta el Ginger (antes llamado Noll), local de ocio nocturno que funciona como after los fines de semana en el barrio, debido a que excedían el horario de su licencia de apertura.

Las mismas fuentes detallan que en el establecimiento se encontraban en el momento "unas 150 personas", lo que superaba el aforo permitido, y que se trata de un establecimiento "conflictivo" en el que ya han tenido que intervenir otras veces debido a quejas de los vecinos del barrio y peleas registradas en el exterior del pub. En esta ocasión, fue fuera del establecimiento cuando los clientes del after se enfrentaron a los agentes que habían acudido a dispersar a los congregados, manifestando su oposición al cierre del local, lo que derivó en un altercado en el que hubo lanzamiento de piedras y otros objetos y cargas policiales.

Fachada del local de Matogrande.

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El suceso se saldó con cuatro personas detenidas, una quinta "claramente identificada" que también será denunciada. Cuatro agentes recibieron heridas de carácter leve, si bien fuentes policiales matizan que no recibieron apenas daños y que ninguno se encuentra de baja. La Policía local contó con apoyo de agentes de la Policía Nacional, que se desplazaron a la zona para asistir a sus compañeros. La misma noche, la Policía detuvo a otro individuo en otra zona de la ciudad por resistencia a la autoridad tras un cacheo.

Los vecinos del barrio aseguran que no es la primera vez que se producen conflictos en torno a este bar, que comenzaron con sus anteriores dueños. "El Noll tuvo tantos jaleos que lo acabaron traspasando. Ahora se llama Ginger, pero es más de lo mismo. Cambió de dueños pero siguen con la misma dinámica", lamentan los residentes de la zona, que detallan que "ya ni los taxistas quieren ir a las paradas los domingos por la mañana" para evitar verse envueltos en conflictos de naturaleza similar.