Los mariscadores exigen obras para mejorar la productividad de O Burgo

Denuncian irregularidades en la ejecución del dragado, que arrasaron los bancos marisqueros y solicitan que vuelvan las máquinas | Sin acuerdo para el plan de ayudas

Máquinas, en O Burgo, durante el dragado de la ría. | Víctor Echave

Máquinas, en O Burgo, durante el dragado de la ría. | Víctor Echave

A Coruña

A poco más de dos meses de cumplirse un año de la recepción de las obras de dragado de la ría de O Burgo —el aniversario será el 26 de abril—, los mariscadores del estuario exigen que vuelvan las máquinas para solucionar algunos problemas que han detectado en la ejecución de las obras de regeneración y que merman la productividad de los bancos marisqueros y de los que han informado no solo al ministerio y a la Xunta, sino también a Bruselas, ya que la obra fue financiada con fondos europeos.

El portavoz de los mariscadores a pie, Manuel Baldomir, se quejó ayer de que algunas de las actuaciones que se realizaron en el estuario no son como se habían recogido en el proyecto de regeneración y que eso ha traído consigo consecuencias nefastas para el marisqueo, ya que, según explica, se han afectado bancos que antes eran productivos y se ha cegado un canal que aportaba alimento al marisco. Piden el mismo trato que está recibiendo el Concello de Culleredo, al que se le arreglará el paseo marítimo después de que las máquinas del dragado lo estropeasen.

«La ría tenía dos partes, una que era productiva y otra que no porque estaba colmatada de lodos. Las dragas no les iban a tocar a los bancos marisqueros de la parte productiva, salvo a A Baixada Grande. Una vez finalizados los trabajos, y así lo avala un informe que hizo la asistencia técnica de la Cofradía de Pescadores, vemos que las máquinas, en vez de dragar el canal por el lado de O Burgo, se metieron en el banco marisquero de O Carniceiro, por lo que se quedó un trozo del canal sin dragar y se llevaron por delante la parte más productiva de ese banco, aproximadamente, un 40%», relató Baldomir.

En A Baixada Grande, las máquinas tenían que rebajar la cota de arena en 50 centímetros porque se necesitaba que el marisco pasase más tiempo sumergido. En vez de retirar esa arena sobrante para un lugar en el que no molestase, Baldomir recuerda que las máquinas la extendieron en A Baixada Pequena «creando una meseta y enterrando el marisco», por lo que aún no saben si será productiva.

Esta solicitud de que vuelvan las máquinas se produce tras meses de silencio del Ministerio para la Transición Ecológica, ante la petición de ayudas de los mariscadores por no poder ejercer su actividad. Baldomir, lamentó ayer que, una vez más, no fuese posible una reunión a tres entre la Xunta, el ministerio y los mariscadores para tratar este tema. Las posiciones parecen inamovibles. La Xunta dice que es el Estado quien debe pagar las ayudas, al ser el promotor único de las obras; el ministerio se abre a colaborar en un plan de compensación, cubriendo hasta un máximo del 50% de las ayudas si la Xunta se hace cargo del resto, por lo que las conversaciones no avanzan. Los mariscadores propusieron ayer a la Xunta que sea ella como institución la que convoque las reuniones, a ver si así asiste alguien del Gobierno central, aunque la respuesta no fue positiva.

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