Una propietaria cancela un alquiler 'in extremis' y deja a los inquilinos sin sus enseres

En 2020, poco antes del coronavirus, una pareja acordó alquilar un piso en A Coruña con su propietaria. Esta les dio la llave, les permitió meter en el piso sus enseres y hasta les dejó algunos muebles que tenía en una finca. Pero, en el último momento, cambió de opinión y solo les dio unas horas para vaciar el piso, lo cerró con una cerradura de la que no tenían llave. La pareja estuvo unos diez días sin recuperar sus y la Audiencia Provincial acaba de ratificar que la mujer debe pagar cerca de 150 euros de multa, aunque indica que fue un delito leve.

Según los hechos que la Audiencia declara probados, la hija de la condenada les ofreció a las víctimas el piso después de que contactasen por Facebook. La pareja vio el apartamento, habló con la dueña y esta les permitió acceder «para ir trasladándole las pertenencias», dándoles el 27 de febrero una llave del piso y otra del portal. Al día siguiente la pareja fue a una finca de la condenada en Oleiros, para elegir algunos muebles que les dejó para llevar al piso, y compraron «algún otro». No llegaron a firmar un contrato, porque la acusada dijo que no podía hacerlo esos días, pero empezaron los trámites para poner los suministros a nombre de los nuevos inquilinos.

Pero el 2 de marzo la mujer dijo que había cambiado de opinión y pidió a la pareja que le devolviese las llaves, a lo que estos no accedieron porque tenían en el piso «todos sus efectos personales». La mujer les dio solo una tarde para retirar sus enseres y muebles, lo que era «imposible», y luego cerró la puerta con una segunda cerradura de la que los inquilinos no tenían llave. Así les impidió a acceder al inmueble «y a todos sus objetos de uso diario», sin que se llegase a un acuerdo para sacarlos hasta «aproximadamente» el 12 de marzo.

El Juzgado de lo Penal nº 2 de A Coruña condenó a a mujer a cerca de 2.000 euros de multa, y a indemnizar a la pareja, como autora de un delito de coacciones. Pero la Audiencia Provincial, aunque indica que dio un plazo «claramente insuficiente» para que sus víctimas retirasen los muebles y su comportamiento excedió «lo aceptable», sentenció que cometió un delito leve. Le rebaja la multa, y no se pronuncia sobre si debe indemnizar a la pareja.