De residuo textil a panel para la construcción

La Universidade da Coruña y la empresa coruñesa Rudi 1944 trabajan en conjunto para idear un material innovador en muebles y edificios

Elena Hinrichs, sobre una estantería diseñada por ella misma y fabricada con material reciclado. |  LOC

Elena Hinrichs, sobre una estantería diseñada por ella misma y fabricada con material reciclado. | LOC

A Coruña

La empresa de diseño coruñesa Rudi 1944 nació con un único y principal objetivo: «reducir al máximo el impacto ambiental de la fast fashion, creando un material innovador a partir de residuos textiles». Así lo explica su directora ejecutiva y fundadora, Elena Hinrichs, que apostó por constituir una firma dedicada en exclusiva al diseño y al interiorismo circular.

Con materiales integrados principalmente por el elastano, el poliéster, el algodón y el modal (una fibra artificial de celulosa regenerada), Hinrichs creó un componente que le llevó más de tres años de investigación y experimentación. La pasta, que tiene la consistencia del cemento, permite el reciclaje del 100% de los retazos textiles, explica la empresaria. Con este material, asegura, se puede «dar una segunda vida a todas las prendas, de una manera totalmente eficaz».

Este año, Rudi 1944 y la Universidade da Coruña (UDC) se han alineado para impulsar el proyecto Segunda vida textil: innovación circular en mobiliario y materiales de construcción. El objetivo principal de esta alianza es la creación de paneles para la construcción a base de residuos textiles y una nueva pasta Rudi, con base de cemento y fibras textiles recicladas, pero más ligera que la anterior. El proyecto, con una duración inicial de 24 meses, está financiado con 325.000 euros por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, del Ministerio de Ciencia.

El grupo gCONS, del Centro de Innovación Tecnológica en Edificación e Ingeniería Civil (Citeec) de la UDC, y Rudi esperan crear un material innovador que pueda ser comercializado en el sector mobiliario y de la construcción sostenible, suponiendo un hito en la industria textil, explica una de las investigadoras principales, Belén González Fonteboa, que señala que en el laboratorio habrá tres objetivos claros: «caracterizar el residuo textil, optimizar la pasta creada por Hinrichs y emplear materiales en cantidades precisas». En el grupo buscarán que la sinergia entre el laboratorio y la empresa permita conseguir el mejor resultado.

Una apuesta personal

Después de veinte años trabajando en el sector textil, en las filas de empresas como Inditex, y siendo consciente de los residuos que generan las fábricas en países como Bangladesh, China y Turquía, Hinrichs decidió dar un giro a su trayectoria profesional con una aportación personal al medio ambiente a través de «una apuesta por la sostenibilidad».

A partir de tres pilares principales, que son «crear un prototipo de muebles; hacer interiorismo de calidad; y establecer un programa ambicioso con un material de construcción que retire el residuo de circulación», Rudi aspira a modificar el ámbito del diseño tanto español como internacional, con muebles de estilo brutalista y una estética minimalista.

La primera colección creada con este material futurista, Huella, se compone de seis piezas, todas ellas diferentes entre sí, pero que comparten «originalidad y distinción únicas». Como señala la diseñadora, estos muebles tienen las siete R que caracterizan a la firma: repensar, reciclar, redistribuir, reutilizar, reducir, rediseñar y recuperar.

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