Del rock oscuro a Madonna en un disco

Escándalo no escuro es la rompedora y ecléctica propuesta que Aarón Valle, líder del proyecto musical Amoebo, estrenó el 7 el marzo, y la culminación en 14 sencillos de varios meses de trabajo y de vuelta a sus inicios. Un disco con el que Valle regresa a su amor por el rock pesado y a su lado más oscuro, y que llevará a los escenarios para tener su debut este viernes en la sala Garufa Club (Riazor, 5), a las 22.00 horas.

Aarón Valle y su productor, David Fernández, dejaron pasar el vero del año pasado para ponerse manos a la obra y crear un nuevo disco. El resultado, un doble álbum que tiene 14 canciones, 7 en cada disco, y dos facetas muy marcadas. «La primera parte tiene una fuerte presencia del pop de los 2000, donde prevalecen los sonidos de Madonna, Britney Spears, Dua Lipa, Emilia, Bad Gyal y Lali. En cambio, en la cara B hay un sonido más oscuro e industrial, con temas más rockeros, al estilo de Marilyn Manson», declara el cantante de Amoebo.

El punto de partida con el que concibió el disco fue poder bailar en el show con los bailarines y con toda la puesta en escena que llevan preparada. El resto salió solo, sin que perdieran la esencia. «Las letras seguirán siendo escandalosas y oscuras como lo fueron siempre. Hablar de sexo sin tapujos, amor, egos, prisas, inseguridades e introspección. Las letras son muy directas, explícitas y sin metáforas, tal y como soy yo», explica Valle.

El cantante de Amoebo no tiene reparos en abordar la situación actual de la industria musical gallega, que viene creciendo hace años. «Hay un ambiente de felicidad, cordialidad y tal, pero de cara para afuera. Por dentro no es así. Estamos siendo los primeros en contar y mostrar la realidad que hay hoy en día en la industria», señala el cantante.

Sobre el momento que atraviesa el género en Galicia, Valle explica que la música gallega está en su mejor momento, pero que «no me gustaría que se llegue a estancar», dice en lo relativo a la convivencia entre proyectos consolidados y emergentes. «Las bandas que son más grandes ya tienen su público y sus géneros más cerrados. Pero hay muchos proyectos pequeños, integrados por gente joven, a los que hay que darles apoyo. Como músico de la industria gallega creo que se puede llegar muy lejos con muchísimos estilos diferentes. A veces vemos que lo fácil en la música es dejar estar lo que ya está arriba y listo. Pero el peligro de eso es que acaben muriendo», comenta.