Si no lo leo no lo creo

Lluvia de ideas para ayudar a un matrimonio que cogió mal el bus

ANTÓN PERULEIRO

Si no se es un pasajero habitual del bus urbano es bastante fácil confundirse de línea o de sentido y acabar en una punta cuando se quería ir a la otra. Algo así le pasó a un matrimonio de personas mayores que, el martes, tenía una cita en el Abente y Lago y cogió el 4, en vez del 1. En cuanto dijeron que su destino era el antiguo hospital militar todos los pasajeros de su entorno empezaron a lanzar ideas e itinerarios para que llegasen a tiempo. Todo tenía sentido hasta que alguien propuso que se bajasen en la ronda de Outeiro y, ante los comentarios de los demás usuarios, se dio cuenta de que él también se había confundido y que estaba en el 4 en lugar de en el 14. Finalmente, una chica les recomendó bajarse en San Andrés y coger el 7.

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