La otra cara de la compraventa de inmuebles en A Coruña: pisos con inquilinos dentro

Particulares e inmobiliarias ofrecen viviendas en la ciudad para adquirir con arrendatarios, con ocupas o en usufructuarios | Estas fórmulas atraen sobre todo a grandes inversores que buscan máxima rentabilidad

Un joven mira el escaparate de una inmobiliaria

Un joven mira el escaparate de una inmobiliaria / Germán Barreiros

A Coruña

El mercado inmobiliario en A Coruña no se limita solo a la compraventa de pisos de una forma tradicional sino que también hay otras fórmulas para adquirir una vivienda aunque no se vaya a disfrutar en el corto-medio plazo: pisos con inquilinos dentro o en régimen de nuda propiedad, es decir, que una persona se convierte en propietario del inmueble pero no tiene derecho a su posesión y disfrute por tener un usufructuario.

Este tipo de operaciones atraen, sobre todo, a inversores. «Hoy en día, con los precios tan altos, estas compras las hacen inversores. Con el inquilino, ya empieza a rentabilizar en cuanto se cierra la operación», explica Antonio Correa, de la inmobiliaria BackHome Simply Real Estate.

Lo que antes era muy poco frecuente ya empieza a notarse en portales como Idealista: hay 912 viviendas en venta en la ciudad, de las que 21 tienen inquilinos dentro, dos están ocupadas y una es de nuda propiedad. «El que compra en estos casos lo hace para invertir. No necesita la vivienda. La visión de quien compra para invertir es muy diferente a la del que compra para vivir, pues en este caso el piso debe cumplir muchas condiciones. Hay casos, no muchos, en los que se compra sin ver ni siquiera el piso», apunta Ricardo Rochela, de la Inmobiliaria Luz, que insiste en que el inversor busca «la máxima rentabilidad con la mínima inversión».

En Idealista se pueden encontrar ofertas de pisos por 240.000 euros en la calle Alcalde Puga y Parga o por 185.000 euros en Feáns, pero con inquilinos dentro. «Tenemos ahora un piso que la propietaria pone a la venta pero no quiere echar a la pareja de señores mayores que tiene alquilados. Exige un compromiso con el comprador de renovar ese contrato», informa Correa, que indica que estas ofertas atraen a «personas con dinero que no necesitan el piso». Así, en cuanto se cierra la compra, ya reciben las rentas de los arrendatarios.

En Inmotk cerraron hace poco una operación parecida. «Vendimos un piso en la plaza de Portugal a una mujer que no tiene prisa por acceder a él. Tiene inquilinos dentro y mientras dure el contrato, recibe el pago por el alquiler», cuenta Javier Carballo, que señala que para algunos compradores es beneficioso porque así «ya no se tienen que preocupar de buscar inquilinos».

Sin embargo, no es tan habitual en A Coruña la nuda propiedad. En Idealista solo aparece un anuncio con esta condición y es de un particular: un piso en la plaza de Santa Catalina de 124 metros cuadrados con garaje por 790.000 euros. «En estos tiempos, quien lo hace es gente mayor que necesita un dinero porque con la pensión no le alcanza. Vende su propiedad a un precio inferior al mercado porque no la dejará libre hasta que fallezca», expone Rochela, y añade que es el inversor el que «valora la edad de la persona que lo venda y el precio». «No es lo mismo que sea una persona de 70 que una de 80 años», señala el profesional de la Inmobiliaria Luz. Pone un ejemplo para explicarlo: «Una persona de 80 años vende su piso por 120.000 euros cuando el valor de mercado es de 200.000. La esperanza de vida media en España es de 85 años, así que se hacen cálculos en función de eso. Pero la persona también puede vivir 15 años. Es un riesgo porque la inversión no te genera rentabilidad mientras la persona que se queda en el piso esté viva».

De hecho, a Inmotk llegó una oferta de venta de una vivienda de un matrimonio de 70 años, por lo que es más difícil encontrar un comprador. «Hay unas tablas que van en función de la edad y el sexo. Cuanto mayor es el propietario, más cara es la nuda propiedad», indica y analiza que «hay poca gente a nivel particular» que opte por estas fórmulas sino que «son nichos de mercado muy concretos». Hay que tener en cuenta además que el propietario, en cuanto compra, aunque no pueda acceder a la vivienda, sí corre con los gastos de impuestos o derramas.

¿Y venta con ocupas? Javier Carballo reconoce que esta posibilidad existe pero «no sabes en qué condiciones te van a entregar el inmueble». «Es una compra a ciegas. Sabes que te lo van a entregar, aunque puede ser 1 o 2 años. Pero no ves el piso y no sabes en qué condiciones va a estar cuando se vayan los ocupas», manifiesta. En Idealista hay dos viviendas en estas condiciones: una en la ronda de Outeiro y otra en el Agra. Pero los anuncios avisan: «No se puede visitar ni financiar».

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