La demanda inmobiliaria en A Coruña reactiva las pujas por las viviendas en las subastas públicas

Con el mercado inmobiliario al alza y el precio del alquiler rompiendo récords, la subasta aumenta su interés como herramienta para adquirir viviendas en un momento en el que el stock de pisos disponibles roza mínimos históricos. Prueba de ello es que todas las viviendas que han salido a puja pública en el último año —bien sean de propiedades de empresas o particulares que entraron en suspensión de pagos, de embargos o de concursos voluntarios— han concluido con ofertas, muchas de ellas, de cantidades superiores al valor de los bienes a la apertura de la subasta o que se acercan mucho a él.

Una de las ofertas más altas de las 26 registradas el último año la ha recibido el solar del número 8 de la calle Santa Lucía, en el que se ubicaba el edificio ruinoso que el Concello tuvo que demoler debido a los problemas derivados de su abandono. Del edificio solo queda la fachada, que debe conservarse, ya que está protegida. El BOE publicó el anuncio de la puja hace un mes, con bienes tasados en 738.777 euros. Las dos fincas unidas físicamente que componen el solar recibieron una mayor oferta de 531.919 euros. Más cerca de su valor inicial se quedan los 535.000 euros que ofertaron por una vivienda en Calvo Sotelo, que salió a puja por 559.440 euros.

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Aunque cualquier persona física puede presentarse a una de estas licitaciones, el sector inmobiliario comentó a este diario que suelen ser los profesionales de las subastas los que se hacen con las propiedades que salen a puja, que ponen en práctica sus propias estrategias. Entre ellas, está el ofrecer cantidades inferiores a las mínimas exigidas para que quede desierta y que, de ese modo, el juzgado —o la autoridad gestora correspondiente— tenga que volver a sacarla a concurso por un precio más bajo, incluso, dependiendo de las circunstancias, con un precio libre, para que se lleve la propiedad quien más dinero ofrezca por ella, sin poner una cantidad mínima y con el ánimo de cerrar un procedimiento.

Al menos dos pisos obtuvieron ofertas superiores al mínimo inicial: uno de 138 metros cuadrados en ronda de Outeiro (225.206 euros frente a los 190.853 que se pedían por él) y otro en Emilio González López, (166.241 euros ofrecidos frente a los 118.744 iniciales). Otras propiedades recibieron ofertas que se quedaron cerca de las cantidades que abrieron las pujas, como un piso en Novoa Santos, que recibió una mayor propuesta de 167.000 euros frente a los 177.808 iniciales. A lo largo del último año también salió a subasta un edificio entero en la calle Cortaduría (Ciudad Vieja) a petición de la Sareb, cuyas viviendas, una por planta a razón de cinco, recibieron propuestas en torno a 30.000 o 40.000 euros por debajo de sus precios iniciales, que iban desde los 182.000 de las plantas intermedias hasta los 128.000 euros del bajo.

Menos interés en locales, garajes y parcelas

Más allá de las viviendas, los otros bienes que fueron objeto de subasta este año suscitaron interés dispar entre los postores. La oferta más relevante la recibió uno de los locales comerciales que la Seguridad Social sacó este año de nuevo a puja en la calle Menéndez Pelayo, que salió a subasta rebajada al haber quedado desierta el año pasado. Este local, situado en el número 20, salió a puja por 137.927 euros y obtuvo una propuesta sustancialmente superior, de casi 171.00 euros.

No tuvieron la misma suerte tres parcelas en A Zapateira valoradas en 532.000, 176.700 y 17.088 euros respectivamente, que cerraron sin ninguna propuesta. Otra parcela rústica, situada en Agrela —entre Ikea y Resonac— obtuvo una mejor oferta de 9.300 euros frente a los 44.000 que se pedían de mínimo. Quedó desierta, de igual modo, la puja por seis plazas de garaje en un aparcamiento de Penamoa. La situación tampoco es uniforme en el caso de los garajes, trasteros y derechos de concesión en aparcamientos: de las cuatro plazas de aparcamiento en Vioño que sacó a subasta la Agencia Tributaria por 10.300 euros, solo dos propuestas rozaron esta cantidad. No eran en propiedad, sino que se subastaba el derecho a su uso por un tiempo determinado. Destacan también dos locales comerciales en el centro Cuatro Caminos, muy por debajo del mínimo exigido: uno de ellos recibió una propuesta de 4.799 euros frente a los casi 48.000 por los que abrió, y otro, un almacén próximo, obtuvo una máxima oferta por algo más de la mitad de los 15.500 euros que se pedían por él.