Encuentro Coruña Marítima: El sector empresarial de A Coruña pide que los muelles mantengan actividad económica ligada al mar

Concello y Autoridad Portuaria coinciden en dar prioridad al plan de usos sobre la fórmula de pago de la deuda, que, juzgan «se concretará más adelante» y sitúan la inversión privada como indispensable para hacer viable la operación

Público y ponentes, con el portavoz municipal y el presidente del Puerto, en el centro.  | |  CARLOS PARDELLAS

Público y ponentes, con el portavoz municipal y el presidente del Puerto, en el centro. | | CARLOS PARDELLAS

A Coruña

El primero de los talleres de Coruña Marítima que buscan espolear el debate de la sociedad civil sobre cuestiones relativas al futuro del puerto —en este caso, en el ámbito de la Economía e Innovación— culminó ayer en Palexco con el consenso, por parte del sector empresarial, de que este debe conservar actividad económica ligada al mar.

En un acto con más bien poca representación ciudadana en las butacas —con menos de una veintena de congregados de los 990 colectivos ciudadanos a los que se remitió el documento— las aportaciones desde la mesa se centraron, sobre todo, en los posibles usos y oportunidades económicas en materia de pesca, industria, innovación, logística y sostenibilidad que abre la reordenación de los terrenos.

La cuestión de la deuda que la Autoridad Portuaria mantiene con Puertos del Estado, la viabilidad económica de la transformación y las posibles fuentes de financiación quedaron más diluidas en una segunda parte en la que algunos de los asistentes confrontaron con las administraciones presentes —Concello y Puerto— sobre el modelo de titularidad de suelo que debe regir.

Un «motor económico» que mira al mar

El encuentro comenzó con las intervenciones de la alcaldesa, Inés Rey, el presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, y el concejal de Facenda, José Manuel Lage Tuñas, que elogiaron los consensos entre los organismos públicos implicados e hicieron alarde de sintonía en el proyecto, algo que reconocieron, después, la mayoría de los presentes. En materia de propuestas, el presidente de la Confederación de Empresarios, Antonio Fontenla, definió tres prioridades «irrenunciables» para los terrenos portuarios. «El puerto debe seguir siendo un foco de actividad económica, no reñida con la reordenación. La pesca es una prioridad para el tejido empresarial coruñés», insistió.

Otras prioridades, a su juicio, son el impulso a infraestructuras de transporte que generen intermodalidad y la respuesta a la deuda que pesa sobre la Autoridad Portuaria a través del valor económico generado en el puerto con el tráfico de nuevas industrias, energías verdes o eólica marina. También situó los terrenos desafectados como oportunidad para suplir la «carencia de suelo urbanizable» para levantar vivienda en la ciudad. En el valor estratégico de la actividad pesquera coincidió en su intervención el subdirector de la Cámara de Comercio, Carlos Fernández, que la definió como un elemento propio de la «idiosincrasia» de A Coruña a preservar. «Debe haber un equilibrio entre los nuevos usos y el mantenimiento y desarrollo de las actividades productivas. Se puede aprovechar el proyecto para atraer nuevas empresas que sean integrables en el entorno», propuso.

La gerente del polígono de Agrela, Teresa Firvida, animó a contar con la visión de expertos para establecer «hubs urbanos logísticos que permitan organizar la logística de la ciudad» a través del puerto, como vía de conexión entre los polígonos industriales, el espacio portuario y el comercio local, para quien puede suponer «una reducción de costes y una oportunidad para potenciar su e-commerce». También propuso impulsar el «turismo industrial» a través de espacios de visita a las empresas portuarias de la ciudad, como el Museo de Estrella Galicia en Agrela, para «fomentar la imagen de ciudad industrial».

En la mesa hubo algunas sugerencias concretas, como las del vicedecano del Colegio de Economistas, Jesús Vázquez, que propuso dotar a la ciudad «de lo que no tiene» a través del puerto, como la vivienda, o zonas acotadas para buceo y actividades como el golf o fomentar el puerto como punto alternativo del Camino Inglés. Otros presentes apelaron a las líneas estructurales que deben tenerse en cuenta antes de distribuir los usos, como Juan Luis Sobreira, del Instituto Tecnológico de Galicia, que instó a diseñar el puerto como un espacio «resiliente a los cambios de políticas públicas» de la Unión Europea, con una visión a largo plazo y capaz de «atraer talento para llenar todos esos espacios que se proponen".

La Universidade da Coruña estuvo representada en la voz de la catedrática e investigadora Susana Ladra, que propuso reformar el espacio manteniendo su carácter de «motor económico». En esta línea, animó a «fomentar la interacción entre ese hub de innovación de la universidad con el ámbito marítimo naval», apoyándose en el «expertise» de la Universidade «demostrado y reconocido en todo el mundo». Coincidió con la visión Iván García, en representación de la Asociación de Jóvenes Empresarios, que llamó a valorar el espacio portuario como posible ubicación de «un polo de economía azul» en el que confluya «talento en el medio marino» que invite a los emprendedores tecnológicos vinculados al mar a desarrollar en A Coruña sus proyectos empresariales. El presidente de Cesuga, Venancio Salcines, puso voz a la universidad privada instó a minimizar la dependencia de los fondos públicos y construir el puerto «movilizando capitales privados», para crear en los terrenos un «hub sanitario» y un «hub educativo», con rentabilidad económica propia.

Deuda y financiación de la transformación portuaria

La deuda portuaria pasó de puntillas en las intervenciones de los ponentes, y se materializó como debate en el turno de micro abierto en el que algunos de los presentes pudieron enunciar sus opiniones. Sí hizo referencia a ella el vicerrector de Economía de la Universidade, Ángel Fernández, que, si bien elogió los «valiosísimos consensos institucionales» de Coruña Marítima, definió la «viabilidad económico-financiera» del proyecto como «principal condicionante» de la reordenación, y citó como ejemplo el proyecto de regeneración de la ría de Bilbao, que enfrentó por el camino «grandes problemas de financiación».

Desde el público —entre el que se encontraban integrantes de Defensa do Común o el colectivo Ergosfera, defensores de la titularidad pública del suelo portuario— se conminó a las administraciones de Coruña Marítima a demandar la «condonación de la deuda» para que la viabilidad de la operación no esté supeditada a la venta del suelo público a promoción privada como método de financiación.

Fernández Prado situó la financiación de la transformación y el pago de la deuda como una cuestión «que se arreglará de una u otra manera entre todos», y una fórmula que «ya buscaremos» . El presidente del Puerto señaló que «no toca hablar de la deuda» y que esta cuestión «no debe marcar lo que queremos como ciudad». No estuvieron de acuerdo algunos de los presentes, que defendieron que el pago de la deuda sí condiciona la ordenación —en referencia a los Convenios de 2004, que comprometen la venta de los muelles como medio de financiación de las obligaciones financieras del Puerto, cuya vigencia ratifican las bases de Coruña Marítima— y que «una cosa es generar valor en la actividad portuaria y otra generar plusvalías a través de la privatización del suelo público».

En este sentido, Fernández Prado insistió en su intención de buscar «un modelo diferente al de 2004, pero que todavía no sabemos cuál es», y que el objetivo es «elegir la ciudad que queremos» y, más tarde, «redactar los convenios necesarios y definir la gestión». Mostró sintonía el edil Lage Tuñas, que insistió que «en ningún momento se habló de privatizar nada», y señaló la colaboración público-privada como un eje fundamental para la viabilidad de la operación. «Privatizar no está en nuestro ánimo ni intención. Se habla de preservar el espacio público, sin confundirlo con los usos que se le de, porque las fórmulas de aprovechamiento requieren de inversión de capital privado para concretar todas las propuestas que se han hecho», y apuntó al modelo de concesión como un ejemplo de actividad privada en suelo público.

En este sentido, estos intervinientes recordaron que, «sin poner en duda el modelo de concesión ni la participación privada» en el proyecto, los documentos solo establecen el carácter público de los muelles de Batería y Calvo Sotelo, no así del resto de terrenos, que serían susceptibles de ser enajenados para hacer frente a las obligaciones financieras.

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