Los primeros paisajes de A Coruña los encargó el Rey

El arquitecto José Ramón Soraluce ha escrito un artículo sobre las representaciones históricas de A Coruña para el sexto número de la revista del Instituto José Cornide. La publicación se presenta este miércoles a las 19.00 horas en Durán Loriga, y Soraluce explicará a los asistentes, con imágenes, las claves de su investigación

Imagen de A Coruña a finales del siglo XVIII, por el pintor Mariano Sánchez. |  La Opinión

Imagen de A Coruña a finales del siglo XVIII, por el pintor Mariano Sánchez. | La Opinión

A Coruña

«En el siglo XVII se empiezan a realizar las primeras imágenes de la ciudad de A Coruña», explica el arquitecto e investigador José Ramón Soraluce Blond, que ha estudiado las representaciones de la ciudad entre esa época y el siglo XX. Ha plasmado el resultado de esa investigación en el artículo La perspectiva en las vistas históricas de A Coruña, que forma parte del sexto número de la revista del instituto José Cornide de Estudios Coruñeses, y el ejemplar se presentará este miércoles a las 19.00 horas en la Biblioteca Municipal de Estudos Locais de A Coruña (Durán Loriga, 10), en un acto gratuito en el que Soraluce, numerario del instituto, hablará de las visiones paisajísticas de la ciudad hasta la aparición de la fotografía. Según adelanta, se centraban en el puerto.

Soraluce analizó una decena de representaciones de la ciudad, y, según explica, fueron cambiando tanto desde el punto de vista técnico como desde el de su finalidad. Las primeras vistas generales de la ciudad, insiste, se realizaron por el interés de las monarquías de la época en «tener imágenes de sus propios puertos, pues era muy importante desde el punto de vista político». Puede parecer extraño para el hombre moderno, acostumbrado a atlas, GPS y Google Maps, pero Carlos II o Felipe V no podían soñar con todos esos recursos, y si ellos o los órganos que nombraban para defender la costa querían tener una representación realista de A Coruña, tenían que encargarla.

Así, mientras que durante la Edad Media las representaciones de las urbes que aparecían en los mapas eran artísticos y no pretendían dar una imagen fidedigna de la realidad, en la Edad Moderna «se empiezan a editar atlas de las ciudades marítimas, y A Coruña es una de las que entra dentro de ese movimiento» de buscar imágenes «canónicas», es decir, representaciones que pretendían ser fieles al paisaje. Para lograr representaciones con perspectivas correctas, señala Soraluce, «se requiere cierta exactitud, en cuanto a alturas, cotas, distancias: para tener control político sobre un territorio, este tiene que estar bien definido». Los dibujantes empezaron a realizar técnicas de presentación, al principio con fallos, pues «se parte de cero», indica el arquitecto, que ha realizado un análisis de la geometría y perspectiva de los cuadros y grabados de la época. Estudió, por ejemplo, la obra del pintor real Mariano Sánchez, de la corte de Carlos IV, que entre 1781 y 1792 realizó marinas de puertos españoles. Su visita a A Coruña en 1792 dejó tres cuadros: una representación de la plaza fuerte desde la bahía, una vista del castillo de San Antón y un óleo dedicado al trasiego del puerto.

El sistema para registrar el paisaje fue evolucionando, y «en la parte final ya intervienen mecanismos técnicos», primero la cámara oscura y luego la fotografía. Cuando se populariza esta, explica el arquitecto, acaba su análisis, ya que el dibujo dejó de ser necesario para expresar a otros cómo se conformaba la ciudad.

Aunque a lo largo de los siglos que analiza, explica, los espectadores de las representaciones dejaron de ser los estadistas, y los dibujos de A Coruña se popularizaron. En el siglo XVIII «hay una demanda enorme» y la ciudad llegó a aparecer en «bastantes series» de grabados, que tuvieron su punto álgido en el siglo XIX. «Las primeras obras son dibujos acuarelados, hechos a tinta: después hay pinturas sobre óleo, luego se llega en el mundo del grabado, y finalmente se llega a representaciones fotográficas», resume la evolución.

Perspectiva del puerto

Cuando un dibujante representa a una ciudad, añade Soraluce, primero «tiene que buscar puntos de vista» y un lugar desde el que tenga una perspectiva general sobre la parte del territorio que le resulte más interesante. Y uno de los elementos característicos de las representaciones de A Coruña, añade el arquitecto, es que se realizan desde el lado Este, en el que se encuentra el puerto.

«La ciudad tiene una vista icónica, la de la ciudad portuaria», señala el investigador, que indica que los artistas «podrían haber tomado la vista desde el Orzán», pero «lo importante» de la ciudad estaba en el lado que mira a Oleiros, en el que se encuentran los muelles. Aún así, hay variedad entre las representaciones y «no todos los grabados, ni todas las vistas, utilizan el mismo punto».

En la presentación de este miércoles intervendrá la directora del Instituto José Cornide, Ana Romero, y también el historiador coruñés Emilio Grandío, miembro de la junta directiva de la entidad. Además del artículo de Soraluce, que el arquitecto comentará con imágenes, el nuevo número de la revista incluirá textos académicos de otros autores relacionados con la historia de la ciudad, y una memoria de las actividades del Instituto durante 2024. El acceso al acto es gratuito y libre.

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