Cribado de cáncer de colon, un test que salva vidas: "Yo no tenía síntomas para sospechar que sufría la enfermedad"

El pasado 1 de junio, María Losada cumplió 50 años y, «a finales de ese mes», recibió la carta del Sergas para participar en el cribado de cáncer de colon, a través del cual le detectaron la dolencia, de la que está siendo tratada: «Hacerse la prueba de sangre oculta en heces, cuando te invitan, es muy importante»

María Losada, paciente oncológica, junto a Rosa Trillo, psicóloga y técnica de prevención de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña, en la sede coruñesa de la asociación.  | |  CARLOS PARDELLAS

María Losada, paciente oncológica, junto a Rosa Trillo, psicóloga y técnica de prevención de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña, en la sede coruñesa de la asociación. | | CARLOS PARDELLAS

A Coruña

«Participar en los programas de cribado de cáncer, cuando te convocan, es muy importante. Yo no tenía ningún síntoma que me hiciese sospechar que podía padecer un cáncer de colon. Además, soy la típica persona que me tenía que encontrar muy mal para ir al médico, con lo cual fue una suerte que me llegase la invitación para hacerme la prueba de sangre oculta en heces tan pronto cumplí los 50 años». Quien habla es María Losada, coruñesa, con cinco décadas a sus espaldas, en tratamiento de un cáncer de colon, que le fue detectado «en junio de 2024», a través del cribado general que ofrece el Servizo Galego de Saúde (Sergas) a todos los ciudadanos de 50 a 69 años.

En vísperas del Día mundial contra el cáncer de colon, que se conmemora mañana, 31 de marzo, María comparte su experiencia para visibilizar esta enfermedad, con una tasa de supervivencia del 90% cuando se diagnostica de forma precoz, de ahí que anime a toda la población a «aprovechar las oportunidades» que ofrece la sanidad pública para prevenirla y detectarla. También, para infundir «ánimo» a otros afectados, a quienes aconseja buscar apoyo en la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), donde ella ha encontrado, entre otras muchas cosas, un «grupo de compañeras de yoga» con las que «distraerse» y, sobre todo, un lugar donde «desahogarse». «Muchas veces, con la familia no lo haces, o no les cuentas todo, cómo te sientes, para no preocuparles más», reconoce, antes de pormenorizar cómo le llegó el diagnóstico de cáncer.

«Al cumplir los 50, me mandaron la invitación para participar en el cribado de cáncer colorrectal del Sergas. Lo hice, y me dio positivo», explica María, quien resalta que, en su caso, tanto la convocatoria al cribado, como su resolución, fueron «muy rápido». «Entregué la muestra para la prueba de sangre oculta en heces un viernes y, el martes siguiente, al consultar la aplicación del Sergas, vi que tenía las citas para la médica de cabecera, la enfermera... Fui a mi centro de salud, donde me dijeron que me iban a mandar a hacer una colonoscopia y, cuando estaba llegando a casa, ya me llamaron para citarme para esa prueba. Fue todo muy rápido. Rapidísimo», hace hincapié, antes de subrayar que, con anterioridad a ser invitada, ella ya era consciente de la existencia del cribado de cáncer colorrectal, y de la «importancia» de participar en él. «Ya un poco antes de cumplir los 50 años, mi hermano me había comentado que me iban a mandar la carta para ofrecerme la posibilidad de hacer la prueba de sangre oculta en heces. Mi cumpleaños es el 1 de junio y, a finales de ese mes, ya me llegó la citación. Fue muy puntual», subraya.

Proceso hasta el diagnóstico

Reconoce María que el proceso hasta llegar al diagnóstico de cáncer de colon, así como la confirmación de que sufría esa enfermedad, lo vivió con «mucha angustia». «Además, me hicieron la colonoscopia y, ya después de la prueba, vino un enfermero y dijo: ‘Esta chica, que no se marche, que quiere hablar el médico con ella’. Con lo cual..., apunta esta coruñesa. «Entonces, vino el médico, y me comunicó que se me estaba ‘cerrando’ el colon y que, en menos de un mes, tenía que ser operada. Todo aquello lo viví con muchísimo miedo... A partir de ahí, ya me mandaron al cirujano y, aunque en principio era solo el colon (que era para ser operada ya en septiembre), después me encontraron en el hígado también, con lo cual tuve que empezar con quimio... y todo eso. Del colon fui intervenida ya en diciembre, y fue todo bien, ahora estoy de nuevo con quimio, y esperando que se reduzca lo del hígado, para volver a operar», detalla.

Llama la atención María, en este punto, sobre el hecho de que, antes de ser convocada por el Sergas para participar en el cribado de cáncer colorrectal, «no tenía síntomas de nada» que le hiciese sospechar que podía padecer esa enfermedad. «Lo único que tenía era estreñimiento, pero bueno, es algo que me ha pasado siempre. Y después, como sufro de hemorroides, a veces sangraba al ir al baño. Pero lo típico, le echas la culpa a la hemorroide», señala, antes de apuntar que, «tres semanas antes de hacerse la prueba de sangre oculta en heces que dio paso a todo lo demás, tuvo «unos retortijones de barriga». No obstante, como trabaja en el comedor de un centro educativo, «y hubo un brote de gastroenteritis», cuenta que pensó «lo típico»: «Me contagiaron los niños».

Diagnóstico precoz y prevención

De ahí, insiste, «la importancia de participar en los cribados», una herramienta diagnóstica, como ha sido en su caso, pero también de «prevención» del cáncer colorrectal, en muchos otros. «Yo no tenía ningún síntoma que me hiciese sospechar que podía tener un cáncer de colon. Además, soy la típica persona que tenía que estar muy mala para ir al médico, con lo cual, fue una suerte que me convocasen para el cribado tan pronto cumplí los 50 años», reitera.

María Losada, en la sede de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña.

María Losada, en la sede de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña. / Carlos Pardellas

El papel de la AECC

En la Junta Provincial de la AECC en A Coruña, María recaló «hace unos meses», tras serle detectada la enfermedad, también, «en el hígado». «Aparte de eso, ahora me apareció un quiste en un ovario. En principio, el oncólogo decía que no le daba importancia, pero me derivó a Ginecología del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera (Chuac) para mirarlo. Ahí fue cuando me decidí a pasarme por la asociación, porque la quimio me estaba funcionando muy bien, en un principio, y aquello fue como un bajón. Estoy bien y, de repente, aparece eso... Entonces, di el paso de ir a la AECC, para buscar un apoyo», explica, antes de destacar que allí encontró ese «apoyo» que buscaba, y mucho más. «Estoy yendo a yoga en la asociación, incluso hemos hecho un grupito, todas las compañeras que vamos a esa actividad, y hacemos salidas, etc. Es una manera, también, de distraerte. De no pensar, todo el rato, en la enfermedad. Me está ayudando bastante, la verdad. Como todas las compañeras hemos pasado, más o menos, lo mismo, entre nosotras podemos desahogarnos de otra manera. Con la familia es distinto. Intentas hacerte la fuerte», reconoce.

En vísperas de la conmemoración, mañana, 31 de marzo, del Día mundial contra el cáncer de colon, María incide en la necesidad de «hacerse los cribados». «Es muy importante, ya que a lo mejor, así, se puede coger la enfermedad en fases más tempranas, o incluso evitar su aparición si, durante la colonoscopia, se detectan otro tipo de lesiones y se extirpan», subraya, antes de lanzar un mensaje de «ánimo» a otros pacientes de cáncer que puedan estar pasando por su misma situación.

"Muchas veces, con la familia no te desahogas, o no les cuentas todo, cómo te sientes, para no preocuparles más. En ocasiones, te resulta más sencillo hacerlo con un amigo, o con otra persona que no sea tan cercana»"

María Losada

— Paciente oncológica

«A todos ellos, mucha paciencia. El estado de ánimo es muy importante, también», considera esta coruñesa, quien hace hincapié, asimismo, en la conveniencia de «buscar apoyos cuando se necesitan». En el propio entorno, o en entidades como la AECC, cuyas puertas están abiertas «siempre, 24 horas, los 365 días del año», bien sea a través del teléfono de Infocáncer (900 100 036), o en sus sedes, a pie de calle (la de A Coruña, se ubica en C/Real, número 1, piso 1º). «Muchas veces, con la familia no te desahogas, o no les cuentas todo, cómo te sientes, para no preocuparles más. En ocasiones, te resulta más sencillo hacerlo con un amigo, o con otra persona que no sea tan cercana», insiste.

Objetivo, aumentar la participación

Junto a ella, Rosa Trillo, psicóloga y técnica de prevención de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña, resalta que, «como cada año», el «objetivo principal» de la asociación, «en esta campaña» del Día mundial contra el cáncer de colon es «aumentar el conocimiento de la población acerca del test de cribado de cáncer colorrectal», y «colaborar, mano a mano, con todos los agentes que influyen» y que «persiguen este mismo objetivo (el Sergas, con otras entidades...)», para «poder conseguir incrementar los porcentajes de participación».

«Sí sabemos que, como bien decía antes María, los cribados pueden salvar vidas, por tanto, es fundamental que la gente se realice esa prueba», recalca Rosa, quien alude al temor a la colonoscopia, y en general al «desconocimiento sobre el proceso del cribado», como posibles causas de que la participación no sea tan alta como cabría esperar.

«El cribado consiste en un test de sangre oculta en heces, una prueba pulcra, no invasiva y que apenas lleva dos minutos. La muestra que el propio paciente recoge en su domicilio se envía a analizar al laboratorio, a través de su centro de salud, y solo cuando el resultado es positivo, se realiza una colonoscopia», especifica, antes de considerar que, aunque el cribado de cáncer colorrectal está en marcha ya, «al cien por cien», en toda Galicia, «su implantación es relativamente reciente». «Y los cribados siempre necesitan un tiempo de implantación para conseguir esas tasas de participación tan altas como las que tenemos, por ejemplo, en el de cáncer de mama», apunta.

«Sabemos que hay varios factores que pueden estar influyendo —prosigue la psicóloga y técnica de prevención de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña—. Por un lado, quizás, ese tiempo más reciente de implantación del test; a lo mejor, falta de información, o de sensibilización, sobre la importancia del cribado (sobre esa capacidad real para conseguir el diagnóstico precoz); y luego, probablemente, ese cierto desconocimiento sobre qué es la prueba en sí, y sobre las implicaciones que tiene», remarca Rosa, y reitera:

Una prueba indolora, "cero invasiva", rápida...

«Al final, sabemos que es una prueba totalmente indolora, cero invasiva, rápida, que te haces en casa, que no implica nada pero, quizás, al escuchar ‘cáncer de colon’, y al escuchar ‘cribado’, muchas personas tienen ese miedo a realizarse una colonoscopia, a lo desconocido... Piensan que, al no tener síntomas (‘yo no me encuentro mal’)... Todo ese tipo de mensajes que, muchas veces nos decimos, pueden estar ahí, afectando a la participación en el cribado de cáncer colorrectal».

«Llevar una alimentación saludable, reducir el sedentarismo, realizar ejercicio físico, evitar el consumo de alcohol y de tabaco... Tener un estilo de vida saludable siempre va a ser favorable y a prevenir que aparezcan este tipo de enfermedades. Sobre todo, porque estamos hablando de un cáncer que tiene una relación importante con la alimentación, y con el estilo de vida»

Rosa Trillo

— Psicóloga y técnica de prevención de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña

Hace hincapié, la psicóloga y técnica de prevención de la Junta Provincial de la AECC en A Coruña, en que, «por un lado, está la prevención de participar en el cribado de cáncer colorrectal» para «diagnosticar, precozmente, la enfermedad, mejorar la supervivencia y salvar vidas (que es el objetivo de todo esto)», así como para «detectar esas lesiones premalignas que, muchas veces, van a aparecer», y que «se pueden extirpar para evitar que se desarrolle» el cáncer.

Servicios de la AECC

«Por otro lado, está toda la parte de la prevención primaria: llevar una alimentación saludable, reducir el sedentarismo, realizar ejercicio físico, evitar el consumo de alcohol y de tabaco... Tener un estilo de vida saludable siempre va a favorecer, y a prevenir que aparezcan este tipo de enfermedades. Sobre todo, porque estamos hablando de un cáncer que tiene una relación importante con la alimentación, y con el estilo de vida», sostiene Rosa Trillo, antes de recordar «todos los servicios» que ofrece la AECC, de manera «totalmente gratuita».

«Atención psicológica, social, logopedia, fisioterapia, nutrición, actividades de ocio y tiempo libre... Y, por supuesto, el teléfono de Infocáncer, 900 100 036, gratuito», apunta, «e, hilando un poco con lo que comentaba antes María», señala: «Hay muchos pacientes que, por la situación personal que tienen, no pueden o no quieren desahogarse con su familia, o con su entorno más cercano, y que se sienten, a veces, solos o solas durante la enfermedad. Insistirles en que aquí, en la asociación, tienen las puertas abiertas siempre, para lo que necesiten».

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