El crimen con armas de fuego, puntual en A Coruña

En A Coruña hay casi 8.000 licencias para armas legales, y, de cuando en cuando, las fuerzas policiales requisan armas de fuego o simuladas que no tienen permiso, o que se emplean para un delito. Los orígenes son diversos: armas que emplean personas que están en el mundo de la droga para protegerse, réplicas usadas en atracos o escopetas modificadas. Pero fuentes de la Policía Nacional y de la Local coinciden en que se trata de intervenciones poco comunes, y que no hay un problema generalizado de tráfico en el mercado negro, o de posesión de armas en manos de los delincuentes.

«Puede haber alguna detención por tenencia [de armas de fuego ilegales], pero son poco frecuentes», indican fuentes de la Policía Nacional, y lo mismo señalan otras conocedoras de la actividad de la local, que no recuerdan ningún caso en los últimos años. La Policía Local interviene con cierta frecuencia armas blancas, como las navajas, y, según la última memoria del servicio, de 2023, hubo 77 propuestas de sanción por portarlas durante ese año. Pero las personas a las que suele registrar el 092, como las que protagonizan altercados por las noches o los que se dedican al menudeo de droga, no llevan pistola, y los delincuentes que la portan, indican las mismas fuentes, «suelen ser gente de fuera».

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La Policía Nacional, que realiza intervenciones de más calado, sí encuentra armas de fuego con más frecuencia. Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) no recuerdan que en la ciudad haya habido intervenciones de armas de guerra, como rifles de asalto, pero sí casos de pistolas o revólveres, «en su mayoría provenientes de Portugal, África o de la guerra de los Balcanes». También se han dado casos de escopetas «que se modificaron para hacerlas más letales».

De los casos de armas intervenidas «la mayoría» son a personas del mundo de la droga, que la usan para su propia protección. Por ejemplo, en la macrorredada de 2018 en las viviendas municipales de la calle Orillamar se incautaron armas de fuego. Pero no hay muchos casos de gente que tenga armas para atracos o robos, o de coleccionistas sin permiso, «aunque alguno ha habido».

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También hay casos de pistolas simuladas, que a veces se emplean para realizar robos. Por ejemplo, durante los registros a personas ligadas con el Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL) en 2023 se intervinieron dos armas de fogueo con 90 cartuchos.

«No es la tónica general»

Pero, insiste el secretario provincial para A Coruña de la Unión Federal de Policía (UFP), Luis González Martín, el uso de armas de fuego «no es la tónica general». Aunque hay casos ligados a robos o tráfico de drogas, «no es algo que se habitual, ni mucho menos alarmante», y «tampoco es que haya muchos» ejemplos. Las armas pueden proceder de diferentes fuentes, desde robos de aparatos legales a importaciones irregulares, pero esto, explica González, va «variando» según el caso.

De las 7.999 licencias de armas que el año pasado poseían los vecinos de A Coruña, más de 4.800 son del tipo E, según la Dirección General de la Guardia Civil, aunque la cantidad va bajando. Se trata del permiso que se utiliza típicamente para escopetas de caza menor y algunos tipos de armas deportivas. En cambio, suben los permisos D, para rifles de caza mayor, que ya superan los 1.500, y los F, específico para tiro deportivo, que ya son más de 700.

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