Prisión por poner un cuchillo en el cuello a su mujer, en silla de ruedas, y agredir a su hija en A Coruña

Vivía con la víctima pese a una orden de alejamiento y amenazó con matarla | El Superior rechaza el atenuante de drogadicción

Sede del TSXG, en A Coruña.

Sede del TSXG, en A Coruña. / Carlos Pardellas

A Coruña

En 2019, un juzgado coruñés prohibió a un hombre acercarse a su compañera sentimental, pero pese a ello, ambos reanudaron la convivencia en 2021, en un piso de A Coruña. La mujer tiene una enfermedad degenerativa que la obliga a ir en silla de ruedas, y con ellos vivían una hija de ella, mayor de edad, y otra que habían tenido ambos, adolescente. Estar en la vivienda pronto se convirtió en un suplicio para las mujeres. El hombre las insultaba, intimidaba y agredía «a diario», y llegó a amenazar a la mujer con un cuchillo, y el Tribunal Superior le ha confirmado una pena de 68 meses de cárcel.

La mujer, indica el tribunal, vivía «atemorizada» por las amenazas de muerte hacia ella y sus hijas. Le escuchaba «os voy a meter bajo tierra», «os voy a matar si decís algo». En Navidad de 2021, después de que la mujer durmiera con la hija común de ambos, la insultó llamándola «inútil» y «parapléjica», amenazando con tirarla por la ventana.

Pero el suceso más grave ocurrió en mayo de 2023. El hombre le deseó a la hija mayor de la mujer que enfermase de cáncer y se muriese, y la madre acudió en su ayuda, diciendo que ojalá le saliera el cáncer a él. El hombre echó a la chica de casa, y luego le sujetó fuertemente la cara a su pareja, le dijo «te reviento» y le golpeó con una manta en las piernas. Luego, llamándola «parapléjica de mierda», cogió un cuchillo de la cocina y se lo puso en el cuello. Gritó que se lo iba a clavar, que iba a ir a prisión «por todo lo alto, pero a ti y a tus hijas os dejo bajo tierra». La hija común de ambos trató de apartarlo y, aunque se detuvo, poco después le pegó una patada a la niña. La policía lo atrapó en el garaje del edificio, cuando trataba de huir.

El Juzgado de lo Penal número 6 lo condenó por siete delitos que suman cinco años y ocho meses de prisión. El hombre recurrió, alegando, entre otros argumentos, que se le rebajase la pena porque es consumidor de cocaína y cannabis, pero el Superior ratificó la sentencia íntegramente. A la fecha de la sentencia del Juzgado de lo Penal el hombre, con antecedentes por lesiones, tenía pendiente el juicio por las acciones que llevaron a la orden de alejamiento de 2019. Según el órgano, se le acusa de «una conducta similar a la ahora descrita».

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