La asociación de anorexia de A Coruña ampliará horario, actividad, plantilla y usuarios en la nueva sede con la donación de Inditex

Busca un local luminoso de unos 500 metros cuadrados, que esté en la ciudad y bien comunicado

La directora de ABAC: «Pese a la donación de Inditex y sus empleados no estamos encontrando un espacio y vamos a necesitar apoyo»

Una de las trabajadoras del centro de la asociación de anorexia, en su sede actual. |  Carlos Pardellas

Una de las trabajadoras del centro de la asociación de anorexia, en su sede actual. | Carlos Pardellas

A Coruña

La Asociación de Anorexia y Bulimia de A Coruña (ABAC) se encuentra inmersa en un proceso de «búsqueda activa» de un local para ampliar no solo sus instalaciones sino también su actividad. Después de varios intentos fallidos, en 2025, Inditex y sus empleados han decidido que sea ABAC la entidad beneficiaria de la recaudación del mercadillo solidario que, este año, asciende a 861.856 euros. Y es que, si las instalaciones de la asociación en el Barrio de las Flores ya se empezaban a quedar pequeñas hace cinco años, el problema se agravó con la pandemia, ya que el número de usuarios se disparó.

Actualmente, tienen 25 puestos en el comedor terapéutico y necesitan, según explica la directora del centro, Fátima Pérez, «el triple», porque cada vez son más las personas que llaman a su puerta para pedir ayuda, aunque tampoco quiere dar cifras exactas porque todo dependerá del local que puedan adquirir y de las posibilidades que les ofrezca.

«Preferimos que, en un principio, nos sobre espacio porque sabemos, seguro, que con el tiempo lo iremos ocupando», confiesa Pérez, que lleva semanas lidiando con la lista de espera. «Atendemos a unos 150 pacientes, de todas las edades y de ambos sexos, aunque todo depende de las altas que demos, y eso no lo podemos agilizar porque cada paciente se merece el mejor tratamiento. A día de hoy tenemos la lista de espera a cero, pero dependemos de las llamadas que nos entren para que no se nos cree un embudo otra vez», explica Pérez.

A pesar de que cuentan casi con 900.000 euros en cartera para mudarse y ofrecerles más servicios a sus usuarios, la búsqueda no está siendo fácil. Sobre la mesa ponen solo tres condiciones: que el local mida 500 metros cuadrados o más, para poder hacer cosas que ahora son imposibles dado las limitaciones de espacio, como que se puedan impartir charlas o hacer actividades colectivas a la vez que se utiliza el comedor terapéutico; que sea luminoso, porque es beneficioso para el tratamiento de los pacientes, y que esté «bien comunicado», para que los usuarios puedan acceder en el transporte público, ya que el 30% de los usuarios que acuden a ABAC —en ocasiones varias veces a la semana— durante un año o más, son menores de 18 años. Otra de las opciones que pone sobre la mesa ABAC es la compra de una parcela para poder construir un edificio que dé respuesta a sus necesidades.

«No estamos excluyendo nada, pero no estamos encontrando. Está siendo muy complicado, a pesar de la donación, que estamos agradecidísimos por ella, porque es comprar el local, con todos los gastos que conlleva, y arreglarlo. Vamos a necesitar apoyo externo porque no nos va a llegar para todo», confiesa Pérez, que pone el foco en que «el metro cuadrado construido y reformado es carísimo en la ciudad».

«El problema que estamos encontrando es que los locales que se adecúan a nuestras necesidades están cerca del millón de euros», lamenta. El alquiler no es una opción, ya que la donación es para adquirir la sede en propiedad y que ABAC no tenga el mismo problema dentro de unos años.

«Ahora atendemos de lunes a viernes desde las nueve de la mañana hasta que se va el último paciente, sobre las ocho o nueve de la noche, cuando se acabe la cita», explica Pérez, que adelanta que este cambio de sede no solo les permitirá ampliar sus instalaciones sino también ofrecer más servicios y también durante más horas, ya que llevará aparejado un aumento del personal, por la alta demanda de usuarios.

«Actualmente tenemos contratado un equipo terapéutico de tres psicólogas, una psiquiatra, un dietista-nutricionista y una educadora social. En el sitio en el que estamos (en la calle Petunias) nos tenemos que turnar los despachos, por eso todo pasa por tener más espacio», comenta Pérez, que apunta a que su prioridad es «darle una atención exclusiva a los pacientes» en tanto que necesitan privacidad y que su problema sea tratado de forma individualizada, algo que en su sede de la calle Petunias se complica porque las instalaciones se han quedado pequeñas.

«Podríamos hacer actividades complementarias o atender a los pacientes los sábados por la mañana, por ejemplo», enumera Pérez que, tal y como adelantaron fuentes de Inditex a este diario, confían en que el nuevo centro pueda estar en funcionamiento a principios del año que viene, aunque todavía han de encontrar el local, arreglarlo y mudarse. En todo caso, ABAC seguirá siendo «a corto y medio plazo» lo que hoy en día es, «un centro de día» y no se plantea abrir plazas para pacientes que sigan un tratamiento de forma interna, ya que eso les obligaría a tener personal 24 horas y a ofrecer prestaciones hospitalarias.

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