La guitarra, un puente cultural entre Japón y el Barrio de las Flores

La cooperativa coruñesa Tako organiza en el país nipón una muestra sobre la guitarra española con conferencias, recitales y otras actividades, de la mano del constructor de instrumentos Pablo Sánchez Otero, con taller en A Coruña

Algunos asistentes observan las piezas de la exposición.

Algunos asistentes observan las piezas de la exposición. / LOC

A Coruña

Una guitarra española artesanal viajó los más de 15.000 kilómetros que separan Japón del Barrio de las Flores con el fin de vincular musicalmente dos culturas que, pese a lo que se pueda pensar, tienen más en común de lo que parece. Es la guitarra La perdiz, fabricada en el barrio coruñés por el constructor Pablo Sánchez Otero, y una de las seis piezas artesanales que componen la muestra Encordadas, que celebra desde Tokio la tradición de la guitarra clásica española en el país asiático.

Una iniciativa desarrollada por la cooperativa coruñesa Tako y que evidencia que, a miles de kilómetros, hay querencia por la artesanía musical del país. «Yo ya llevo muchos años trabajando con una tienda de Tokio especializada en guitarra clásica, que es mi distribuidora en Japón. Hace dos años, en una misión comercial de la Cámara de Comercio, pensamos que sería buena idea organizar una exposición», cuenta el luthier Pablo Sánchez. Al final, aquella idea germinó en un evento de diez días repartido entre el Instituto Cervantes de Tokio y la Embajada de España en el país, financiado por el Ministerio de Cultura y que cuenta, además del propio espacio expositivo en la Embajada, con actividades como conciertos y conferencias. «La inauguración tuvo lleno total, con más de 130 personas en un auditorio a rebosar, hasta se quedó gente fuera. Nos comentaron que aquí en Japón hay muchas escuelas pequeñas que tienen clases de flamenco y de guitarra española. Hay mucho amor por la cultura, y con esto lo hemos notado, solo hubo buenas palabras para nuestro trabajo», comenta el luthier.

La muestra, centrada sobre todo en el proceso de construcción artesanal de una guitarra española, se compone, entre otros elementos, por seis guitarras elaboradas por seis constructores siguiendo los métodos tradicionales: cinco de ellos, entre los que figura el propio Pablo Sánchez, residentes en España, y una sexta, construida por Kaoru Ono, un artesano japonés fallecido el año pasado. «Le conocí la última vez que vinimos, y quisimos rendirle ese homenaje para recordarle y unir un poco más las dos culturas», relata Sánchez. Para profundizar aún más en el proceso constructivo, la muestra incluye una serie de fotografías documentales, elaboradas por la fotógrafa Sandra García Rey y con textos de Marta García Peñuela, ambas de A Coruña, que recogen todo el proceso de creación de la guitarra La Perdiz en el taller del Barrio de las Flores. Los vínculos entre ambos lugares no acaban ahí: curiosamente, en el mismo barrio en el que Pablo Sánchez fabrica sus guitarras se ubica un monumento que pocos coruñeses conocen, que reproduce la bandera de Japón y que fue colocado para conmemorar una visita del embajador nipón a la ciudad en 1984.

Como no podía ser de otra manera, la guitarra sonó varias veces en el transcurso del evento. La inauguración de la muestra corrió a cargo del guitarrista y profesor del Conservatorio de A Coruña Mateo Arnáiz, que tocó una mezcla de su repertorio propio y música gallega de los siglos XIX y XX. Mañana será el turno de su homóloga en el Conservatorio de Santiago, Isabel Rei, que ofrecerá desde el Instituto Cervantes de Tokio un repertorio eminentemente gallego. «Quisimos que el proyecto, además de abordar la guitarra española, tuviese su punto de conexión con Galicia. Parece es todo muy ajeno, pero, a la vez, en muchos aspectos tenemos muchas cosas en común pese a lo lejos que estamos», cuenta Pablo Sánchez.

Tracking Pixel Contents