Adiós a Flory, la mujer que dio su nombre a la confitería del Agra

Fallece Florinda Sánchez Sánchez, a los 93 años

Florinda Sánchez Sánchez

Florinda Sánchez Sánchez / Cedida

A Coruña

Se llamaba Florinda Sánchez Sánchez, aunque «todo el mundo» la conocía por Flory, como la confitería a la que dio su nombre en el Agra do Orzán y que abrió, en 1967, junto a su marido, Hortenio Diñeiro Lago. Flory falleció este martes a los 93 años y, aunque nació en Cesuras, desde muy jovencita se trasladó a A Coruña. Primero vivió en Monte Alto y después ya en el Agra, encima de la confitería en la que cada día de Reyes se formaban, y se siguen formando, colas interminables.

Quienes trabajaron con ella la recuerdan como una mujer «muy amable» y muy comprometida con el negocio, intentando dar siempre a los clientes lo que buscaban en la confitería. María, su hija pequeña, si piensa en sus padres, los recuerda en ese bajo «trabajando codo con codo» y, a ella, detrás de la puerta, en un rinconcito, dibujando, y viendo cómo entraban y salían los clientes de toda la vida, impregnados del olor dulce del que era también su hogar.

Flory está siendo velada en el tanatorio Albia y este jueves se celebrará un funeral en su memoria y será incinerada. «Su deseo era que tirásemos sus cenizas al mar», recuerda su hija, que reconoce que tanto su madre, como su padre —fallecido hace ya cuarenta años— fueron personas «muy queridas» en el barrio porque ellos también hicieron todo lo posible por serlo. «Siempre pendientes de la gente y de satisfacerles», comenta María.

Fueron sus hermanos Norberto y Chelo y sus parejas, Fe y Mohamed, los que tomaron su testigo en el negocio mano a mano con las empleadas de toda la vida tras el mostrador. «Mohamed vino de Siria a estudiar, se enamoró de mi hermana y fue él el que aprendió con mi padre en el obrador», recuerda María.

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