Si no lo leo no lo creo

Mañana laborable en la calle Real como si fuese sábado

ANTÓN PERULEIRO

El tráfico de cruceros, con sus beneficios y perjuicios, vive un momento de esplendor en A Coruña. Cuando uno mira al puerto, raro es el día que no hay un crucero atracado, cuando no son dos o tres. O cinco, como se esperan para el próximo 22 de abril, martes. Cuando bajan del barco, lo habitual es que los cruceristas tomen vía recta hacia María Pita y la calle Real, o que giren a la derecha y enfilen la Torre de Hércules a través del paseo marítimo de O Parrote y Orillamar. Un día de esta semana, el abarrote se vivió en la calle Real, repleta de turistas con sus bocadillos de jamón serrano a media mañana. La afluencia era tal que parecía más un sábado por la tarde que un día laborable de mañana.

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