El Coliseum vibra con el rock 'eléctrico' de Lenny Kravitz: "¡Galicia, quérovos!"

La estrella neoyorquina resarce a sus fans coruñeses con un potentísimo directo, tras la cancelación de 2020, en el que incluso se lanzó a hablar en gallego: "Todos nós somos enerxía, somos vida, somos amor"

A Coruña

Había ganas de Lenny Kravitz, entre sus fans coruñeses, tras la cancelación del concierto en A Coruña anunciado para el 26 de julio de 2020. La estrella neoyorquina decidió, entonces, cambiar el parqué del Coliseum por el del WiZink Center de Madrid (rebautizado como Movistar Arena), donde programó un nuevo recital, en la misma fecha, que tampoco llegó a celebrarse por la pandemia de COVID. Hacía casi siete años que no actuaba en Galicia el «ministro del rock». Desde julio de 2018, cuando puso el broche de oro, con una actuación memorable, a la primera edición del festival O Son do Camiño, en Santiago.

De la mano del Gozo Festival, reapareció Lenny Kravitz, anoche, ante sus incondicionales gallegos, en un Coliseum abarrotado, aun sin llegar a colgar el cartel de sold out (las entradas costaban entre 79,5 y 124,5 euros), que vibró con los ritmos 'eléctricos', las baladas míticas y el postureo de un artista por el que parecen no pasar los años, a punto de cumplir 61 (quién lo diría).

Lenny Kravitz, al público de su concierto en A Coruña: "Sodes moito para min, graciñas"

Eloy TP

Contó Lenny Kravitz, en su regreso a A Coruña —donde actuó, por primera vez, en 2012—, con una telonera de lujo, Estrella Morente, quien ya le precedió, este pasado domingo y lunes, en los dos conciertos que ofreció en Madrid, primera parada de su Blue Electric Light Tour 2025 en España, una gira que también le llevará, este sábado, a Pamplona.

En torno a las 21.50 horas, con unos minutos de retraso sobre el horario previsto, el Coliseum se iluminó de azul con los primeros acordes de Blue Electric Light, la canción que da nombre a su duodécimo álbum, a los que seguirían, casi sin respiro, la potente Bring It On. A partir de ahí, la estrella desplegó toda su energía para repasar temas de su último trabajo, como TK421 o Honey, intercalados de grandes éxitos, como I belong to you, coreadísima.

El público se entregó por completo al músico neoyorquino tras hablar en gallego: «Galicia, quérovos. Quérovos. Estou moi feliz de estar aquí convosco. Todos nós somos enerxía, somos vida, somos amor. E sodes moito para min»

Fue antes de ese tema cuando el público se entregó por completo al músico neoyorquino tras hablar en gallego: «¡Galicia, quérovos. Quérovos! Estou moi feliz de estar aquí convosco. Todos nós somos enerxía, somos vida, somos amor. E sodes moito para min. Graciñas».

También sonaron el clásico Believe, una invitación a la introspección y a la fe en uno mismo; Stillness of Heart, durante el cual hizo Lenny Kravitz su primera incursión en la pista del Coliseum; o el rítmico Low, del álbum Raise vibration.

El concierto finalizó con una versión extendida de Let Love Rule, que Lenny Kravitz aprovechó para darse un baño de masas: bajó a la pista, recorrió buena parte de la grada y, finalmente, regresó al escenario, acompañado de Estrella Morente, por quien manifestó su profunda admiración, antes de despedirse, de nuevo, en gallego

Fue el preámbulo de la interpretación de ‘himnos’ como I’ll Be Waiting, It Ain’t Over ‘Til It’s, Again, Are You Gonna Go My Way, American Woman o Fly Away, que desató la locura entre un público coruñés totalmente seducido por un artista que ha sabido sobrevivir a las modas, con un estilo personalísimo y rodeándose de músicos de altura, como el carismático guitarrista Craig Ross, que cerró el tema Believe con un solo espectacular que puso en pie a buena parte del público del Coliseum; o la jovencísima batería Jas Kayser, quien se llevó una tremenda ovación durante la presentación que Lenny Kravitz hizo de su banda, a quienes se refirió como su "familia".

El concierto de anoche en A Coruña finalizó con una versión extendida de Let Love Rule, que Lenny Kravitz aprovechó para darse un baño de masas. Bajó a la pista, recorrió buena parte de la grada y, finalmente, regresó al escenario, acompañado de Estrella Morente, por quien manifestó su profunda admiración, arrodillándose, un gesto que ella le devolvió. Juntos cantaron, dieron palmas e incluso amagó, la estrella neoyorquina, con realizar algún paso de flamenco, antes de despedirse, de nuevo, en gallego: "Sempre estaredes no meu corazón".

La agencia norteamericana del artista impuso a los medios de comunicación acreditados supervisar todas las fotografías que tomaran del concierto y comprometerse a publicar solo aquellas a las que diera aprobación, razón por la que este diario decidió no realizar cobertura gráfica del recital.

Tracking Pixel Contents