Opciones y retos del tren de viajeros en los muelles de A Coruña: del Cercanías al tranvitrén

Vecinos y expertos piden que la reforma de los muelles interiores respete la vía férrea de mercancías a San Diego y la amplíe a pasajeros. La ingeniera y profesora de la UDC Margarita Novales explica que hay varias opciones, como el Cercanías y el tranvitrén, al tiempo que apuesta por potenciar el autobús

Foto panorámica de la estación de ferrocarril de San Diego.

Foto panorámica de la estación de ferrocarril de San Diego. / Iago López

A Coruña

Un tren de Cercanías, un tranvitrén, un bulevar, más carriles bici y carriles bus... Las propuestas para mejorar la movilidad aprovechando la reforma de los muelles interiores entre Batería y Oza se acumulan, a falta de que las Administraciones decidan el futuro de la fachada marítima. Vecinos y expertos reclaman que se mantenga la vía férrea para mercancías que acaba en la estación de San Diego y se estudie utilizarla para pasajeros, y la ingeniera de Caminos Margarita Novales, profesora en la Universidade da Coruña (UDC) y codirectora de su Laboratorio de Movilidad Sostenible, explica los pros y los contras de algunas de las alternativas.

Preservar la conexión

Para la ingeniera, mantener las vías durante la transformación de los muelles tiene sentido. «Constituyen un eje de penetración al puerto que, si se elimina, sería muy complicado construir posteriormente», y posiblemente hubiese que soterrar, lo que resulta caro, indica Novales, que participó en el debate sobre el futuro de la movilidad de los muelles del mes pasado.

Además, si, como plantea la comisión Coruña Marítima (integrada por Estado, Xunta, Concello, Puertos del Estado, Adif y Autoridad Portuaria) se van a mantener actividad económica en los muelles interiores, mantener el enlace es crucial. «Una parte importante de la competitividad de los puertos se basa en la posibilidad de conectar con su hinterland (su zona de influencia terrestre) mediante servicios ferroviarios», resume.

Ampliar a viajeros, un debate

La vía «conecta el centro de la ciudad con la ría do Burgo y Cambre», con la futura intermodal, «pasando por la Universidad y por la frontera entre los barrios de Matogrande y Xuxán», así como con el polígono de Agrela. Pero la experta indica que todavía hay que evaluar si «sería adecuado» dar un servicio de viajeros en ellas. El documento de bases estratégicas elaborado por las administraciones, recuerda, contempla un estudio de demanda, y Novales recuerda que los trenes de Cercanías «son generalmente deficitarios», sobre todo si hay pocos viajeros.

El carril bus, necesario

En todo caso, las vías darán servicio a unos corredores «muy concretos», y Novales indica que dar un servicio de bus eficiente que conecte con la comarca es «un aspecto fundamental» para mejorar la movilidad. Para ello el bus debe ser competitivo en relación al empleo del automóvil, y, señala la ingeniera, la remodelación de los muelles es una oportunidad para ello, pues permitirá dar «espacios adicionales para el viario de acceso». La remodelación se debe aprovechar «como oportunidad para la implantación de plataformas reservadas para autobuses (carriles bus), tanto para el transporte urbano como interurbano/metropolitano».

En su opinión, es «aconsejable» mantener el acceso de los buses metropolitanos hasta Alcalde Manuel Casas (a donde se trasladará la parada de Entrejardines con la reforma de los Cantones), acercándose al centro, y recomienda complementarla «con una terminal, dentro del terreno actualmente portuario» para usos técnicos como la carga de baterías. Esta terminal, argumenta la codirectora del Laboratorio de Movilidad «se puede integrar en el intercambiador que se plantea en las bases estratégicas en las inmediaciones de plaza de Ourense-Linares Rivas, para cuidar adecuadamente las conexiones entre los servicios interurbanos y la red urbana de autobús».

Cercanías

En teoría las vías se podrían aprovechar para un tren convencional, pero «no parece que esto se esté planteando actualmente», y esta modalidad irá a la intermodal. Sí se ha hablado del Cercanías, que, explica Novales, suele emplearse para dar respuesta a «demandas elevadas», en la que los usuarios tienen trenes cada poco, por lo que Novales insiste en que antes de implantarlo habrá que saber si habrá pasajeros. Si son pocos, y en consecuencia la conexión incluye pocas frecuencias, «el servicio no será atractivo para la ciudadanía y no conseguirá el cambio» desde el coche.

Si hay pasajeros las ventajas estarían en la fiabilidad y rapidez del tren, y, aunque habría que electrificar las vías, el Cercanías también es más ecológico que los autobuses diésel. Pero, recuerda Novales, los servicios son rígidos y con costes elevados, especialmente si hay pocos viajeros, y la rapidez y fiabilidad también se podrían conseguir con carriles bus. Además, ahora hay autobuses eléctricos o con motores de combustibles alternativos que reducen la brecha ambiental.

El tranvitrén

El documento de bases estratégicas de las administraciones contempla este sistema, que ha investigado Novales. Según explica la ingeniera, es un sistema ligero que puede circular sobre vías urbanas, como un tranvía, pero también puede utilizar infraestructura ferroviaria convencional, como la que va a San Diego. «La experiencia similar a la que se plantearía para las vías que llegan a San Diego existe en la Bahía de Cádiz, con el llamado Trambahía, que conecta Chiclana, San Fernando y Cádiz», relata. Los vehículos van por la vía de tren de Sevilla a Cádiz durante una parte del trazado, y para el resto se han construido nuevas vías urbanas e interurbanas.

Este sistema tiene como ventajas que permite usar vehículos más pequeños, ligeros, bajando el coste. También es más fácil acelerarlos y frenarlos, con lo que es posible incluir más paradas que en un Cercanías con el mismo tiempo de viaje. Además, añade la ingeniera, «puede penetrar en la zona urbana en modo metro ligero/tranvía, integrándose plenamente en la trama viaria», algo que podría ser importante si las vías férreas se prolongan más allá de San Diego.

Tren-Tranvía

Se trata de «un caso opuesto al tranvitrén», es decir, un tren convencional, si bien «relativamente ligero», que además de circular por las vías ferroviarias emplea también otras que penetran hacia el centro urbano. «Este sistema está bastante menos extendido en el mundo, dado que los corredores urbanos deben tener unas condiciones muy específicas de trazado», relata la experta, pero «si no se van a utilizar vías puramente urbanas, se puede analizar también la viabilidad».

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