De contenedores inteligentes a rebajas para el que separe: las sugerencias de Hacienda para la tasa de basuras de A Coruña

El Concello cuenta con actualizar este año la cuota de recogida de residuos, cumpliendo la normativa. El Estado recomienda que cada vecino pague por lo que genera, proponiendo sistemas como rebajas a barrios que separen residuos

Trabajadores del servicio de recogida de residuos en la plaza del Humor. |  Iago López

Trabajadores del servicio de recogida de residuos en la plaza del Humor. | Iago López

A Coruña

Rebajas para los vecinos que realicen compostaje, cuota variable en base a contenedores inteligentes, pagos reducidos para personas en situación de exclusión, cobros en base al porcentaje de residuos que separe cada barrio. Estas son algunas de las sugerencias del Estado para la nueva tasa de basuras, una exigencia de la legislación estatal y europea que el Concello ya debería haber aplicado la semana pasada. El Gobierno local calcula que este año sacará una nueva ordenanza que la actualizará, subiendo un tercio la recaudación a los vecinos, pero de momento la norma está aún recibiendo aportaciones previas, y el Ayuntamiento no ha presentado un borrador ni adelantar a este diario si aceptará las sugerencias que propone el Gobierno central.

De acuerdo con la ley, la nueva tasa debe reflejar el «coste directo e indirecto» de recoger y tratar los residuos y trasladarlo a los vecinos, y pide tender al «pago por generación», es decir, que cada uno pague por cuánta basura tira. Esto choca con el actual sistema coruñés, en el que las viviendas abonan una cuota fija según en qué calle estén, y los negocios y hostelería en base a su superficie. Un escrito del año pasado del Ministerio de Hacienda y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) aclara que esto no quiere decir que la tasa sea «absolutamente individualizada» desde el primer momento, pero sí irlo aplicando «gradualmente».

Así, propone una cuota básica inicial que se establezca en base a «parámetros de carácter objetivo» como el tipo de actividad, lugar del inmueble o número de residentes. A un nivel «elemental», puede incluir rebajas para vecinos que aporten a puntos limpios, separen la basura o estén en programas voluntarios de compostaje doméstico. A un nivel «medio», habría una cuota básica y otra «variable en función del comportamiento detectado según las zonas del municipio», como los residuos generados o la separación en cada barrio. A nivel avanzado, el Estado propone incluir una cuota variable para cada caso, con «contenedores inteligentes que permitan identificar los residuos generados por cada ciudadano».

La ley también prevé reducciones de cuota «por distintas circunstancias», indica Hacienda, que recuerda que los Ayuntamientos que no tengan una nueva tasa pueden afrontar sanciones y pérdida de fondos europeos. Por ejemplo, puede rebajarse el pago vecinos o comunidades que participen en recogidas separadas «para la posterior preparación para la reutilización y reciclado, como los puntos limpios o puntos de entrega alternativos», o para personas y familias en situación de exclusión. Eso sí, recuerda que estas reducciones no implican que el resto de vecinos deban pagar más.

El PP se opone a la subida y el BNG reclama que no sea «lineal»

El Gobierno local prevé recaudar este año, con la nueva tasa de basuras, un cuarto más en las cuotas a negocios, y un tercio adicional en los cobros a hogares. Los ingresos se incrementarían de 11,4 millones a 15. El PP recuerda que la tasa de residuos ya subió un 3% en 2024 y acusa al Gobierno local de planear una nueva alza «a pesar de que la recogida está sin contrato desde 2017, de que la planta de tratamiento [de Nostián] desde 2020 e incumple la normativa de reciclaje y de que seguimos sin quinto contenedor», y critica que renuncie a parte de los fondos que se pagaron de más a la concesionaria de Nostián. El portavoz municipal del BNG, Francisco Jorquera, se opone a una «subida lineal» y pide diferenciar entre las familias y los «grandes generadores», como supermercados, hostelería y hoteles. Además, reclama medidas para favorecer la reducción de residuos, desde campañas informativas a colectores que permita conocer quién deposita residuos. También exige regularizar los servicios fuera de contrato y convertir a Nostián en una «verdadera planta de reciclaje».

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