De Riazor a Culleredo: La huella de Vargas Llosa en sus dos visitas a la ciudad

El Premio Nobel de Literatura estuvo en 2019 para participar en un seminario de su obra y hacer un tramo del Camino Inglés. El escritor había estado en 1982, ya que Perú jugó dos partidos del Mundial en Riazor y el autor, declarado futbolero, ejerció como cronista

Vargas Llosa hizo un tramo del Camino Inglés en Culleredo

Vargas Llosa hizo un tramo del Camino Inglés en Culleredo / Moncho Fuentes

A Coruña

El mundo de la literatura está de luto. Este lunes se conocía la muerte de Mario Vargas Llosa, aclamado novelista y último Premio Nobel de Literatura de las letras hispánicas. El escritor es recordado con cariño en A Coruña, ciudad en la que estuvo en dos ocasiones. La última visita fue en 2019. El escritor hispano-peruano participó en un seminario sobre su obra que duró cinco horas. El novelista, que decía estar «muy nervioso» ante «críticos que conocen muy bien su obra», destacó que la «curiosidad por tener aquello que no tenemos» motivó el nacimiento de la literatura. Reivindicó la literatura y dijo que era una «catástrofe» que los jóvenes la abandonasen, ya que «es un arte que enriquece extraordinariamente la compresión de la vida y la sensibilidad».

Vargas Llosa disfrutó de las vistas desde el Paraninfo de la UDC acompañado del anterior rector, Julio Abalde. Posteriormente se desplazó a Culleredo para hacer un tramo del Camino Inglés. Allí fue agasajado con una copia del Códice Calixtino y recibió una llamada del por entonces presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, que no pudo asistir a la cita. «Cuando estuvo aquí, mostró disponibilidad con todos los que quisieron acercarse, tanto para hablar o preguntar cualquier cosa como para sacarse fotos», relato el exrector a EFE. «Fueron dos días muy agradables porque era una persona con un gran nivel cultural, político e internacional y pudimos hablar no solo de cuestiones públicas sino también de otras personales y anécdotas», narra Abalde.

Vargas Llosa con Araceli Arenas en la antigua Librería Arenas en 1982

Vargas Llosa con Araceli Arenas en la antigua Librería Arenas en 1982 / Cedida

Aquel día también pasó por la Librería Arenas: «Estuvo más de dos horas firmando al público y curioseando por la librería. Compró varios ejemplares y yo le regalé uno sobre María Pita, sobre la que estaba muy interesado, una guía de la ciudad y otro de Elena Galván sobre la muerte de Leslie Howard que fue derribado durante la II Guerra Mundial cerca de los acantilados de Cedeira, un tema que también le resultó interesante», recuerda Manuel Arenas.

El autor recordaba la antigua Librería Arenas situada en el Cantón Grande 21 y al padre de Manuel. Vargas Llosa, declarado futbolero, la había visitado en el año 1982 durante el Mundial, donde ejerció como cronista de la selección peruana. La Blanquirroja llegó en plena forma, clasificando invicta frente a Uruguay y Colombia, y ganando a la Francia de Platini en el Parque de los Príncipes durante un amistoso. Sin embargo, acabó colista de grupo con dos empates y una derrota:

«Perú puede dar más. Espero que la gran hinchada de la ciudad, que tanto nos ha animado, llegue a comprobarlo», decía el escritor a La Voz de Galicia tras empatar contra Camerún en la primera jornada. Tras un meritorio empate con Italia (que fue campeona) en Vigo, se la jugó contra Polonia en Riazor, pero perdieron 5-1. «Vargas Llosa llegó enfadado», titulaba La Voz de Galicia sobre esa visita a la Librería Arenas que se produjo tras la eliminación de su querida selección.

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