De carnicería de toda la vida a 'carnicería' vegana en A Coruña

Las dietas vegetarianas y veganas han ganado adeptos con el paso de los años. Este tipo de alimentación está más presente en todo tipo de restaurantes para personas que las eligen por una cuestión de principios y otras que lo hacen por un tema de salud. Aprovechando esta corriente, Carolina Rodríguez decidió abrir un innovador negocio en la ciudad: «Hace tres años empecé a darle vueltas». Fue practicando recetas y finalmente cogió el local de una carnicería que llevaba 30 años abierta en la avenida Finisterre: «Aquí estaba la carnicería Villaverde, los dueños se jubilaban y fueron un encanto», cuenta la joven emprendedora.

Su nuevo negocio se llame Mi Vaina y se podría definir como una ‘carnicería vegana’, ya que ofrecen filetes, chorizos o salchichas elaboradas con productos vegetales: «Son como una especie de trampantojo [término que se emplea en cocina para platos que tienen un aspecto visual totalmente distinto a su sabor]. En este caso, el trampantojo es solo a la vista, ya que productos como el chorizo, «conservan su sabor original», explica Carolina.

La propietaria de Mi Vaina aprendió de forma autodidacta en su casa. «Estuve viendo vídeos, leyendo recetas y mi novio, que es cocinero en A Mundiña, me ayudó mucho a aprender». Carolina trabajaba como auxiliar veterinaria y allí conoció a muchas personas que demandaban este tipo de productos.

Poco a poco fue perfeccionando su técnicas hasta dominar distintas elaboraciones veganas que emulan los filetes de pollo, el chorizo, las salchichas o la carne picada, entre otros. «Los filetes los hacemos con seitán, que es una mezcla de harinas. El chorizo y la morcilla las hago con soja», explica sobre el proceso.

Una de las elaboraciones más complejas son las salchichas: «Las hago con tripa vegetal y las embucho yo misma», señala. Estas elaboraciones son versátiles y se pueden preparar de distintas formas, al gusto del comensal: «Si alguien tiene una barbacoa con amigos y es vegano, puede llevar nuestro chorizos o salchichas», comenta. Además, sirven también para completar otros platos, como las pastas, que pueden llevar la carne picada o las albóndigas, ambas hechas con soja, de Mi Vaina. Estas elaboraciones no son sencillas y pueden llevar hasta 24 horas prepararlas: «Mi objetivo es hacer que la gente vegana pueda ganar tiempo sin tener que recurrir a consumir productos de este tipo que están ultraprocesados».

El establecimiento funcionará como una carnicería de toda la vida, solo que ofreciendo productos veganos. Aunque aún no ha abierto al público, la recepción ha sido muy buena: «En redes me ha escrito mucha gente». Aunque el público potencial del establecimiento es la gente vegana o vegetariana, Carolina expone que también puede servir para «aquellas personas que por una cuestión de salud necesitan comer más vegetales».