Los coruñeses huyen del apagón inundando la playa

La playa de Riazor se convirtió esta tarde en el punto de encuentro de cientos de coruñeses. El apagón, la desconexión y, sobre todo, la ansiedad por no hacer poder hacer nada, hicieron que bajaran en masa a las playas, aprovechando los rayos del sol. 

Algunos, los tradicionales, estaban con los transistores de toda la vida mientras disfrutaban del sol. Ana Álvarez y Luis Romero afirman que “no tenemos nada que hacer en casa”. Se dieron cuenta del apagón pronto y localizaron a sus familiares enseguida pero, sin televisión, cobertura ni luz para cocinar, decidieron bajar a dar un paseo. 

Lo mismo les ocurrió al grupo de Agustina, Sebastián y Facundo. A este último le dejaron salir de su trabajo en un restaurante a las tres horas de llegar, cuando se dieron cuenta que no podrían abrir. “No sabemos cuanto tiempo va a durar, así que nos bajamos a la playa a ver si pasa el tiempo rápido”, dice Ana.

Otros, escogen el arenal como refugio para la cobertura. Elena Arias señala que “no tenía cobertura en ningún lado”, y que cuando se fue la luz salió de su piso y se dio cuenta que no había ascensor. “Bajé y me di cuenta que todos los establecimientos estaban sin luz y caminé hasta aquí a ver qué pasaba”, señala. 

Salwa Sami y sus amigos decidieron pasar el tiempo de terraza en terraza hasta acabar en la playa, donde podían quedar también con el resto de sus amigos. “Ya había ordenado, planchado y doblado la ropa, no podíamos estar más en casa”, indica. “A principio pensé que había fundido yo la bombilla del baño, luego que habían saltado los plomos. Cuando salimos del piso un vecino ya nos dijo que era un apagón en todos sitios”.