O Parrote se prepara para acoger un nuevo proyecto de hostelería

El Concello de A Coruña otorga licencia de legalización para que el antiguo Nemo vuelva a tener actividad | El permiso es imprescindible para que el establecimiento, que gestiona el Náutico y está cerrado desde 2022, vuelva a abrir

El Nemo Bar de O Parrote. |  Germán Barreiros/Roller Agencia

El Nemo Bar de O Parrote. | Germán Barreiros/Roller Agencia

A Coruña

El antiguo Nemo Bar, establecimiento situado en el muelle de O Parrote, puede volver a abrir sus puertas. El establecimiento cerró en el año 2022 y carecía de una licencia actualizada para que regrese la actividad hostelera. El Ayuntamiento ha dado esta semana el permiso de legalización al concesionario del local, el Real Club Náutico, para desbloquear la situación de cara a la instalación de un nuevo proyecto.

El suelo en el que está el bar es propiedad de la Autoridad Portuaria, que otorgó la concesión al Náutico. Este lo tenía subarrendado a un tercero, que se encargaba de gestionar el espacio y que realizó una serie de obras y ampliaciones en el local y que ahora debe adaptarse a los nuevos requisitos municipales. La idea de la entidad, que pagan un canon al Puerto, es volver a realquilarlo.

El antiguo Nemo Bar tiene una parte dedicada a la hostelería, pero también una oficina para barcos transeúntes, que amarran en estancias cortas. Esta sigue todavía abierta y funcionado, dando servicios, como lavandería y duchas, a aquellas personas que pasan unos días en A Coruña con su embarcación particular.

La zona vive un buen momento, ya que la Cámara de Comercio abrió este año el Club Cámara Noroeste. El espacio, ubicado en O Parrote, cuenta con 1.500 metros cuadrados de instalaciones, el 50% de las cuales estarán abiertas al público general, que pueden disfrutar de un servicio de restauración en la cafetería y en las terrazas laterales y superior. Además cuenta con una parte privada para socios contará con salas de reuniones, auditorio y servicios de ocio y restauración. La situación contrasta con los cierres que habían producido, como el del Nemo Bar y la cancelación del proyecto Sóou, donde actualmente está el local de la Cámara.

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