Desaparecidos en A Coruña: «Lo de las 24 horas es un mito, hay que comunicarlo cuanto antes»

Una denuncia temprana ayuda a buscar al desaparecido, según los agentes especializados, que mantienen un «continuo contacto con las familias» durante la investigación del caso

Policías locales y helicóptero en labores de búsqueda en la zona de O Portiño. |  Carlos Pardellas

Policías locales y helicóptero en labores de búsqueda en la zona de O Portiño. | Carlos Pardellas

A Coruña

Entre la ciudadanía circula la idea de que hay que esperar que una persona falte durante todo un día para denunciarlo y que se inicie la búsqueda, pero el responsable del grupo de la Policía Nacional de A Coruña que se encarga de estos casos, Jesús, explica que esto es un «mito». «Si ves que la ausencia es algo inapropiado en esa persona, que no es habitual, comunícalo cuanto antes», resume, y añade que, tras dar un margen razonable según lo que estuviese haciendo la persona y si no coge el teléfono, hay que denunciar cuanto antes. «Cuanto más nos acerquemos al momento de la desaparición», afirma el policía, más fresco está el rastro y más posibilidades de encontrar a la persona. El 091 atiende las denuncias las 24 horas.

El responsable de la unidad que se encarga de buscar a los desaparecidos de la ciudad recomienda aportar una fotografía reciente del desaparecido (en otros casos los propios agentes la sacan de redes sociales). Tras realizar algunas comprobaciones iniciales, los agentes recopilan datos y pistas que puedan ayudar a la investigación.

En la vivienda, por ejemplo, puede haber «indicios» que ayuden a esclarecer el caso, y se interroga al propio denunciante, porque puede tener información relevante y no saberlo y los agentes «sabemos qué preguntar». «Más que el médico generalista, nosotros ya somos especialistas», explica el policía.

Los agentes indagan en cuestiones «delicadas» que pueden estar ausentes en la propia denuncia, como si la persona desaparecida tiene algún tipo de problema de adicciones, y preguntan detalles de su vida personal, pues puede que se haya marchado con una nueva pareja. Las preguntas se dirigen tanto al denunciante como a familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Con los primeros datos recabados «hacemos una difusión» de la desaparición, dando alerta a otras unidades de la Policía Nacional, de manera que «cualquier patrullero lo puede ver, tanto si es de aquí como de Guadalajara». El aviso también se extiende a la Guardia Civil y a la Policía local, y, «en nuestro caso, porque tenemos una amplia costa, solemos hacerlo también a Salvamento Marítimo», añade Jesús. En cuanto la Policía empieza a investigar el caso, señala, se articula una señal a nivel europeo que va a dar aviso si, por ejemplo, la persona pasa por un aeropuerto.

En paralelo a estos avisos generales, la unidad hace una búsqueda en la que «podemos focalizar» esfuerzos gracias al trabajo de investigación. Se comprueban lugares en los que es posible que esté el desaparecido, como hospitales u hoteles, y se intenta seguir la pista desde el último punto en el que se sabe que estuvo.

A Coruña canaliza información para otras unidades de la provincia, pero la investigación la realizan los agentes de la localidad en la que ocurrió el caso, porque es el grupo que «está en la zona». Y durante la investigación hay un «continuo contacto con las familias». Estas pueden llamar a la unidad que lleva el caso en Lonzas, la UDEV (o la UFAM, en el caso de desapariciones de menores de edad) para que los informen, pero, para que la comunicación sea más fluida, normalmente hablan con un agente específico que haga de «contacto». Son «casos muy sensibles», destaca Jesús, que añade que se ha dado un «impulso muy importante» para mejorar aspectos de la relación con los allegados.

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