Terapia con perros en el hospital de día de Salud Mental del Chuac: «Los animales no juzgan. Aquí no se ve el estigma»
«Ofrecer herramientas motivadoras» a pacientes con problemas de salud mental graves, que les ayuden a «trabajar su autonomía e inserción social», es el objetivo de la actividad que, desde hace medio año, impulsa la Fundación María José Jove en el Hospital de Oza

De izqda. a dcha., Lucía Lombardía (adiestradora canina de la Escuela Candamín, y monitora de la actividad); Lara Leyva (TCAE de enfermería); Adrián Paredes (adiestrador de Candamín, y monitor); y Estrella Vázquez (TCAE), con dos perros de terapia, en el jardín del Hospital de Oza. / Iago López
Mediodía del jueves. El sol ya empieza a calentar en el jardín del Hospital Marítimo de Oza, donde un grupo de personas interactúan con dos preciosos golden retriever. Los acarician. Sonríen. Juegan con ellos. Se les ve a gusto. Relajados: «Los perros no juzgan. Aquí no se ve el estigma».
Estamos en una sesión de terapia asistida con perros en el Hospital de Día del área de Salud Mental del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Una iniciativa impulsada por la Fundación María José Jove —referente en este tipo de proyectos con animales—, y la Fundación Pública Galega de Investigación Biomédica Inibic, cuya finalidad es «ofrecer herramientas motivadoras» a pacientes con problemas de salud mental graves, que les ayuden a «trabajar su autonomía e inserción social», explica Emma Justo, responsable del área de Salud de la Fundación María José Jove, quien detalla que la actividad arrancó «en octubre» y, «en todo este tiempo», han «constatado» que «los participantes tienen un vínculo muy importante con los perros, tanto a nivel de independencia, como en su forma de interactuar con ellos (limpieza, caricias...)». «A través de los animales, se les enseñan determinadas herramientas para que puedan aplicarlas en su día a día», destaca.

Un momento de la terapia asistida con perros, este jueves, en el Hospital de Oza (Chuac), en A Coruña. / Iago López
«La terapia asistida con perros ya se viene desarrollando, desde hace tiempo, en el Hospital Materno Infantil Teresa Herrera, con otro tipo de patologías, y con niños», apunta Mercedes Seoane, terapeuta ocupacional del Hospital de Día del área de Salud Mental del Chuac. «Estar con estos animales, y tocarlos, ayuda mucho a los pequeños, y les tranquiliza. Por ejemplo, de cara a una intervención quirúrgica. En base a esto, pensamos que la experiencia se podría trasladar al ámbito de la Salud Mental, porque tenemos muchos pacientes a los que les gustan los animales. Entonces, desde la Fundación María José Jove, que es la entidad que promueve la actividad en el Materno, nos dijeron:

Un momento de la terapia asistida con perros, este jueves, en el Hospital de Oza (Chuac), en A Coruña. / Iago López
‘Venga, vamos a intentarlo, y vamos a introducir la terapia con perros en el Hospital de Día del área de Salud Mental. Y así fue cómo comenzamos. Llevamos medio año con este tipo de intervención, que a nosotros nos ayuda también, porque tratamos de integrar a las personas en el cuidado de la salud como una salud única (‘cuidar el entorno, a los animales y nuestra salud, porque es todo uno’). De ahí, que ese cuidado de los perros sea importante para nuestros pacientes también», subraya Seoane, quien especifica que las sesiones se llevan a cabo «un vez a la semana (los jueves), durante una horita».
Sesiones semanales
«Al principio, lo que se hace es una presentación del perro, para que los pacientes vuelvan, otra vez, a interactuar con él, y el animal los vaya reconociendo de nuevo. A continuación, se llevan a cabo diferentes actividades, en las que se fomenta la participación social, el contacto con el can, el vínculo... A lo mejor, tienen que darle de comer; realizar retos con él, a través de juegos...», expone, antes de indicar que la participación en la «intervención» es «voluntaria», de modo que «todos los participantes tienen en común que les gustan los animales y, en este caso, los perros».
"Los pacientes con los que trabajamos en el Hospital de Día son personas con un trastorno mental grave (esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión grave, trastornos de personalidad...), que perciben mucho el tema del estigma, y también del autoestigma. Sin embargo, en este caso, ellos dicen que los perros no les juzgan. Ahí no se ve el estigma. Esto hace que, el momento que pasan con los canes, les ayude mucho a relajarse, y a intentar ser ellos mismos, sin tener que estar pendientes de ese ‘caparazón’, o de esa mirada que, a lo mejor, piensan que en la sociedad todavía existe"
«Muchas veces —prosigue Seoane—, los pacientes con los que trabajamos en el Hospital de Día son personas con un trastorno mental grave (esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión grave, trastornos de personalidad...), que perciben mucho el tema del estigma, y también del autoestigma. Sin embargo, en este caso, ellos dicen que los perros no les juzgan. Ahí no se ve el estigma. Esto hace que, el momento que pasan con los canes, les ayude mucho a relajarse, y a intentar ser ellos mismos, sin tener que estar pendientes de ese ‘caparazón’, o de esa mirada que, a lo mejor, piensan que en la sociedad todavía existe», señala la terapeuta ocupacional del Hospital de Día del área de Salud Mental del Chuac, un dispositivo «especializado», compuesto por «un equipo multidisciplinar de psiquiatras, psicólogos, enfermeras, terapeuta ocupacional y trabajador social», en el que los pacientes «pasan medio día y, después, se van a su casa».
"Recuperar su plan de vida"
«Venir al Hospital de Día es un apoyo para estas personas, y un paso, también, para recuperar su plan de vida. Para que vuelvan, otra vez, a salir y a retomar sus riendas, con aquellas ocupaciones que son significativas para ellos. Y, en este caso, a lo mejor, recuperar el cuidado de un animal», refiere Seoane, antes de hacer hincapié en el hecho de que «todavía hay muchos prejuicios en la sociedad», con respecto a las personas con problemas de salud mental graves y crónicos, «que hacen mucho daño» a la hora de «mantener una autonomía, buscar un empleo...».

Un momento de la terapia asistida con perros, este jueves, en el Hospital de Oza (Chuac), en A Coruña. / Iago López
"Trabajar con el estigma"
«Hasta para encontrar un piso para alquilar, por ejemplo. Todavía existe el estigma», lamenta, antes de recordar que «la Organización Mundial de la Salud (OMS)» advierte de que, «sin trabajar con el estigma», no es posible «mejorar la calidad de vida» de los pacientes del área de Salud Mental. «Por este motivo, es para nosotros muy importante, también, abrir el Hospital de Día a otros colectivos, y a actividades como esta terapia asistida con perros», reivindica.
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