Mardi Gras: la sala de las 3.000 actuaciones

El técnico de sonido de la sala lleva la cuenta de conciertos, monólogos y obras de microteatro que se celebraron en el escenario de la Mardi Gras desde hace 25 años. Este miércoles es el número 3.000 y el invitado para celebrarlo es Frank Meyer

Un concierto en la Mardi Gras en 2017. |  Carlos Pardellas

Un concierto en la Mardi Gras en 2017. | Carlos Pardellas

A Coruña

Cuando hace poco más de 25 años abrió la sala Mardi Gras, su técnico de sonido, Paco Liaño, se propuso apuntar todos y cada uno de los conciertos, monólogos o obras de microteatro que se celebrasen sobre este escenario. Esto permite saber que este miércoles se cumplen las 3.000 actuaciones. «Cuando empiezas un proyecto, ni te planteas llegar a tantos eventos. Es maravilloso», resume el programador de la sala, Tomi Legido.

La lista es larga. De Amaral a Pereza pasando por Burning, Lagartija Nick, Coque Malla, Los Deltonos, El Kanka y Sidonie. La celebración de la noche del miércoles corre a cargo de Frank Meyer, una leyenda del punk rock de Los Ángeles. El 3.001, este viernes, será un homenaje a Bob Dylan, que acaba de cumplir 84 años.

«Echas la vista atrás y te das cuenta de todo lo que hemos conseguido y lo que hemos disfrutado tanto el equipo de la sala como artistas y público», relata Legido, para quien es importante que los músicos se sientan en la Mardi Gras como en casa. «Los artistas se encuentran bien en salas en las que el equipo tiene pasión por la música. Aquí la tenemos. Si no fuese por la pasión por la música, lo más sensato hubiera sido cerrar», revela.

El programador de la sala está orgulloso de la «comunidad rockera mundial» a la que pertenece. «Vas por el mundo con una camiseta de los Rolling Stones y ya tienes colegas», celebra, y asegura que se ha llevado más de un abrazo cuando luce el logo de la Mardi Gras en festivales o conciertos lejos de Galicia.

El concierto de esta noche sirve también de reivindicación de estos templos de la música en directo. «Somos una pieza necesaria. Sin salas no hay música», apunta, y reconoce que echa en falta que «las administraciones sean conscientes de lo positivo que es». Cree que hay que «apoyar a las salas» que se encuentran con «conciertos gratuitos cuando ya tienen actuaciones programadas para el mismo día» o a «empresarios que tienen locales para que los conviertan en salas de conciertos, que son puntos de encuentro». La música y estos espacios, señala, «generan comunidad, y eso es algo muy positivo». Tomi Legido habla también de salud mental y manifiesta que las salas son «un refugio» donde poder disfrutar y sonreír.

El programador de la Mardi Gras considera que A Coruña tiene «una fortuna infinita» porque hay «bastantes salas programando a la vez» y durante todo el año. «Estoy convencido de que eso a nivel social tiene un valor incalculable», concluye.

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