Pesca, cruceros y descargas mantendrán 4.300 metros de atraque en los muelles interiores de A Coruña

El equipo que diseñe el plan maestro para reurbanizar la costa entre Batería y Oza deberá reservar una decena de atraques para actividades productivas, además de unas 50 hectáreas

Instalaciones de los muelles interiores, con la estación de San Diego en primer plano. |  Iago López

Instalaciones de los muelles interiores, con la estación de San Diego en primer plano. | Iago López

A Coruña

Las administraciones que trabajan para reurbanizar los muelles interiores de A Coruña, entre Batería y Oza, cuentan con mantener actividades productivas al menos hasta 2050, y reservarles más de cuatro kilómetros de amarraderos para «absorber los tráficos previstos hasta 2050». Aunque el grueso de la actividad ya se ha desplazado al muelle exterior, las bases de concurso para redactar el plan maestro que redefinirá el puerto interior, conocidas este miércoles, incluyen un cálculo «preliminar» que reserva una decena de puertos de atraque para los cruceros, la pesca, el transporte de materiales y la posibilidad de que se inicie el tráfico de contenedores o vehículos que embarquen o desembarquen vehículos.

El documento, pactado por Estado, Xunta, Concello, Puertos del Estado, Autoridad Portuaria y Adif (que conforman la comisión Coruña Marítima), señala que el tráfico de cruceros «ha de mantenerse en el puerto interior, dada la relevancia turística que tiene» la ciudad. A falta de concretar un número exacto durante la redacción del plan maestro, que aún tardará dos años en estar terminado, se estima que los barcos de pasajeros necesitan «al menos» tres puestos de atraque dedicados, y unos 1.200 metros de muelle, con una profundidad de agua junto a este de, como mínimo, una decena de metros. La Autoridad Portuaria espera para este año un nuevo récord de cruceros, unos 180, con 450.000 pasajeros.

La pesca también «debe seguir implantada en el puerto interior», aunque se plantea, «siempre que sea posible», concentrarla en su parte sur, concretamente en el muelle de Oza, donde ya amarra la flota pesquera, y en el Petrolero (que queda a la altura de Os Castros). La superficie que ocupa la actividad se mantendría, con unas 25 hectáreas dedicadas (unos 35 campos de Riazor), pero no así la localización, ya que actualmente la lonja, y empresas asociadas, están en el muelle de A Palloza, cerca de la plaza homónima. El plan es trasladarla a las instalaciones que ahora ocupa Repsol en el Petrolero.

El documento del concurso, que señala que la pesca necesita entre 1.600 y 2.000 metros de muelle y profundidades mínimas de seis metros junto a ellos, incluye que «se analizará la mejor solución» para que los equipamientos pesqueros de A Palloza «complementen» esta actividad, «sean la memoria de la ciudad» y «colaboren en la difusión de la actividad pesquera», pero no establece exactamente por qué se apuesta. Como ya publicó este diario, el presidente del mercado de pescado, Juan Carlos Corrás, pidió que si se traslada la lonja se tenga en cuenta que hay que buscar espacio para sus actividades asociadas, desde servicios a talleres o logística.

Coruña Marítima cuenta con seguir manteniendo en el muelle interior «mercancía general» que no llegue por contenedor, por falta de espacio en la actual dársena exterior de punta Langosteira. También contempla la posibilidad de que en un futuro haya tráfico de contenedores y ro-ro (barcos de los que pueden salir y entrar vehículos, por contraste al modelo tradicional de sacar o introducir la carga a través de grúas). La previsión es concentrar esta actividad en el muelle del Centenario (el muelle en forma de L que se introduce en el mar a la altura del parque Europa). Se necesitarían, al menos, cuatro puntos de atraque para mercancía general y «dos o tres para oportunidades», con una longitud de unos 1.500 metros y entre 22 y 25 hectáreas de terreno. Se pide un mínimo de 15 metros de profundidad para uno de los puntos de amarre, y diez para el resto.

Las administraciones también coinciden en que se mantenga «la conexión ferroviaria a la dársena interior», con una «nueva infraestructura ferroviaria» ya que la actual estación de San Diego se trasladará; la previsión es moverla a Uxes. El documento también reitera la propuesta de usar la conexión de ferrocarril para pasajeros, llevando una línea «hasta el entorno de la plaza de Ourense o un nuevo trazado», y planteando ideas como un tren de cercanías por el corredor de la ría de O Burgo o un tranvitrén que entre en la ciudad.

El documento propone por realizar un intercambiador de transporte en la zona de la plaza de Ourense, así crear un aparcamiento subterráneo de alta capacidad, soterramiento de tráfico o carriles bus en el entorno de los muelles. Entre otras medidas están crear equipamientos, ampliar zonas verdes, recuperar el río Monelos o abrir las actuales instalaciones del puerto a los vecinos.

Establecer vivienda pública

El primer convenio sobre el futuro de los muelles interiores, firmado por el alcalde Francisco Vázquez en 2004, contaba con urbanizar estos espacios para financiar la deuda de la Autoridad Portuaria con Puertos del Estado por la construcción del puerto exterior. Pese a las reclamaciones para que se condone, el Estado nunca la ha perdonado.

Y el documento del concurso incluye, en el muelle de San Diego, edificios residenciales, así como equipamientos, con la idea de convertirlo en «un barrio moderno, joven y lleno de actividad». También indica que habrá que establecer los «estándares de suelo dedicado a vivienda pública». Al concurso de Coruña Marítima, con un presupuesto de algo más de 3 millones, se podrán presentar propuestas hasta el 1 de agosto. Se seleccionarán cinco propuestas, y de ellas una ganadora. El texto final estará en verano de 2027.

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