A Coruña, una ciudad que inspira a un poeta mexicano

Manuel Becerra ha pasado un mes en la Residencia Literaria 1863, con la que ha disfrutado de A Coruña, a la que ha «mirado mucho» para seguir creando

El poeta Manuel Becerra. |  Carlos Pardellas

El poeta Manuel Becerra. | Carlos Pardellas

A Coruña

En su primer vez en Europa, el poeta Manuel Becerra (Ciudad de México, 1983) ha encontrado en A Coruña una urbe que le inspira y que se ha ganado un hueco importante en su corazón. Llegó a este rincón del Atlántico gracias a la Residencia Literaria 1863, dirigida por Yolanda Castaño. «Conocí a Yolanda hace diez años en un festival de poesía en Montreal. Me enteré cuando lanzó esta residencia y me pareció una oportunidad genial. Probé suerte y aquí estoy», confiesa el escritor mientras pasea por la plaza de María Pita, antes de poner fin a esta experiencia y seguir su aventura por París, Barcelona y Madrid.

Su relación con las letras viene de lejos. «Empecé a escribir cuando tenía 10 años, algo muy raro. Imitaba las letras de las canciones. No sabía bien qué estaba haciendo, solamente escribía, hasta que mi hermana, que era la lectora de la casa, me regaló un libro de poesía. Ahí descubrí que eso que estaba haciendo tenía nombre, había un sentido», relata.

Todavía se acuerda de la primera vez que leyó «un haiku de José Juan Tablada» y se quedó impactado. Esa sorpresa se convirtió en pasión. «Como poeta, uno de mis trabajos actuales es mantener todavía firme esa capacidad de asombro, guardar la extrañeza de la poesía», manifiesta.

Becerra fue escritor residente en International Writing Program de Iowa en 2019; en la Universidad Stockton, New Jersey (2019) y en Omi Art Center, en Nueva York, en 2018. Esa experiencia le ha ayudado a exprimir al máximo su mes en A Coruña. «Yo ya sé más o menos cómo se trabaja en las residencias. Estoy trabajando en un nuevo libro de poesía, pero no espero darle la continuidad o terminarlo. En estas experiencias nacen muchas ideas y muchas semillas de lo que después va a ser el proyecto», expone, a la vez que desvela que intenta «escribir a diario» aunque hay veces que los poemas «no llegan a nada» y solo son puentes hacia otros nuevos. «También hago una especie de diario. La cosa es estar todo el tiempo cerca de la escritura, aunque sepas que esa idea no va a servir para nada, es un ensayo de escritura», resume el escritor, que colabora eventualmente para revistas como Letras Libres, Casa del tiempo y para Milenio diario.

Para darle forma a eso versos, el poeta no se ha cansado de recorrer A Coruña: «He podido conocer el lugar, que también es otra forma de habitarlo, y de llenarme, digamos, de esas experiencias que después se van a ver reflejadas en el proyecto, en los siguientes poemas. Se lleva en la memoria las imágenes de la Torre de Hércules o la Marina. «Es una ciudad genial. Se lo decía a un amigo, que es como el centro de México, pero con mar, y eso le voló la cabeza, y a mí me pasa», comenta Becerra, quien ha disfrutado mucho recorriendo el paseo marítimo o de ver llegar a los cruceros. «En general, es una ciudad que se puede caminar, y eso me parece que ayuda a cualquier artista, porque creo firmemente que, al menos en la poesía, una de las mayores herramientas es saber mirar, y si caminas mucho puedes mirar todo», explica el escritor mexicano, ganador de la IV Residencia Latitude 43 para escritores del mundo que patrocina el Concello.

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