El Concello de A Coruña ordena cerrar siete pisos turísticos y abre expediente a otros 16

El BNG votó a favor, en comisión, de la ordenanza que los regula y que irá a pleno el jueves

Calle Real, en el centro de A Coruña, una de las zonas con más pisos turísticos de la ciudad.

Calle Real, en el centro de A Coruña, una de las zonas con más pisos turísticos de la ciudad. / Iago López

A Coruña

El Gobierno local prevé aprobar en el pleno de este jueves, de forma definitiva, la primera ordenanza coruñesa en regular y limitar los pisos turísticos, y, adelantándose a la normativa, está emitiendo las primeras órdenes de cierre. En marzo, el Concello informó a este diario que había abierto 16 expedientes de clausura, y fuentes municipales explican que, a fecha de este lunes, la cifra asciende a 23, de los que 17 están en un estado relativamente avanzado. En siete casos ya ha habido «resolución de cese de actividad», instando a los dueños a cerrar.

Las clausuras no derivan de la ordenanza, que aún no está en vigor, sino del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), un documento cuya última versión es de 2013 y que fija las normas urbanísticas coruñesas. El texto no alude específicamente a las viviendas turísticas, pero el Concello las asimila a negocios y considera que se deben cerrar todas las que estén fuera de edificios exclusivos, plantas bajas o primeros pisos que no tengan viviendas residenciales bajo ellos. Como ya adelantó este diario, esto conllevaría el cierre de cientos de pisos turísticos de la ciudad, que, a datos de la Xunta correspondientes a este abril, suma 1.366 abiertos.

La interpretación municipal ha recibido las críticas de la agrupación gallega de propietarios de pisos turísticos, Aviturga, que argumenta que los propietarios dieron de alta los pisos turísticos «tributando como viviendas», y que se deberían regular cambiando el PGOM y no a través de una ordenanza. También piden que se respeten los derechos de los pisos ya abiertos.

La ordenanza que irá al pleno municipal de este jueves se aprobará casi con total seguridad, ya que el BNG, que lleva años apostando por limitar las viviendas de uso turístico, ya dio su voto favorable a la aprobación inicial de la ordenanza en febrero. PSOE y BNG, que coinciden en que los pisos turísticos disminuyen la oferta de alquiler convencional de la ciudad y suben los precios, suman mayoría en el pleno. El PP, que ha criticado la ordenanza y manifestado que no considera que ayude a mejorar la accesibilidad de la vivienda, se abstuvo en la votación del pasado mes de febrero.

La ordenanza especifica que, para establecer una vivienda de uso turístico en la ciudad es necesario una habilitación municipal, a mayores de los trámites que hasta este momento se realizaban ante la Xunta. Los pisos que ya están abiertos tendrán un plazo de tres meses, desde que entre en vigor la ordenanza, para obtener habilitación.

Y la versión final del documento indica que no se admitirá la implantación de viviendas de uso turístico en edificios exclusivos cuando hayan sido rehabilitados, reformados o reestructurados «con ayuda pública de cualquier Administración», o en los inmuebles sometidos a protección pública. Siempre según el texto, las viviendas que reciban fondos de las Administraciones para mejoras o reformas tendrán que dedicarse a uso residencial.

La ordenanza pasó este lunes por la Comisión Informativa de Economía, Hacienda, Planificación Urbana y Administración General municipal, como paso previo a ir a pleno. También pasaron por el trámite el convenio de colaboración con la Universidade da Coruña (UDC) para impulsar la Ciudad de las TIC en la antigua fábrica de armas; el plan económico financiero para este año y 2026; la normativa para establecer una tasa turística; la aprobación inicial de la nueva ordenanza de playas; la aprobación inicial de la nueva ordenanza de movilidad; y la aprobación definitiva del convenio con los promotores que pretenden construir 1.000 pisos en la zona del parque de Oza. Este último asunto iba a ir al último pleno y el Gobierno local contaba con el apoyo del Bloque, pero se retiró porque el BNG reclamaba que se desbloqueasen asuntos de su pacto de investidura que siguen pendientes.

La oposición puede votar en la comisión, aunque no esto no es vinculante y pueden variar su posición en la sesión plenaria. El PP se abstuvo en todos los puntos, y el BNG votó a favor de la ordenanza de pisos turísticos, la de movilidad y el convenio de colaboración para la Ciudad de las TIC. Se abstuvieron en el resto de asuntos, «práctica habitual que no prejuzga cuál será finalmente el voto en el pleno».

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