Los nuevos MIR de A Coruña: «Los pacientes os recordarán siempre»

El Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac) dio la bienvenida ayer a los que serán sus 132 nuevos profesionales, los residentes de primer año. Los que ya saben qué es estar ahí sentado, en el auditorio del hospital, nerviosos y nerviosas por el primer día de trabajo, con incertidumbre por cómo será el resto de sus días, les dieron muchos consejos para afrontar que todo lo que han aprendido en los libros y en los apuntes tendrán que aplicarlo en personas, que los exámenes son reales ahora.

«Os ponéis la camiseta del área sanitaria de A Coruña, pero nos la ponemos para sudarla», les dijo el gerente del área sanitaria, Luis Verde, que insistió en que la manera que tienen estos jóvenes de «devolver» a la sociedad todo el esfuerzo que ha invertido en su formación es «estando presentes en esos momentos de necesidad y de enfermedad», dando lo mejor de ellos mismos a las personas que ponen su vida y sus esperanzas en sus manos.

Carlos Ucha es de A Coruña, estudió en Santiago y eligió el hospital de su ciudad, uno que ya conocía como paciente y de hacer prácticas, así que, aunque sopesó otras opciones, se quiso quedar en la ciudad «por su gran nivel». Eligió reumatología porque «tiene un potencial de investigación muy grande». Pedro Areal es de Ourense, estudió en Santiago y eligió el Chuac y la especialidad de Oncología Médica por «las buenas sensaciones» que le transmitieron en la jornada de puertas abiertas y porque es «un servicio joven con muchos proyectos de investigación en marcha». Él podría haber elegido cualquier hospital porque fue la séptima mejor nota del MIR.

Paola Couce Fernández es socióloga, estudiante de segundo curso de Psicología y paciente también del Chuac, ya que a los trece años empezó a tener un cuadro que parecía un virus, con mareos y malestar general pero que se agravó con un cansancio extremo, falta de fuerza en las piernas y desvanecimientos. Fue su profesor de Matemáticas el que puso en alerta a su madre para que la llevase al hospital. «Los síntomas le recordaban a los que había tenido su hermano, que había tenido leucemia», se sinceró Couce, que hizo hincapié en la empatía y en no usar una fórmula única para tratarlos. «Acompañáis a los pacientes en una etapa de su vida, pero ellos os recordarán siempre», les dijo a los residentes de primer año.

La directora de la unidad docente de familia, Nieves Domínguez, animó a los jóvenes a «no quedarse con ninguna duda», a apoyarse en sus compañeros y en sus superiores. «Nosotros sentimos orgullo por que nos hayáis elegido, esperamos estar a la altura y seremos muy exigentes», les comentó a médicos como Marta Portela, Iria Dorna, Lara Fernández y Lara Tamargo, que pasaron muchas horas sentadas estudiando y pensando en con cómo sería su primer día de trabajo como residentes. Seguramente, ni en sus mejores sueños se hubiesen imaginado que uno de los que les daría la bienvenida sería el cómico Xosé Touriñán, como así fue ayer.

El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez, recordó en este acto sus primeros días de residente e incidió en la necesidad de «ser especiales», pero también «humildes y prudentes», «ambiciosos y pragmáticos» para afrontar todo lo que les venga, tanto la curación de sus pacientes como la realidad de que nada pueden hacer ya por ellos salvo acompañarlos.