Multas para acabar con los excrementos de los perros de A Coruña

La constatación por el Gobierno local del incumplimiento por parte de numerosas personas de la Ordenanza de Protección y Tenencia de Animales, cuya modificación fue aprobada en septiembre de 2023, en relación con los excrementos y orines de los perros, lleva a los responsables municipales a advertir a los infractores de las importantes sanciones a las que se enfrentan por esta conducta.

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Una campaña que se desarrollará bajo el lema Pode saír caro alertará a los propietarios de los canes de que no recoger sus deposiciones será castigado con una multa de 500 euros, que puede incrementarse hasta los 30.000 para los más reincidentes. La iniciativa se desarrollará a partir del próximo lunes mediante el reparto de 10.000 dispensadores de bolsas y 5.000 botellas de agua para que sea vertida sobre los orines. La campaña incluirá además la entrega de folletos informativos y mensajes en medios de comunicación y redes sociales.

Los lugares donde se repartirán las bolsas y folletos serán los más utilizados para el paseo y esparcimiento de perros, como los jardines de Méndez Núñez, la calle Barcelona, plaza de Pontevedra, el área canina del Barrio de las Flores, la plaza Elíptica, la calle de A Gaiteira, los jardines de Cuatro Caminos, el paseo marítimo, el entorno de Alcampo en Palavea, las plazas de Pablo Iglesias y de España, el parque de Vioño, la plaza de San Rosendo, el parque de Oza, la zona de Eroski en Matogrande, la plaza de San Cristóbal y las áreas caninas de los parques de Eirís, Europa, Santa Margarita, Bens y Novo Mesoiro.

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La concejala de Medio Ambiente, Yoya Neira, puso ayer de relieve al presentar esta campaña que en la ciudad están contabilizados 32.000 perros, pero que «no todos sus propietarios cumplen con las obligaciones recogidas en la ordenanza con respecto a las deposiciones». Según Neira, «una minoría no las recoge ni las deposita en los contenedores de orgánico, que es la forma correcta de hacerlo», a lo que añadió que un número todavía mayor de dueños de perros «no utiliza la botella de agua que hay que llevar para diluir las micciones», precisamente el motivo por el que se modificó la ordenanza sobre las mascotas.

La concejala puso de relieve además la trascendencia económica que tiene para el Concello el incumplimiento de esta normativa, ya que la limpieza de las heces de los canes en las calles y parque de la ciudad obliga a efectuar un gasto anual de 360.000 euros, a lo que se añade el riesgo para la salud que suponen los excrementos y los conflictos que causa su presencia entre la ciudadanía.

«El Concello está dispuesto a aplicar las sanciones en su franja más alta», advirtió la concejala de Seguridad Ciudadana, Montserrat Paz, que indicó también que la vigilancia en las vías públicas será ejercida de forma coordinada entre los agentes de la Policía Local y los inspectores de la concejalía de Medio Ambiente en las zonas en las que se producen más infracciones.

La modificación inicial de la ordenanza sobre las mascotas planteaba que el agua que se vertiera sobre los orines de los perros llevara limón o bicarbonato, aunque la redacción definitiva eliminó este requisito al aceptarse la alegación que alertaba del impacto que tendrían esas sustancias en las zonas verdes.