En A Coruña, tejer «no es cosa de abuelas»

Un centenar de personas se reúnen en San Andrés para festejar el Día Internacional de Tejer en Público, con el que se pretende mantener esta actividad y reivindicar que también es para hombres y para todas las edades

A Coruña

«Lo estamos celebrando como se merece», manifestó entusiasmado este sábado Ramón Santos, propietario de la mercería La Crisálida, al señalar los numerosos corazones tejidos que se clavaron sobre el parterre existente junto a la iglesia de San Andrés y que proceden de todo el mundo. Cada corazón tiene el usuario de Instagram de la persona que lo envió, de forma que quienes se los llevaron al final del acto podrán contactar con ella.

Participantes en la reunión de tejedoras.

Participantes en la reunión de tejedoras.

La conmemoración del Día Internacional de Tejer en Público se efectuó también en ese mismo lugar con la presencia de un centenar de personas —mujeres en su mayoría— que tejían en común y, al mismo tiempo, disfrutaban de un momento de ocio con el sorteo de los regalos proporcionados por diferentes marcas comerciales. «Normalmente, el tejido está reducido al interior del hogar, ya que casi todo el mundo teje dentro de casa y siente mucha vergüenza al hacerlo fuera», explicó Lucía Ruiz de Aguirre, diseñadora de prendas de punto a mano y coorganizadora de esta iniciativa junto con Ramón Santos.

«Llevamos muchos años reivindicando que hay que sacar el tejido a la calle porque se está perdiendo y de esta manera vamos a transmitirlo a las nuevas generaciones», destacó esta profesional, para quien es necesario hacer ver que «el tejido no es cosa de abuelas», para lo que puso de relieve que en el acto desarrollado en San Andrés había «gente de todas las edades».

5% de hombres

Sobre la escasez de hombres que practican el tejido, calculó que son un 5% del total de personas aficionadas a esta actividad y lo calificó de «curioso porque inicialmente el tejido era cosa de hombres», situación que cambió cuando pasó de ser una profesión a un entretenimiento. Ruiz de Aguirre animó a los hombres a tejer y manifestó que las mujeres estarían «encantadas de que lo hicieran».

«Me gusta mucho hacer cosas a mano como tejer y ver el resultado final y lo que aportan las amistades que haces en este mundo», comentó Ana Álvarez, una de las participantes en la actividad, quien confesó que el tejido le «quita muchísimo el estrés». Detalló que cuando ha tenido problemas o situaciones de tensión como fue la pandemia, coger las agujas para tener la relajó. «Es muy bueno para la mente y para las manos», indicó esta aficionada que además da clases de tejido y que recomienda dedicarle quince minutos al día en lugar de al teléfono móvil «para desconectar la mente y dormir mejor».

«Me ayudó a salir de una etapa muy triste de mi vida», manifestó Ana Noval, otra de las tejedoras que acudió a San Andrés, quien dijo «sentir paz» cuando teje y que cuando lo hace con amigas es «lo mejor de todo», ya que gracias a esta afición asegura hacer conocido «gente maravillosa».

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